Icono del sitio La Razón

Extorsiones a reos en penales del eje se expanden a dos regiones

El último hecho de sangre en la cárcel cochabambina de El Abra, que dejó cuatro muertos y 11 heridos, confirmó que existen extorsiones y abusos a los presos en los penales, sobre todo en los del eje troncal. Esta ilegalidad se repite en Tarija y Pando y tiende a llegar a otras regiones.

La reyerta en la cárcel cochabambina se dio el 15 de septiembre por la pugna de poder, que desató una balacera. La causa de la pelea fue por el control de cobros irregulares por “alquiler de celdas” y “seguro de vida” a reclusos. Similar situación se dio en el penal cruceño de Palmasola, el 23 de agosto de 2013, donde 35 internos fallecieron. A diferencia de ambos, San Roque, de Sucre, es una cárcel donde no hay cobros y hay disciplina y estudio.

El exdirector general de Régimen Penitenciario Ramiro Llanos reveló que las extorsiones en penitenciarías surgieron en 1989, porque los recintos se empezaron a llenar con gente que cometía delitos de narcotráfico. Es decir, que los detenidos tenían dinero, “entonces ahí apareció el interés de algunos malos policías y otros que se denominaron delegados, antes jilakatas”.

ilícito. Explicó que ahí se hizo una alianza por el dinero y aparecieron las extorsiones, el seguro de vida, el derecho de piso, hechos que mostraron la falencia de Régimen Penitenciario, que no clasificó a los reos con sentencia y con detención preventiva.

Este diario solicitó una entrevista al director de Régimen Penitenciario, Raúl Masic, pero éste se negó.

Llanos señaló que actualmente se cometen más delitos en las cárceles del eje troncal: San Pedro de La Paz, El Abra y Palmasola. Advirtió que esta ilegalidad llegó a penales de Pando y Tarija. “Hay torturas, vejaciones, utilización de personas, prostitución (y) cohecho activo y pasivo. Lo peor es que no existen denuncias porque los delegados tienen controlados a ésos. Con esto se demuestra que en el penal se vive en esclavismo”, alertó.

Detalló que por derecho de piso los delegados y sus aliados cobran en El Abra $us 1.000 por recluso, en San Pedro $us 750 en la sección La Posta y entre $us 300 y 400 en la población. En Palmasola entre $us 1.000 y 3.000, depende si es extranjero o narco.

“La gente que no paga su seguro de vida o derecho de piso es sometida a actos inhumanos. Por ejemplo, en Santa Cruz a un recluso que no quiso pagar $us 2.000, le metieron un frasco de Baygon en el trasero. En La Paz hay casos similares”, dijo Llanos. Añadió que a los que pagan menos, les hacen limpiar o trabajar de lo que los delegados quieran, como empleados o peones, para compensar el pago.

Un exreo de San Pedro contó que los delegados se distribuyen las formas de cobro y extorsión a internos, en la puerta del penal exigen una entrada de Bs 20 por visita y en las secciones Bs 5. Agregó que ingresan prostitutas diariamente y que por mujer se eroga Bs 200 para delegados y policías. Los “fachos” (delegados), además, controlan la venta de droga, alcohol y comida.

El presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Rodolfo Calle, corroboró que existen vejaciones al interior de las cárceles del país, sobretodo “la extorsión y el saqueo de dinero”. Sostuvo que los órganos Ejecutivo y Judicial pueden frenar esta situación.

Balacera en El Abra deja 4 muertos y 11 heridos

El 15 de septiembre se desató una balacera por una pugna de poder que causó la muerte de cuatro reos en la cárcel de El Abra. La pelea se registró tras una fiesta en honor de la Virgen de Urkupiña. El delegado interno de El Abra Édgar Tancara y dos de sus colaboradores fueron acribillados por abusos de extorsión. También murió el agresor.

Pugna por el poder en Palmasola deja 35 muertos

El 23 de agosto de 2013 un ataque del Bloque B contra el Bloque A de la sección Chonchocorito de la cárcel cruceña de Palmasola, con armas blancas y garrafas de GLP, causó la muerte de 34 reos y un niño de año y medio. Los agresores buscaban quitar al Bloque A la administración del dinero que se recolectaba ilícitamente por extorsiones a reos.

En un ajuste de cuentas asesinan a ‘El Petas’

En noviembre de 2009 Alberto Abaroa Rubín de Celis, alias El Petas, que estaba preso por matar a cuatro policías, fue asesinado en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro. La causa, un ajuste de cuentas entre los reclusos por la disputa del control interno de la cárcel. El cadáver de Abaroa fue encontrado al lado de la lavandería.

