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Wednesday 1 May 2024 | Actualizado a 00:08 AM

David Choquehuanca: El tejedor que hilvanó el ‘proceso de cambio’

Tras nueve años en el cargo, repasa la génesis del actual proceso político. ‘El Canciller de Libia le dijo a Evo Morales y él me señaló a mi: Él va a ser tu canciller’, rememora.

/ 22 de enero de 2015 / 22:16

El despacho del Canciller ha sufrido cambios, aunque para David Choquehuanca “el sistema” contra el que luchó sigue ahí. “Fue lo que heredamos”, dice, pero se plantea, una vez más, el reto de ser un “tejedor” para articular y preparar a nuevos líderes que hagan posible la transformación del Estado para el “vivir bien”.

“No quiero estar de espaldas al Presidente”, afirma para justificar la nueva ubicación de los muebles de la oficina. El escritorio del jefe de la diplomacia boliviana, ubicado en el tercer piso del histórico edificio de la Cancillería, estuvo por muchos años de espaldas a un gran ventanal que da a la plaza Murillo, el centro del poder político del país. Ahora, es posible ver el Palacio Quemado desde la nueva ubicación de la mesa de trabajo. Han pasado nueve años desde que se sentó por primera vez allí y Choquehuanca mira atrás para recordar el camino recorrido. “Me siento muy bien”, asegura.

Conoció a Evo Morales en 1984, durante un encuentro de jóvenes campesinos de las provincias de La Paz. “Era un invitado, pero los periodistas solo lo buscaban a él. En esos años ya se hablaba de él. Algo había, ¿no?”, recuerda hoy uno de los dos colaboradores que está junto al Presidente desde enero de 2006.

— ¿Cómo ha sido este viaje junto al presidente Morales?

— Nos organizamos a finales  de los 80 con Evo Morales para defender nuestros derechos desde nuestras organizaciones —afiliadas a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, (CSUTCB)—. Decidimos ser parte de las organizaciones matrices del movimiento campesino-indígena. Cuestionamos, en ese momento, que en el congreso (campesino) de 1988  nuestros dirigentes, Genaro Flores y Víctor Morales, discutiesen sobre quién robó más de los fondos Coraca (Corporación Agraria Campesina) y eso molestó a las bases. Llevamos a cabo un congreso extraordinario en Potosí y se expulsó a Genaro Flores y a otros dirigentes por la mala administración de los recursos que estaban destinados a construir el brazo económico de la CSUTCB; hasta ese momento no se habló de un brazo político ni de rupturas con el sistema.

(En el congreso de 1988 se aprobó el documento político Poder Popular basado en una verdadera Democracia. En ese encuentro, los dirigentes habían debatido, pero sin validar, la propuesta de los Ayllus Rojos, que planteó la lucha armada, y otra de la Federación Regional Única de Trabajadores del Altiplano Sur (FRUTCAS), sobre un espacio propio de formación política).

— ¿Cómo se proponían los documentos políticos. Ya se planteaba entonces la toma del poder?

— En 1988 empezamos a trabajar y se hizo otro congreso en Tarija, donde ya se hablaba de que teníamos que tener nuestro propio instrumento político y en los años 90, nos reunimos. Evo Morales, de Cochabamba; Félix Santos, de Potosí; Gareca, de Tarija; Juan de la Cruz; Felix Cárdenas, de Oruro,  otro dirigente Rocha, cercano a Evo Morales, y yo decidimos trabajar ya no para los partidos, sino para noso- tros. Antes solo los partidos presentaban documentos políticos, incluso en nuestros congresos. Nosotros en ese entonces no teníamos claras las cosas. Queríamos generar un movimiento.

— Pero ya había una lucha para ganar espacios de representación política en el país

— Sí claro. Pero desde el Congreso extraordinario de Potosí empezamos a trabajar en la campaña “500 años de resistencia”; yo viajé en 1985 a Cuba para participar de un curso de capacitación y desde 1989 ya había encuentros en Nicaragua, Ecuador, Bogotá. Esto hizo que los dirigentes sean invitados al exterior y cuando ese dirigente regresaba, ya no era el mismo, pues ya había ido a un evento internacional y ya tenía ese agregado. El presidente Morales fue a varios eventos internacionales y eso lo hizo crecer y a otros dirigentes también. No habíamos pensado en una organización política, pero sentíamos la necesidad de organizarnos. En esos encuentros decidimos construir un movimiento político. Dijimos: “Hasta aquí hemos resistido y después de 500 años ya no podemos seguir resistiendo, pues nos tienen que respetar”. Y en Bolivia creamos una comisión, siempre apoyada en la CSUTCB, y trabajamos.

