El mandatario Evo Morales convocó ayer a Estados Unidos a “intercambiar” embajadores, con el fin de normalizar las relaciones bilaterales, afectadas desde 2008 tras la expulsión del embajador Philip Goldberg, empero bajo la condición del “respeto único”,
“Queremos diálogo con todo el mundo, incluido (con) el Gobierno de Estados Unidos. Si (EEUU) quiere mandarnos su embajador, que venga, nosotros también vamos a mandar bajo un respeto único”, señaló el gobernante en los actos conmemorativos del 121 aniversario de la municipalidad amazónica de Riberalta, en Beni.
La señal más clara de parte de Washington se visibilizó el 22 de enero, cuando el presidente Barack Obama envió una delegación de alto nivel al país en ocasión de la investidura del tercer mandato del presidente Morales. La delegación estuvo dirigida por el subsecretario de Estado para la Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Tom Malinowski.
Saludo. “Quisiera reiterar el anhelo que tenemos en EEUU de continuar con la relación productiva con Bolivia en los próximos meses”, indicó la autoridad estadounidense tras sostener una reunión con el jefe de la diplomacia boliviana, David Choquehuanca.
El presidente Morales, a su turno, saludó la voluntad política de su par Obama de enviar una comisión al acto de posesión. “Tenemos mucho deseo de reponer nuestros embajadores, lo único que pedimos es respeto”, remarcó entonces el Mandatario. “Que no nos manden (embajadores) para que nos dominen, para que hagan golpe de Estado”, complementó.
En diciembre de 2014, Bolivia planteó a Estados Unidos un encuentro de “alto nivel” entre los presidentes Morales y Obama para encaminar las relaciones. El Gobierno boliviano expulsó también a dos agencias de Estados Unidos, tras acusarlas de injerencia en los asuntos internos del país.