Acribillan al ‘Junco’ en puertas de Chonchocoro

En noviembre de 2010, el peruano Carlos Junco Cáceres, alias el Junco, fue acribillado con nueve impactos de bala en cercanías del penal de Chonchocoro, tras ir a una audiencia en la ciudad de La Paz. El Junco dijo que tenía información clave sobre los autores intelectuales de un atraco a Vías Bolivia y la muerte de David Olorio en celdas policiales.

APDHB, alarmada por abusos en cárceles

En la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) están alarmados por la violación de derechos de los reos que hay en las cárceles de Bolivia. Denuncian que existe retardación de justicia y extorsión a los privados de libertad.

El pronunciamiento lo dio a conocer la vicepresidenta de la APDHB, Ligia Pinto, quien aseguró que la institución realizó visitas a los reos y recibió sus denuncias.

“Hemos visitado todas las cárceles del país y en todas hay una constante respecto al tema de retardación de justicia. Lo más preocupante es la extorsión latente en estos centros, sobretodo en el eje troncal, en donde alguien se aprovecha de los privados de libertad y se dice que están sobre las autoridades que resguardan las cárceles”, lamentó Pinto.

También dijo que otros problemas que existen son: el hacinamiento, la retardación de justicia y la falta de clasificación de los internos por delitos, además de sentenciados y preventivos que deben estar separados en el penal.

Por este motivo, la APDHB, dijo, solicitó en varias oportunidades a los operadores de justicia que cumplan su trabajo y resuelvan el tema de la dilación, que es un asunto lacerante para los presos. En el caso de extorsión, exigen que se hagan investigaciones claras, justas y concretas para sancionar y terminar con ese ilícito, pero aún no hallan una respuesta, afirman.

Pinto remarcó que en el tema del penal de El Abra, antes de la balacera que dejó cuatro muertos, la Policía no podía entrar al penal, hecho similar al de otros reclusorios.

Penal de Palmasola

Las extorsiones a los reclusos aún persisten

Trece meses después de la mayor reyerta desatada en la cárcel de Palmasola de Santa Cruz, que cobró la vida de 35 personas, la administración interna permanece bajo sus reglas ante la ausencia del Estado. Los testimonios de los privados de libertad confirman que los cobros ilegales por el “seguro de vida”, cambio de pabellón, alquiler de celdas, acceso a teléfonos y agresiones físicas y psicológicas, persisten.

Las pugnas de poder por la administración de las extorsiones continúa, cuentan los reclusos. Las promesas de cambio ofrecidas por autoridades de Gobierno, tras la pelea, solo quedaron en buenas intensiones, agregan.

El código del silencio impera en los pasillos del pabellón abierto (PC4), uno de los escenarios más poblados de Palmasola. Los reos evitan hablar de las irregularidades que ocurren en su interior por temor a represalias de los que tienen el control.

Este diario visitó el viernes Palmasola. Uno de los internos, que prefirió no identificarse porque dice que son controlados y reciben paliza, se limitó a expresar: “seguimos pagando seguro de vida, alquiler y algunas cuotas que nos sacan los jefes”, señala.

Según otros presos, “los jefes” les cobran desde $us 500 a los recién llegados por seguro de vida. El monto varía de acuerdo con el delito cometido. “Si es por narcotráfico, el monto puede doblarse; y si es un simple robo de bagatela, la cifra es inferior”.

“Estoy aquí más de cinco años y en este tiempo no he visto un solo cambio”, dijo otro privado de libertad, quien afirmó que ya no cree en las ofertas de mejoras de los ministros de gobierno.

Cárcel de San Roque Disciplina y estudio, como en un cuartel

La cárcel San Roque de Sucre funciona como un cuartel. Tiene normas disciplinarias rígidas, bajo el mando de los delegados de área que imponen respeto. Los internos salen con un oficio e, incluso, con un título académico bajo el brazo otorgado por la Universidad San Francisco Xavier.

Al igual que otros penales del país, el mayor problema radica en el hacinamiento. Esta cárcel fue construida en una extensión menor a una hectárea para cobijar a 60 internos, pero tiene a cerca de 500, de ellos, el 80% con detención preventiva.

El comedor se convierte en un gigante dormitorio por las noches, la pequeña capilla también alberga a los internos nuevos.