En los 90 nos reunimos en una comunidad de Apaña. Ahí decidimos construir el instrumento político (que sería luego la base del actual Movimiento Al Socialismo-MAS). El Manifiesto de Apaña lo firmamos mi persona, el presidente Morales, Gareca, Félix Santos, Juan de la Cruz, Javier Poma, dirigente en ese entonces del radio urbano de La Paz, Félix Cárdenas. Invitamos a Víctor Hugo Cárdenas para que pueda ser él nuestro líder con Evo.

(Víctor Hugo Cárdenas, vinculado con el Movimiento Katarista de Liberación, fue parte de la construcción de la propuesta. No obstante, en 1993, Cárdenas decidió acompañar a Gonzalo Sánchez de Lozada como candidato a la Vicepresidencia en los comicios que finalmente ganó. “Teníamos un programa radial con Cancio Mamani en la Radio San Gabriel y comenzamos a hablar y los dirigentes decían: Muere el Víctor Hugo katarista y nace del Víctor Hugo cataclista”, recuerda Choquehuanca. De hecho, la decisión crea desazón entre los jóvenes dirigentes, especialmente en Evo Morales. El MNR y los actores del desaparecido sistema de partidos habían buscado a los dirigentes indígenas y campesinos tras las multitudinarias manifestaciones que se produjeron el 12 de octubre de 1992 con motivo de “los 500 años de resistencia”. El movimiento fue la cara opuesta de  las celebraciones que propició España por los 500 años “del descubrimiento de América” y que sembró las bases para las cumbres iberoamericanas).

— ¿Cómo fueron esas marchas por los 500 años?

— Ya teníamos nuestro Manifesto de Apaña que decía ya no trabajar para los partidos, trabajar para nosotros mismos y recuperar nuestra identidad. Dijimos: Somos personas, somos jaqi. Hemos movilizado 70.000 hombres y mujeres. Los de la CSUTCB, que estaba en manos del MBL (Movimiento Bolivia Libre) del que era dirigente Paulino Guarachi, no querían convocar y nosotros (las bases) nos hemos impuesto. Esta campaña ha significado un proceso de interpelarnos a nosotros mismos. Era un despertar de conciencia, de valorar nuestra identidad. Hemos rodeado la plaza Murillo y la gente se ha asustado y uno de los actores fundamentales fue el presidente Morales y Víctor Hugo Cárdenas era nuestro ideólogo. Hubo una acumulación de fuerza política. ¿Quién capitaliza eso?

(En la página A7 de la edición de La Razón del 13 de octubre de 1992 se lee una crónica de la marcha. Los campesinos y el mismo Guarachi rodearon la plaza Murillo asegurando que estaban cerca del poder. Otro grupo fue a la cárcel de San Pedro para declarar a los activistas detenidos del Ejército Guerrillero Túpac Katari-EGTK como “presos políticos”. Era un punto de inflexión. Los campesinos habían decidido construir un instrumento político propio. Pero apenas al nacer, el proyecto fue golpeado por “la traición” de Cárdenas. Choquehuanca trabajaba en la ONG Nina desde donde volvió a reanimar a sus hermanos, a conectar y tejer con la mirada en las elecciones generales de 1997. Buscaban el voto antes que las armas, ésa era la ruta).

— ¿Fue en 1997 cuando se eligen los primeros diputados del movimiento campesino?

— Nos prestamos la sigla de la Izquierda Unida (IU), luego de la ruptura de los engaños del Eje-Pachacuti de Ramiro Barrenechea. Pero en 1997 ganamos nuestros primeros diputados (uninominales): Evo Morales, Román Loayza, Félix Sánchez, Néstor Guzmán. Cuatro y puro cochabambinos, y no sabíamos cómo íbamos a festejar. La mujer de Félix Sánchez llegó y exclamó: “Ahora qué vamos a hacer”. No tenía dónde llegar y yo le respondí: “Ven a mi casa”. Cocinamos; tenía buena relación con los maestros rurales de La Paz y ellos nos facilitaron el local para que hagamos nuestra fiesta. Mi compañera trabajaba en el colegio Marcelo Quiroga Santa Cruz, donde tenían un conjunto de zampoñas. Le dije:  “Tienes que traer tu conjunto”. Leonilda Zurita llevó chicha de Cochabamba y Silvia Lazarte, la comida. Nos organizamos, dimos algunas cuotitas, porque no teníamos nada. Salieron los compañeros del Congreso, fue emocionante ese 6 de agosto. Nos farreamos hasta no poder (ríe). Luego trabajamos en la unidad con Felipe Quispe y Evo Morales, pero esa ya es otra historia.

