El debate electoral, que se desarrolla virtualmente en los medios de comunicación, tiene cuatro lugares comunes, es decir, temas de los que se habla mucho y se dice poco: la inseguridad ciudadana, la reforma judicial, la educación y el narcotráfico.
Según el analista Marcelo Silva, los temas estructurales a ser discutidos son “evitados” por los candidatos o son tratados con “superficialidad”.
Algunos de los lugares comunes que son mencionados hasta el cansancio por los candidatos de esta elección son temas estructurales, pero “son abordados como una muletilla para atacar o desacreditar al rival político eventual y no de una forma seria con propuestas”, juzga.
“Los partidos, incluidos el MAS (Movimiento Al Socialismo), evitan un tratamiento sistemático de los temas estructurales”, coincide el sociólogo y especialista en gobernabilidad, Franco Gamboa. De este modo, los candidatos “se dedican a hablar de temas que ellos consideran que son demandas de la población. Ahí aparece el tema de la inseguridad ciudadana”, dice el sociólogo Jorge Komadina.
Es cierto que este tema es sacado a colación en los medios por todo nivel de candidatos. Mientras los opositores culpan de la delincuencia al Gobierno, sus contendores oficialistas defienden las medidas que han realizado. Sin embargo, convienen en que la solución pasa por una cuestión de cantidad en lugar de calidad: aumentar las penas carcelarias o volverlas acumulativas en otros casos.
Gamboa menciona que esta problemática se ha notado más por la violencia contra la mujer. “Esto tampoco ha sido enfrentado a profundidad en el debate”, sostiene.
Justicia. En el tópico de la seguridad ciudadana también debería entrar una discusión sobre las reformas de la Policía y los tribunales de justicia, nota el sociólogo Jorge Komadina.
Sobre la Policía, los cinco programas de gobierno hablan de modernizar a la institución, no obstante, en sus intervenciones en medios se omite cómo hacerlo. Acerca de la reforma judicial, en la discusión hay consenso en que se debe hacer algo.
A diferencia de ahora, hace meses, cuando la crisis judicial emergió luego que el presidente Evo Morales asegurara que “poner ponchos y polleras” en las magistraturas no había logrado cambiar nada, ya hubo un amplio debate político en medios al respecto, con propuestas del Movimiento Al Socialismo (MAS), el Movimiento Sin Miedo (MSM) y Unidad Nacional.
Otro estribillo electoral es el del narcotráfico. Acá los candidatos opositores no solo culpan al Gobierno del aumento de este delito, sino que incluso se señala (Jorge Quiroga, del Partido Demócrata Cristiano) que la administración del MAS colindaría con esta ilícita actividad.
El debate se centra en traer o no de nuevo a la DEA, políticas de reducción de cultivos, impuestos a la coca, la estatización de la planta. “En este tema, no se debate lo que está en boga en Latinoamérica, es decir la despenalización de las drogas. De eso no se ha dicho nada”, propone Komadina como vértice de una posible discusión del fondo del tema.
La educación es otro de los caminos recorridos frecuentemente por los candidatos con enunciaciones sobre incrementar la inversión en el rubro, aunque no se establece una ruta crítica respecto a la calidad de la educación en función de las necesidades del país.
“No se preguntan, por ejemplo, por qué hay mucho más presupuesto para defensa (para las Fuerzas Armadas) que para la educación”, problematiza Komadina. Los problemas en la educación escolar y superior “son profundos”. “La educación superior pública está encerrada en la autonomía y la privada se resume es una frase: institutos de titulación”, describe Gamboa, para quien de este tema “no dicen nada ni las propuestas de descolonización ni la reforma educativa Avelino Siñani”.
Entonces, éste podría ser un eje del discurso opositor para mostrar su oferta electoral específica.
ESTRUCTURAL.“Se dice mucho sobre este tema (educación) pero nada de lo estructural como la aplicación de los recursos IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos), las políticas de admisión de los docentes, control de estándares de calidad o la falta de institucionalidad de la educación”, cuestiona Gamboa.
Frente a este panorama que los analistas no ven como alentador hay que añadir un factor que no ayuda a la reconducción del debate electoral: el corto tiempo que resta para el 12 de octubre. Son menos de 14 días hasta las elecciones y solo 11 más en que se permite socializar los proyectos de país.
Entonces. ¿los partidos desaprovecharon los tres meses de campaña?
Tópicos en tiempos de campaña
Justicia. La reforma judicial ha sido uno de los temas en boga.
Educación. Es uno de los lugares que frentes ven como falencia.
Drogas. La oposición ha hecho de este tópico una de sus banderas para atacar al Gobierno.
Seguridad. Tal vez la inseguridad ciudadana sea el lugar más frecuentado por los candidatos.