El general Juan Véliz, excomandante del Ejército, está a cargo de la disciplina y, junto a otros presos, controla el ingreso y salida de personas y la limpieza de los tres patios. El delegado de salud es el exprefecto de La Paz Luis Chito Valle, quien es el responsable de atender las 24 horas del día a sus colegas en un improvisado consultorio que, a la vez, es su dormitorio.

El almirante Luis Aranda es el encargado de estudios universitarios y dicta clases de inglés. El exalcalde de Sucre Fidel Herrera asesora a sus compañeros en temas judiciales y, además, elabora proyectos para conseguir financiamiento para obras.

La Alcaldía de Sucre y la Gobernación de Chuquisaca implementaron talleres de panadería y pastelería, tejidos, electricidad, metal mecánica, carpintería, peinados y una lavandería.

Este año, de 12 estudiantes de la carrera de Agronomía, ocho se titularán, tres por excelencia académica.

También se hace música. Hasta ahora, los internos produjeron dos discos con producciones en audio y video. Hasta fin de año, prevén sacar la tercera producción.

En El Abra, el temor reina Pagan ‘seguro sexual’ para no ser violados

Tras la balacera del 14 de septiembre en el penal de El Abra, en la que murieron cuatro reos por pugnas de poder para administrar extorsiones, se reveló que, al margen del derecho de piso y el seguro de vida, hay el seguro sexual que debe pagar el preso para no ser violado.

Existe temor entre los reclusos de ese penal y sus familiares para denunciar otras irregularidades, debido a que son amenazados.

“Hay historias de terror que no vamos a conocer debido al miedo”, dijo Andrés Cuevas, representante del Defensor del Pueblo en Cochabamba.

Todo empieza después de las 18.00, cuando la Policía deja la población penal y solo hace control perimetral. Los delegados de “disciplina” inician su tarea. Los cobros son lo primero. “Aquí todo se paga, yo pagué $us 2.000 por derecho de piso; si no pagas, te ‘bolsean’ (te asfixian con una bolsa en la cabeza)”, contó uno de los reclusos.

Los delegados fijan tarifas diferenciadas cuando llega un interno, según su estado socioeconómico y nacionalidad. Incluso tienen antecedentes de sus familiares.

“Mi papá fue traído por error, no había campo en Sacaba y cuando vino le pidieron $us 500, hemos tenido que rogarle a don Ariel Tancara (delegado asesinado) como a Dios para que acepte Bs 1.100”, dijo otra familiar.

La esposa de un reo contó que las torturas más terribles las hacen los “treinteros” (con sentencia de 30 años). Además cobran cuotas mensuales de Bs 200 por diferentes cosas.

Según Cuevas, la complicidad generó “redes de extorsión”. Un ejemplo es el caso de tres chilenos enviados a El Abra, en donde les pidieron $us 5.000 por persona, pero pagaron $us 2.000.

San Pedro de Oruro

Los cobros ilegales son sancionados

En el penal de San Pedro de Oruro los delegados no realizan ningún tipo de extorsión, sea por las celdas o seguros de vida. Los internos ingresan directamente a espacios comunes o “escuelas”, como la denominan, que hay en una de las secciones. Los cobros ilegales son sancionados.

“Los nuevos ocupan estas celdas o ‘escuelas’, y los antiguos pasan a las celdas que están ocupadas por dos, tres y cuatro internos. Por lo tanto, no hay celdas en alquiler en Oruro porque estos centros son propiedad del Estado, no de los internos”, aseveró el delegado de la Primera Sección, Juan Carlos Peredo.

El entrevistado aseguró que ningún privado de libertad paga ni un centavo por casos de extorsión. Advirtió que cuando se encuentra a algún preso en actos de extorsión, éste es castigado, obligándole a dejar su celda y enviarlo a un espacio común o “escuela”.

La directora departamental de Régimen Penitenciario de Oruro, Sandra Soto, confirmó que no existen extorsiones en este penal, aunque aclaró que en algunos casos se hacen “pequeños aportes” (sin especificar de cuánto) para la compra de payasas y frazadas, para compartir con los reclusos que no tienen nada. “Es una forma de solidaridad entre ellos”, dijo.

Soto explicó que cada “escuela” tiene capacidad para albergar de 40 a 70 reclusos, según el tamaño de la celda común, que incluso puede ser de dos pisos, como en la Sección Quinta de esta penitenciaría.

Los más de 630 internos, entre hombres y mujeres, exigen mejoras en la atención de salud.