— ¿Fue asesor de Morales?

— Sí. Incluso figuro en las planillas del Congreso como asesor. De Román Loayza era su asesor, porque él era cuarto secretario de la Cámara de Diputados y ellos confiaban en mí.

— ¿Pensó en ser Canciller?

— En uno de esos viajes (que se coordinaban desde la ONG Nina con presencia en 120 países) viajamos entre 1997 y 1998 a Libia; lo hicimos por Malta, en barco. Porque había castigo, un bloqueo aéreo. Nos recibió el Canciller. Ya era diputado Evo Morales; le hicieron seguimiento desde afuera y yo no sé por qué. Charlamos informalmente y le dijo a Evo: “Vas a llegar a ser Presidente. Tienes que estar organizando desde ahora cómo va a ser tu gobierno”. Y el anfitrión agregó: “Tienes que saber quién va a ser tu Canciller, desde ahora” y el Presidente le respondió: “Ya tengo”. “¿Y quién va a ser?”, le contestó. “Él va a ser”, le dijo Evo y me señaló a mí.

Organizaba viajes a los foros sociales de los dirigentes. Estaba en eso. El 23 de enero de 2006 (tras la victoria de 2005) yo tenía pasajes para irme al Foro Social de las Américas, en Caracas. “¿Quién puede ser, quién puede ser?”, me comentaba, porque más antes ya me habían propuesto que sea senador, y yo respondía: “Paso”. Entonces me pedía: “Busca a uno”. No me imaginaba ser Canciller, ni quería. Tenía que viajar el 23. Y el último día me propuso y acepté. El domingo hice mi declaración jurada. El Contralor vino a las 18.00.  Asumimos como una responsabilidad histórica, estamos viviendo un proceso histórico. Me siento bien.

Ahora, si el Presidente toma la decisión de que lo colabore desde otros espacios, de todo corazón lo hago desde cualquier espacio. Si el Presidente decide que lo siga apoyando desde aquí, igual lo hago. Aunque quisiera apoyarle desde los movimientos sociales. Tengo otras capacidades, yo soy un organizador, un tejedor para la formación, para generar un tipo de pensamiento nuevo, un comportamiento diferente.

— ¿Cómo se han superado las crisis. Qué nos puede decir, por ejemplo, de Philip Goldberg, el embajador de EEUU?

— Goldberg, el que ha sido expulsado. Estábamos en una reunión con él aquí (septiembre de 2008). De pronto, me llamó el Presidente. Entonces le dije a Goldberg: “Discúlpeme un ratito, tengo que atender esta llamada”. Salgo y el Presidente me preguntó: “¿Qué estás haciendo, dónde estás? “Aquí, en una reunión con el Embajador de Estados Unidos”, le respondí. “Acabo de expulsarlo”, me informó. ‘Está bien Presidente, le voy a comunicar’. Entré a la reunión, porque el Presidente estaba subiendo a El Alto después de hacer pública la declaración de persona non grata. Y mientras yo estaba hablando, seguramente, ya le comunicaron la noticia y él estaba nervioso. Salí y le comuniqué: “Señor embajador, usted acaba de ser declarado persona non grata y acaba de ser expulsado. Quiero comunicarle que la reunión no puede continuar”. No era necesario una nota. Después formalizamos. Ahora, hemos suscrito un acuerdo marco de respeto mutuo para que las relaciones con Estados Unidos sean acorde a lo que establece las Naciones Unidas, con una cooperación acordada y, en nuestro caso, que responda a nuestro plan nacional de desarrollo.

— ¿Cuáles serán los desafíos de las relaciones con el Perú?

