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En microtráfico, ya se supera el decomiso de droga de 2013

El microtráfico de droga en la ciudad de Cochabamba se incrementó, según la policía antidrogas. Un indicador de esta situación es que en los seis meses de 2014 ya se decomisó 10 kilos de droga, cifra que supera a los 8 kilos de 2013, o sea, un 20% más.

Si bien las cifras de decomiso son mínimas con relación a operativos de interdicción más grandes, en este caso la cantidad toma relevancia porque se debe tomar en cuenta que las incautaciones en microtráfico se dan en gramos. Este diario informó el 8 de este mes que, con esta actividad ilícita, el consumo de droga, especialmente marihuana, se extendió a escuelas y colegios del valle a través de las pandillas juveniles.

El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Cochabamba, coronel Marco Ballón, dio cuenta de que a través de un cruce de datos, “las estadísticas de microtráfico, tanto en colegios, cárceles y las zonas Norte, Sur y Centro de la ciudad, muestran que se ha elevado en un 45 por ciento”.

Menores. Un aspecto que preocupa a efectivos de la FELCN es la participación de menores de edad en el tráfico de drogas. “El microtráfico ha tomado ribetes muy alarmantes”, sostuvo Ballón y explicó que los casos de menores, ya sea cuando consumen o venden, son los que van en ascenso.

Detalló que en diferentes operativos identificaron a menores de edad a partir de los 16 años. En lo que va del año, 22 personas de esas edades fueron arrestadas en poder de drogas, entre consumidores y vendedores.

René Viamont, presidente de la Junta Escolar de Padres de Familia del Cercado II, en la zona Sur de Cochabamba, indicó con preocupación que en todas las redes escolares hay denuncias de tráfico de droga, ya que unos distribuyen y otros consumen. “Con pena debo decir que no hay una unidad educativa que no tenga este problema. Sería difícil decir edades vulnerables, en primaria y secundaria ocurre lo mismo”, dijo.

El último caso registrado en la última semana da cuenta de un menor de 16 años que fue sorprendido por sus propios familiares cuando consumía y distribuía marihuana a otros dos menores de 17 y 19 años. Ocurrió en Alto Satélite, Tiquipaya, cuando el estudiante tenía en su poder 35 sobres que contenían un total de 275 gramos de la hierba, listos para comercializarlos. Las investigaciones policiales confirmaron que el menor era el distribuidor, vendía la droga a su entorno, amigos y vecinos.

Otro indicador que llama la atención a autoridades de la FELCN de Cochabamba es el referido a las llamadas telefónicas de denuncia de tráfico y consumo de drogas en unidades educativas. A principios de año, este tipo de alertas eran casi nulas, pero actualmente se reciben un promedio de 15 semanales. En la semana que pasó fue el turno de un colegio en Quintanilla, Sacaba, donde uno de los alumnos fue señalado como narcotraficante.

“Ingresamos al colegio y verificamos que uno de los alumnos, de 17 años, tenía residuos de marihuana, nos trasladamos a su domicilio, ubicado por el Servicio de Caminos, y encontramos una planta y pocas semillas. El menor contó que era el hermano mayor que le inducía, se dio a la fuga mientras el colegial fue arrestado”, detalló el jefe de la FELCN.

El menor, según las indagaciones, sería consumidor. Sin embargo, su hermano de 24 años, ahora prófugo, era el distribuidor de la hierba. Ambos vivían solos. Además de haber sembrado la marihuana en una maceta, también tenían pasta base de cocaína, aunque en poca cantidad.

El departamento de Cochabamba, además de sufrir el microtráfico de droga, es afectado por la elaboración de cocaína. Tareas de interdicción realizadas en los últimos días permitieron destruir tres fábricas de cocaína, ubicadas en el municipio de Alalay, en la provincia Mizque. La factoría había producido 15 kilos de pasta base, además de agua rica.

“Las factorías contaban con implementos para la fabricación de cocaína y se han destruido 180 litros de agua rica, o sea droga líquida en proceso”, informó Ballón. La autoridad indicó que en los operativos no hubo detenidos.

La situación en otras ciudades

La Paz

Informe La Razón reportó en 2012 que el microtráfico de droga aumenta en La Paz y El Alto, donde se identificó cuatro zonas rojas de distribución: San Miguel, las plazas Riosinho y Eguino y el reloj de la Ceja.

Sucre

A fines de 2013, jefes antidrogas de Chuquisaca identificaron a diez colegios de Sucre amenazados por el microtráfico de drogas.

Santa Cruz

Este año se denunció que estudiantes de colegios cruceños también consumían droga.

Papás aprenden a detectar consumo

En la ciudad de Cochabamba, la fuerza antinarcóticos busca el apoyo de los padres de familia para frenar la venta y consumo de sustancias ilícitas en el interior de las unidades educativas y fuera de ellas. Los talleres de sensibilización son los espacios donde aprenden a detectar la presencia y uso de marihuana y cocaína.

“Iniciamos la capacitación al menos 300 padres de familia de 27 unidades educativas, nos enseñaron a detectar si nuestros hijos consumen drogas, es fundamental porque aprendimos cómo es la sustancia y el olor característico”, según explicó René Viamont, presidente de la Junta Distrital de Padres de Familia del Cercado II, en la capital del valle.

Los talleres son implementados en redes educativas del sur de la ciudad, donde se detectó aumento de la actividad del microtráfico. Los padres y madres pueden palpar las sustancias ilícitas, conocerlas de cerca y observar videos que muestran las consecuencias del consumo de drogas.

“Estamos felices, contentos con la información recibida, ahora preparamos el segundo taller, será el jueves en la unidad educativa Adela Zamudio, donde pretendemos reunir a padres de 30 establecimientos”, anunció Viamont.

La tarea comenzó el pasado viernes 13 de junio; el objetivo, según el coronel Marco Ballón, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), es que los papás y mamás se involucren en el trabajo de prevención.

Adicionalmente, inició la campaña denominada “Por una vida sana”, la tarea es nacional y el objetivo es sensibilizar a los estudiantes, los talleres buscan informar sobre las consecuencias del consumo de drogas y propiciar el rechazo de éstas, si son ofrecidas al interior de establecimientos educativos o fuera de ellos. Además se estimula a presentar denuncias.