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Al menos 99 presos fueron asesinados en 14 años por pugnas de poder en cárceles

Al menos 99 presos fueron asesinados en los últimos 14 años en hechos vinculados a pugnas por el control del poder, principalmente, para la extorsión, según datos recogidos de dos exdirectores de Régimen Penitenciario. La muerte de cinco presos en el Abra, Cochabamba, es uno de los últimos sucesos; el uso de armas de fuego y cuchillos es una característica.

El exdirector de Régimen Penitenciario Tomás Molina informó a La Razón Digital que entre 2000 y 2008 perdieron la vida al menos 56 internos en diferentes cárceles, principalmente, en Palmasola, Santa Cruz, debido a las peleas por el control del poder. “Palmasola, es el penal más violento de Bolivia”, añadió.

El recuento de Molina establece que en 2000 perdieron la vida tres presos por impacto de bala, entre ellos Mauricio S. S., el “Chichuriru”, y Danilo V. P., el “Fantasma”. En 2001, doce fueron acribillados; en 2002, tres murieron de forma violenta; en 2003, ocho; en 2004, cinco; en 2005, seis; en 2006, ocho; en 2007, cinco; y en 2008, seis presos fueron asesinados.

En 2009 fue asesinado César Ll. I. con 16 puñaladas, y Alberto Abaroa Rubín de Celis, alias “el Petas”. Ambos tenían sentencias de 30 años. En 2010 fue apuñalado Félix F. C., mientras que el peruano Carlos J. C., alias el ‘Junco’, fue acribillado con nueve impactos de bala en cercanía del penal de Chonchocoro, tras asistir a una audiencia.

“Las muertes violentas son por pugnas internas y, sobre todo, por extorsiones por mafias que existen al interior de los penales que quieren extorsionar a los nuevos presos”, explicó Molina, mientras que su colega Ramiro Llanos, también exdirector de Régimen Penitenciario, afirmó que en Bolivia las cárceles son gobernadas por los propios internos.

“Las cárceles son territorios perdidos” advirtió Llanos en una entrevista en el programa A Todo Pulmón de Cadena A. “Las cárceles ya no pertenecen al Estado, tenemos que intervenir (…) en las cárceles se mueven millones de dólares porque llega cocaína en kilos, alcohol destilado. En Tarija, el sobrecito (de droga) cuesta 20 bolivianos. Tenemos que parar esto, ¿Quién maneja las cárceles?, los malos policías”, denunció.

Uno de los episodios que conmocionó a la sociedad ocurrió el 23 de agosto de 2013 en Santa Cruz. Un total de 35 internos perdieron la vida cuando reos del pabellón B, en Palmasola, irrumpieron en el pabellón A, de Chonchocorito; armas de fuego y punzocortantes acabaron con la vida de algunos y el resto fue quemado.

Usaron garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP) como lanzallamas y desataron un incendio que acabó con 29 personas, entre ellos un niño. Se instaló un juicio que determinó responsabilidades y condenas.

Un informe de la Defensoría del Pueblo establece que los presos tomaron el control de las cárceles. “Las cárceles se han convertido en microespacios sociales donde el control verdadero lo tienen grupos de privados de libertad, que por un lado administran los sistemas de distribución de espacios, sanciones, alimentación, apoyo material y sicológico e incluso asesoramiento legal, pero por otro pueden convertirse en espacios de gestión de la violencia, la delincuencia y el abuso”, refiere el documento.

El último hecho de sangre por pugnas de poder ocurrió en El Abra, el 14 de septiembre. Cinco personas perdieron la vida por impacto de bala y heridas punzocortantes, entre ellos el delegado del penal Edgar T. S., Sergio A., alías «El lucifer», miembro de la pandilla Mara Salvatrucha y recluido por asesinato.

En Bolivia existen 54 prisiones, entre cárceles y carceletas, de las cuales 16 son consideradas las principales, y están ubicadas entre La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. De acuerdo a información de la Dirección General de Régimen Penitenciario, estas tres concentrar la mayor cantidad de presos.

Según Molina, en las cárceles existen más de 15.000 internos, de los que solo el 14% tiene condena. También señaló que es el único país donde los reos pueden vivir con sus hijos y esposas.