— Siempre hay problemas que se resuelven y esta es la dinámica que tenemos con los países y es que son tantos los temas que se tocan y hay intereses que ellos tienen que defender y nosotros tenemos que defender. Se ha avanzado con el Perú en trabajar en un nuevo protocolo de Ilo. Ese protocolo tenía que aprobarse en su Congreso. Y no se aprueba y en la última reunión de nuestro Mandatario con el presidente (Ollanta) Humala hemos quedado que vamos a abordar todos los temas. Somos países hermanos y necesitamos sentarnos y vamos a organizar un gabinete binacional con el Perú para el primer semestre del año.

— Brasil aún no ha enviado a un embajador titular

— El problema es el Congreso de Brasil. Entonces, esperamos que este nuevo Congreso pueda aprobar la designación del embajador.

— ¿Se puede trabajar con Chile en una agenda paralela al juicio?

— Hay temas que tienen su curso normal. Con Chile, la relación también se ha mediatizado y se dicen cosas que nada tienen que ver. Ya están viendo fantasmas los medios de Chile. Están preocupados, pero lo que nosotros queremos es tener buenas relaciones, de hermandad, tanto potencial que existe. Si nosotros trabajamos juntos, ambos pueblos van a beneficiarse.

— ¿Fue la idea del Presidente?

— Sí. Él siempre toma la idea.Y se lleva esto a La Haya.

Formador. El 7 de mayo cumplirá 54 años. Más de la mitad de esa vida, 32 años, ha buscado liderazgos para recuperar la identidad del país. Se plantea el reto de forjar un nuevo pensamiento en favor de la Madre Tierra

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Loyola impartirá un diplomado sobre acceso estratégico al mar

El diplomado desarrollará durante cuatro meses un temario sobre la historia marítima del país y las perspectivas de Bolivia en el marco del derecho marítimo, además de la visión del Estado hacia la Hidrovía Paraná-Paraguay y la amazonía.

/ 15 de junio de 2019 / 10:18

Con el respaldo de un grupo de profesionales y militares, la Universidad Loyola impartirá —a partir de este 22 de junio— el primer diplomado sobre el acceso estratégico al mar, informaron los organizadores de esta iniciativa académica.

El promotor de esta iniciativa es el abogado Raúl Ruíz, quien además dirige el Centro de Investigación y Desarrollo Profesional (Cindepro). Es una entidad tiene como objetivo la formación especializada de profesionales en asuntos estratégicos y de geopolítica. 

“El diplomado, Planificación estratégica para el desarrollo del Estado y el mar, pondrá a disposición de los profesionales que acudan a este curso elementos de análisis histórico y legal sobre el derecho del mar y el interés geoestratégico del país”, explicó Ruíz a La Razón.

El diplomado desarrollará durante cuatro meses un temario sobre la historia marítima del país y las perspectivas de Bolivia en el marco del derecho marítimo, además de la visión del Estado hacia la Hidrovía Paraná-Paraguay y la amazonía. 

Los historiadores y militares Luis Alcázar, Víctor Jemio y Edwin De la Fuente, además del almirante Hans Pinto y el abogado Joaquín Vásquez junto a otros expertos serán parte del equipo académico facilitador. 

“Además, se  realizarán 11 exposiciones magistrales sobre las aguas del Silala, la visión boliviana hacia el Atlántico”, apuntó Raúl Ruíz. Mayores informes al WhatsApp 60695532. (15-06-2019)

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La aprobación histórica está en el 49,3%

Evo Morales tiene mejor aceptación en poblados rurales encuestados

/ 26 de mayo de 2019 / 12:05

¿Cuál es la imagen que proyecta el presidente Evo Morales luego de más de 13 años? Casi la mitad de los encuestados por Tal Cual, el 49,3%, dijo que el gobernante es un muy buen y buen presidente, frente al 43% que tiene una percepción diametralmente opuesta.

Estos indicadores quedaron así luego de la ponderación nacional, pues en las regiones los datos reflejan variaciones y más aún cuando se hace una comparación entre ciudades capitales, ciudades intermedias con poblados rurales  que participaron de esta encuesta que se aplicó sobre la base de una muestra de 2.250 con un margen de error máximo de 2,5 puntos.

En las nueve ciudades capitales, además de El Alto, el 27,31% consideró “mal presidente” a Morales, un dato que se contrapone al 39,30% de adhesiones que generó la variable “buen presidente” en los 31 poblados rurales donde se aplicó el cuestionario con el que se recogieron estos datos.

Así, la variación resulta aún mayor si se observa la variable “muy buen presidente” en las ciudades capitales (15,24%) contrapuesta al 25,58% que alcanzó el Jefe del Estado en esta categoría.

