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Un repostulante, un expresidente y un tercer intento

Convocadas el 30 de abril de 2014, las elecciones generales del 12 de octubre tendrán como contendores a un presidente, un expresidente, un exalcalde, un persistente líder político y un dirigente indígena, inscritos por cinco fuerzas políticas, tres menos que las de los comicios de 2005 y 2009, y seis con relación a los de 2002. 

Cuestionado por la oposición sobre una supuesta candidatura ilegal (la Declaración 003/2013 del Tribunal Constitucional Plurinacional, del 25 de abril de 2013, habilitó su repostulación), el presidente Evo Morales optará con el Movimiento Al Socialismo (MAS) por un tercer mandato, tras su victoria en 2005 (con el 53,7% de los votos) y en 2009 (64,2%), y una cuarta postulación (2002, 2005, 2009 y 2014). Lo acompañará, por segunda vez, Álvaro García Linera, otrora fundador y militante del Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK), por cuyas acciones fue encarcelado sin sentencia durante cinco años, entre 1992 y 1997.

Jorge Quiroga postula por segunda vez, en esta oportunidad por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), antiguo aliado de su viejo partido, Acción Democrática Nacionalista (ADN). Apareció en la carrera electoral de 2014 de manera sorpresiva, incluso con la sugerencia de que en el último tramo de la campaña electoral, con base en la intención de voto, los candidatos de la oposición con menos posibilidades renuncien y abran paso al mejor ubicado, esto en el afán de vencer a Morales.

Fue vicepresidente en el gobierno constitucional del general Hugo Banzer Suárez (éste fue gobernante de facto entre 1971 y 1978) y presidente a la renuncia y posterior muerte de éste, entre 2001 y 2002. Separado de ADN, fundó la agrupación Poder Democrático y Social (Podemos), con la que se postuló a la presidencia en los comicios de 2009; constituyó la segunda fuerza política con representación legislativa, con el 28,59% de la votación nacional.

Su acompañante de fórmula es Tomasa Yarhui, quien ya fue su colaboradora como ministra de Asuntos Campesinos en 2002. La chuquisaqueña se encontraba alejada de la política, ejercía su oficio de abogada en un bufete particular en la capital Sucre.

El tercero de los aspirantes al Palacio de Gobierno es el otrora aliado de Morales y del MAS: Juan del Granado, líder del Movimiento Sin Miedo (MSM) y exalcalde de La Paz (2000-2010).

Será su primera y última participación como postulante presidencial, como dijera en varias oportunidades. Surgido en filas del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) y el escindido Movimiento Bolivia Libre (MBL), el abogado propició el juicio y el posterior encarcelamiento del dictador Luis García Meza.

Del Granado, fuerte crítico del gobierno de Morales, había intentado una alianza con la agrupación Movimiento Demócrata Social (Demócratas), del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas. Cuando eran evidentes los vanos esfuerzos por el pacto político, ante la extensión del tiempo y a pesar de las mutuas visitas y halagos entre los dirigentes regionales, el líder cruceño apareció acompañando a Samuel Doria Medina, el jefe de Unidad Nacional (UN) e impulsor del llamado Frente Amplio, en su afán de consumar la unidad en la oposición.

Antes, los jefes del MSM y UN habían cruzado alusiones. Del Granado denunció que Doria Medina pagaba encuestas a su favor y éste, al no conseguir la adhesión del MSM a su proyecto, consideró que el líder Sin Miedo solo era “adecuado para alcalde”.

Ahora, son contendores políticos en la misma oposición que pretende reducirle opciones al MAS. Pero Doria Medina consiguió lo que no pudo Del Granado: firmó una alianza con la agrupación de Costas, cuyo pacto germinó Unidad Demócrata (UN), la sigla que promoverá al empresario como aspirante a la presidencia del Estado y al exgobernador del Beni Ernesto Suárez. Resignado, el MSM invitó a la entonces diputada de Convergencia Nacional Adriana Gil como acompañante de Del Granado.

Doria Medina ocasionó en 2004 una de las últimas escisiones del MIR de Jaime Paz Zamora. Al abandonar ese partido fundó el suyo, UN, con el que participó en las elecciones de 2005. No le fue bien, obtuvo apenas 7,79% de la votación nacional. En 2009 le fue peor, su techo se redujo al 5,65% del total de los votos.

Protagonista de la frase “carajo no me puedo morir”, reproducida en un spot promocional suyo, lo último que planteó el postulante de UD fue que venderá todos los bienes “de lujo” que adquirió el gobierno de Morales, en alusión a los vehículos blindados y los aviones presidencial y vicepresidencial.

El quinto candidato es Fernando Vargas, presidente de la Subcentral TIPNIS. Asesor del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) en el primer gobierno de Morales, fue quien lideró en 2011 y 2012 la oposición a la construcción de la carretera por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Irá con la sigla Partido Verde de Bolivia (PVB), cuya jefa es la candidata a la vicepresidencia, Margoth Soria. Es parte de la fórmula otro exfuncionario de la administración del MAS, Alejandro Almaraz, aspirante a senador.  Son cinco partidos, por primera vez un número reducido en la historia de las elecciones.