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Presidente convoca al equipo de la demanda para definir alegatos

Con el propósito de definir los alegatos con los que Bolivia acudirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y así responder al incidente que planteó Chile para eludir el litigio internacional por la demanda marítima, el presidente Evo Morales convocó al equipo jurídico que le asesora.
Bolivia presentó en abril de 2013 una demanda para que ese tribunal obligue a Chile a negociar de “buena fe” una salida soberana al mar.

Santiago objetó la competencia de la CIJ y se abrió un “minijuicio”, paralizando el proceso de fondo, por lo que ahora ambos países ingresarán en la fase oral para presentar sus argumentos.

“He pedido al Canciller (David Choquehuanca) que nuestro equipo técnico jurídico internacional, antes de mayo (llegue) a Bolivia para, conjuntamente, debatir la posición boliviana (…) Va a ser en Santa Cruz o Cochabamba”, anunció el Mandatario, ayer en una rueda de prensa desde Oruro.

Proceso. Morales, sin definir una fecha exacta, destacó la importancia del encuentro en el entendido de que Bolivia no renunciará a su derecho de reintegración marítima, y luego enfatizó que la demanda contra Chile no toca el Tratado de 1904, que definió las actuales fronteras.

Explicó que la reunión no será en La Paz porque los juristas extranjeros le manifestaron a Choquehuanca tener “el miedo a la altura”.
Tras la culminación de la etapa escrita de impugnación por parte de Chile, se ingresará a la fase oral en la que Bolivia debe fundamentar la competencia de la CIJ para ver el caso.

El principal eje de la defensa chilena es que el máximo tribunal de Naciones Unidas no puede “conocer un asunto que ha sido resuelto por un tratado”, el de 1904, según un comunicado de la Cancillería del vecino país, presentado la pasada semana por el canciller Heraldo Muñoz.

En ese marco, Chile desarrolla una campaña mediática para desacreditar a la demanda en la que asegura que el país pretende afectar la arquitectura mundial de los tratados, sin embargo, el Gobierno aclaró, en reiteradas ocasiones, que la demanda no tiene nada que ver con el Tratado de 1904.

Diálogos. La convocatoria de Morales se registró diez días después del breve encuentro que sostuvo con su par chilena, Michelle Bachelet, en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de Costa Rica. Allí hablaron de reanudar un diálogo bilateral, congelado desde diciembre de 2010, en virtud a un temario de 13 puntos que incluyó el tema marítimo.

A inicios de febrero, medios chilenos difundieron la versión de una visita del portavoz de la demanda y expresidente Carlos Mesa (2003-2005) a ese país; de inmediato, el canciller Muñoz cerró las puertas al diálogo con autoridades de su gobierno, pese al acercamiento entre Morales y Bachelet.

El expresidente Mesa aclaró que viajará, pero no para reunirse con personeros del Gobierno chileno sino con sectores sociales y entidades académicas para explicar el verdadero propósito de la demanda: “El diálogo”.

Carlos Mesa escribió ayer, en su blog, que es un “contrasentido alimentar el fuego del rencor y el resentimiento” entre dos sociedades e hizo un llamado a reconocer que hay un problema: el enclaustramiento, que debe ser resuelto con un “esfuerzo de ambas partes”. “La solución definitiva del problema que hoy nos separa está en manos de Chile y Bolivia”, refiere una parte de su artículo.

Bolivia y Chile asistirán, este año, a la audiencia oral para resolver el incidente de incompetencia de la CIJ.

Mesa habló con cuatro embajadores

El portavoz de la demanda marítima, el expresidente Carlos Mesa, se reunió ayer con los embajadores de Rusia, Vitaly Churkin; de Eslovaquia, Frantisek Ruzicka; de Jamaica, Courtenay Rattraen, y finalmente con el representante británico Lyall Grant en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Nueva York.

El encuentro se llevó a cabo en el marco de una gira semestral, que se inició esta semana con el objetivo de informar las bases del juicio que se inició contra Chile, en 2013 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), para buscar una solución al enclaustramiento marítimo del país mediante el diálogo.

A través de su cuenta de Twitter, Mesa publicó fotos de las cuatro reuniones.

Asimismo, entregó a los representantes diplomáticos el Libro del Mar, que contiene las bases de la demanda, referidas a compromisos unilaterales que hizo el país vecino a lo largo de la historia para resolver la situación de enclaustramiento en la que se encuentra Bolivia.

Viajes. La pasada semana, el portavoz de la demanda anunció una serie de viajes y la agenda incluye una visita a Chile, donde se reunirá con organizaciones sociales y otros sectores de ese país para explicar que el espíritu del juicio es generar un escenario de diálogo y no busca modificar los límites, entre ambos países, establecidos en el Tratado de 1904, situación que fue desvirtuada en reiteradas ocasiones por Bolivia.

No obstante, ese anuncio generó tensión en el Gobierno chileno. El canciller de ese país, Heraldo Muñoz, a inicios de este mes, no solo descartó recibir al expresidente boliviano, sino que volvió a descalificar la demanda marítima, al ratificar que su país “no cederá soberanía territorial y marítima” y que Bolivia pierde el tiempo cuando intenta por esta vía (la CIJ) negociar una salida soberana al mar”.

Con todo, Mesa está en plena gira y para antes de junio también tiene previsto visitar la Secretaría de Estado, en el Vaticano.