Pero las puntuaciones más bajas, para la variable “muy mal presidente” que alcanzó Evo Morales en este trabajo, están en las ciudades intermedias (10%) y poblados rurales (5,35%) del país, pues los encuestadores llegaron, además, a 17 ciudades intermedias, distribuidas en todo el territorio nacional, tales como Riberalta en la Amazonía o Viacha en la parte andina, además de Quillacollo en los valles de Cochabamba.  

APROBACIONES. Junto con la información de aceptación o valoración histórica de Evo Morales, la encuesta indagó sobre la aprobación del vicepresidente Álvaro García Linera y el equipo de ministros designados este año.

La información se recogió entre el 25 de abril y el 12 de mayo, en momentos en los que se desveló el llamado caso Montenegro que afectó a jefes policiales por sus vínculos con el narcotráfico.

Mientras el Presidente condensó un indicador de aprobación del 46,18% (47,73 de desaprobación), García Linera se ubicó nueve puntos por debajo con un 37% de adhesiones frente al 55,42% de rechazo, siempre según el sondeo.

La situación del consejo de ministros que acompaña a Morales tampoco es mejor, pues el 30,67% de los consultados por Tal Cual aprobó su gestión, mientras que el 61,65% le puso nota de aplazo.

Ahora bien, si se miran los datos en función de las regiones, en las nueve ciudades capitales, además de El Alto, es donde las percepciones de desaprobación predominan, tanto para Morales como para el Vicepresidente y el gabinete, que en todos los casos tienen las menores puntuaciones.

No obstante, en las ciudades intermedias se destaca el nivel de desaprobación de los ministros en comparación con el resto de las variables planteadas en el sondeo.

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El primer test urbano-rural le da a Evo Morales 11 puntos de ventaja

Los datos de Tal Cual para La Razón muestran que el 16,2% de los encuestados optó por no revelar su voto, sea por cuestiones naturales de reserva o simplemente porque aún no asumió una decisión.

/ 19 de mayo de 2019 / 01:36

La primera encuesta de alcance urbano-rural de este año otorga al presidente Evo Morales un 38,1% de intención de voto, 11 puntos por encima de Carlos Mesa, quien con 27,1% parte segundo en esta carrera electoral.

Esta primera fotografía, captada por la empresa Tal Cual para el periódico La Razón sobre la intención de voto, tuvo una muestra de 2.250 entrevistas que se aplicaron entre el 25 de abril y el 12 de mayo con un margen de error máximo de 2,5 puntos.

El candidato presidencial de la alianza Bolivia Dice No (21F), Óscar Ortiz, se ubicó en el tercer puesto con el 8,7% de opciones, mientras que el postulante por Unidad Cívica Solidaridad (UCS), Víctor Hugo Cárdenas, ha logrado el cuarto escaño con el 3,6%.

La lista continúa con el sexto peldaño que fue para el expresidente Jaime Paz Zamora (2,8%), aspirante a la silla presidencial por el Partido Demócrata Cristiano (PDC). Debajo de este líder se ubicó el empresario Virginio Lema, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que obtuvo apenas el 1,9% de las menciones de intención de voto.

Los dos últimos candidatos que cierran este sondeo nacional son Félix Patzi (1,3%), gobernador de La Paz y líder nacional del Movimiento Tercer Sistema (MTS), y la activista Ruth Nina, del Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol), que apenas ha logrado medio punto porcentual.  

La encuesta, la primera de este año que se ha planteado una meta urbano-rural, recogió información de las nueve capitales de departamento, además de El Alto; de 17 ciudades intermedias, entre las que se mencionan a poblaciones emergentes como Quillacollo, Viacha, Riberalta, Yacuiba y Tupiza, entre otras. La muestra también procesó las percepciones electorales y políticas de ciudadanos de 31 poblaciones rurales, muchas de ellas alejadas de los centros urbanos. 

Ajustando la lupa sobre las regiones, los datos demuestran una mayor presencia del expresidente Carlos Mesa (2003-2005), de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), en los resultados de intención de voto de las nueve capitales, además de El Alto. El exgobernante tiene así 32,6% de preferencias, 1,6% por encima del presidente Evo Morales, que logra el 31% de adhesiones con miras a las elecciones del 20 de octubre.

Precisamente, a cinco meses de los comicios, Mesa aparece como el mejor posicionado en Potosí (33%), con seis puntos de ventaja sobre Morales y en Tarija (37%) con 10 peldaños por encima del candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS). En tanto, con mayores puntajes, Evo Morales se ubica con el 47% en Cochabamba, 18 puntos por encima de Mesa; con 46% en Oruro el líder oficialista está al frente del 25% de Mesa. La diferencia es aún mayor en la Amazonía, pues en Pando el candidato que busca la reelección tiene el 43% de las preferencias, muy por encima del candidato de CC (12%). En Chuquisaca y Beni, el MAS logró el 38% de las preferencias, frente al 29% y 18% del aspirante ubicado en segundo lugar según los datos de esta encuesta.

Los datos del tercero, Óscar Ortiz, en Chuquisaca (11%,) Potosí (11%) y Santa Cruz (18%) genera una presencia que avisa a los candidatos de un escenario que promete una fuerte disputa para los meses venideros. Lo que no ocurre con la fotografía de La Paz que presenta básicamente dos aristas divididas entre Morales (38%) y Carlos Mesa (33%), frente al tercero, Ortiz, que solo proyecta una intención de voto del 2%.

El rostro rural y de las 17 ciudades intermedias donde se aplicó esta encuesta ofrece otra lectura con un Evo Morales que supera el 50%, frente al 16,5% (poblados rurales) y 17,6% (ciudades intermedias) que logró Mesa en este estudio de percepciones.

Sobre la base del padrón electoral, aplicado para el referéndum constitucional del 21 de febrero (6,4 millones de electores), el 43% de los votantes estaban concentrados en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, las más pobladas del país; mientras que el 18% estaba en poblados del campo donde existían menos de 2.000 habilitados; 12% donde habían hasta 10.000 registros, 14% con más 50.000 electores y el 11% en ciudades intermedias. La base de datos para los residentes bolivianos en el extranjero llegó entonces al 2%.

Indefinidos. Los datos de Tal Cual para La Razón muestran que el 16,2% de los encuestados optó por no revelar su voto, sea por cuestiones naturales de reserva o simplemente porque aún no asumió una decisión. Este indicador en el área rural es mucho más elevado, pues allí el dato trepa al 23,5% y a 17,6% en las ciudades intermedias. En las capitales, además de El Alto, 13,7 puntos porcentuales  son para el “voto oculto” o eventualmente de indecisos.

Siempre a la luz de este primer mapa de percepciones, es posible advertir una pugna por bloques, pues además de Evo Morales (38,1%) y Carlos Mesa (27,1%), el resto de las oposiciones, Ortiz incluido, alcanzan el 18,8% de aceptación. Este dato, junto con el indicador del voto no revelado o de indecisos, es otro aviso sobre el escenario sobre el que se aplicarán las estrategias electorales.

FICHA TÉCNICA

Muestra de 2.250 personas de 18 a 70 años, hombres y mujeres, de todos los niveles socioeconómicos. Aplicada en capitales más El Alto (1.450), 17 ciudades intermedias (370) y 31 poblaciones rurales (430) de los 9 departamentos.

Muestreo probabilístico. Las zonas censales seleccionadas con base en la cartografía del INE. Margen de error del +/- 2,5%; confiabilidad 95%.

El trabajo de campo ha sido desarrollado entre 25 de abril y 12 de mayo. La encuesta fue realizada por la empresa Tal Cual Comunicación Estratégica que trabaja en Bolivia desde el año 2012 en servicios de investigación de opinión pública y que ha efectuado más de 500 encuestas de diversa naturaleza.

Mario Cañipa Vargas

La primera encuesta con representatividad nacional.

Más que con una oportuna lectura del momento electoral que vivimos, diría que, con una visión estratégica empresarial amplia, La Razón decidió incluir la estadística; información debidamente obtenida y procesada a través de un mecanismo científico que llegará en formato de encuestas.

Como empresa especializada en el rubro, tocaremos periódicamente las puertas de la gente a nombre del periódico para preguntarle su opinión respecto a una diversidad de temas de interés, como lo hicimos para el desarrollo de esta encuesta que presentamos ahora y cuyos resultados describen, de manera responsable, en qué piensan los bolivianos en esta etapa.

Desplegamos a un ejército de personas debidamente capacitadas a lo largo y ancho del país —éste es un trabajo con verdadero alcance nacional— que siguieron una metodología acreditada de recolección de información, que cumple estándares internacionales y protocolos que garantizan la calidad de los datos.

Trabajamos con un muestreo probabilístico de 2.250 entrevistas, una muestra lo suficientemente grande que asegura resultados concluyentes. Se tienen representatividad nacional, consistencia metodológica y validez estadística. Esta es una muestra de cómo trabajaremos en la etapa electoral, con la premisa de dar información seria para que usted saque sus propias conclusiones. Esto apenas empieza.

*Mario Cañipa Vargas, gerente general de Tal Cual Comunicación Estratégica.

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Canelas: Impuestazo de 2003 mostró el fracaso del modelo político excluyente

Los policías se habían declarado en huelga debido a la decisión del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de aplicar un mayor impuesto sobre los salarios, de manera los que tenían pocos ingresos estaban obligados a pagar un elevado tributo.

/ 11 de febrero de 2019 / 23:26

El ministro de Comunicación, Manuel Canelas, recordó este lunes el histórico episodio del “Impuestazo de 2003” que provocó un enfrentamiento entre policías y militares que dejó un saldo de 31 personas fallecidas, entre civiles y uniformados. 

“El impuestazo de 2003 mostró el fracaso económico del modelo: Nunca llegó el desarrollo por goteo y el país terminó quebrado. También el fracaso político: El excluyente grupo dirigente, huérfano de apoyo social, provocó un enfrentamiento fratricida en la misma plaza Murillo”, escribió la autoridad en su cuenta de Twitter (@ManuCanelas).

Entre el 12 y 13 de febrero de 2003, un grupo de militares que custodiaba el Palacio Quemado se enfrentó con armas de fuego contra los policías del entonces Grupo Especial de Seguridad (SEG), que se pertrechaba en un edificio contiguo al edificio de la Cancillería. 

Los policías se habían declarado en huelga debido a la decisión del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de aplicar un mayor impuesto sobre los salarios, de manera los que tenían pocos ingresos estaban obligados a pagar un elevado tributo. La idea del Gobierno de entonces era bajar el déficit fiscal que redujo, incluso, la capacidad de pago de salarios. 

“El impuestazo de febrero de 2003 afectaba el salario de los obreros y la clase media y fue aprobado por Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos de Mesa, por orden del FMI, para pagar el déficit fiscal de 8,9 puntos del PIB ($us 800 MM). Esta medida produjo el levantamiento del pueblo”, escribió el presidente Evo Morales más temprano en su cuenta en Twitter (@evoespueblo).

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Canelas: Impuestazo de 2003 mostró el fracaso del modelo político excluyente

Los policías se habían declarado en huelga debido a la decisión del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de aplicar un mayor impuesto sobre los salarios, de manera los que tenían pocos ingresos estaban obligados a pagar un elevado tributo.

/ 11 de febrero de 2019 / 23:26

El ministro de Comunicación, Manuel Canelas, recordó este lunes el histórico episodio del “Impuestazo de 2003” que provocó un enfrentamiento entre policías y militares que dejó un saldo de 31 personas fallecidas, entre civiles y uniformados. 

“El impuestazo de 2003 mostró el fracaso económico del modelo: Nunca llegó el desarrollo por goteo y el país terminó quebrado. También el fracaso político: El excluyente grupo dirigente, huérfano de apoyo social, provocó un enfrentamiento fratricida en la misma plaza Murillo”, escribió la autoridad en su cuenta de Twitter (@ManuCanelas).

Entre el 12 y 13 de febrero de 2003, un grupo de militares que custodiaba el Palacio Quemado se enfrentó con armas de fuego contra los policías del entonces Grupo Especial de Seguridad (SEG), que se pertrechaba en un edificio contiguo al edificio de la Cancillería. 

Los policías se habían declarado en huelga debido a la decisión del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de aplicar un mayor impuesto sobre los salarios, de manera los que tenían pocos ingresos estaban obligados a pagar un elevado tributo. La idea del Gobierno de entonces era bajar el déficit fiscal que redujo, incluso, la capacidad de pago de salarios. 

“El impuestazo de febrero de 2003 afectaba el salario de los obreros y la clase media y fue aprobado por Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos de Mesa, por orden del FMI, para pagar el déficit fiscal de 8,9 puntos del PIB ($us 800 MM). Esta medida produjo el levantamiento del pueblo”, escribió el presidente Evo Morales más temprano en su cuenta en Twitter (@evoespueblo).

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