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Friday 6 Dec 2024 | Actualizado a 04:04 AM

Se abre juicio en Italia contra represores sudamericanos por el Plan Cóndor

Entre los acusados figuran el exministro del Interior boliviano Luis Arce Gómez, el exprimer ministro peruano Pedro Richter Prada, el exjefe de los servicios secretos chilenos Juan Manuel Contreras y el general Francisco Morales Bermúdez, presidente de Perú durante cinco años.

/ 12 de febrero de 2015 / 21:20

La justicia italiana celebró este jueves la primera audiencia del proceso contra el llamado «Plan Cóndor», en el que 32 exmilitares y civiles de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay han sido acusados de la desaparición y muerte de 43 opositores, más de la mitad de ellos con nacionalidad italiana.

La mayoría de los acusados serán juzgados en ausencia, a excepción del uruguayo Néstor Tróccoli, capitán de navío y poseedor de pasaporte italiano, quien asistió a la audiencia en la sala de máxima de seguridad de la cárcel romana de Rebibbia.

«Al verlo aquí, sentado casi al lado mío, se me congeló la sangre», confesó conmovida a la AFP la uruguaya Aurora Melloni, viuda de Alvaro Daniel Banfi, ametrallado junto a otros militantes de izquierdas en octubre de 1974 cerca de Buenos Aires, en Argentina.

Tróccoli, que no quiso hablar con la prensa, estaba representado por dos abogados, mientras que, para la mayoría de los inculpados, la justicia italiana puso a disposición un abogado de oficio.

Se trata del primer proceso en Europa por la Operación Cóndor, el dispositivo para coordinar la represión de las dictaduras del Cono Sur en los años 70 y 80.

«Lo que se quiere es pedir justicia. Estos juicios son significativos porque son actos de memoria y también de advertencia que deberían animar a los países afectados a luchar por hacer justicia», comentó a la AFP Giancarlo Maniga, uno de los abogados de los familiares de las víctimas.

Entre los acusados figuran el exministro del Interior boliviano Luis Arce Gómez, el exprimer ministro peruano Pedro Richter Prada, el exjefe de los servicios secretos chilenos Juan Manuel Contreras y el general Francisco Morales Bermúdez, presidente de Perú durante cinco años.

Los inculpados (1 boliviano, 11 chilenos, 4 peruanos, 16 uruguayos), cuyas edades oscilan entre los 65 y 90 años, han sido acusados de secuestro de persona y homicidio múltiple agravado y corren el riesgo de ser condenados a cadena perpetua.

Entre las 43 víctimas había 20 uruguayos, 13 ítalouruguayos, seis ítaloargentinos y cuatro ítalochilenos, según una fuente próxima al caso.

«Juicio histórico»

Representantes de las víctimas, de asociaciones de derechos humanos, así como diplomáticos latinoamericanos, asistieron a la audiencia en la sala de la cárcel de Rebibbia, donde suelen ser juzgados célebres mafiosos.

El tribunal dedicó la jornada a examinar una serie de impedimentos presentados por la defensa de los acusados.

A pedido de las autoridades de Uruguay, país que se constituyó como parte civil, la desaparición de 20 ciudadanos de ese país será juzgada en Italia, lo que contempla el código penal.

«Se trata de un juicio histórico. Será examinado por primera vez un sistema como el Plan Cóndor», aseguró el fiscal del caso, Giancarlo Capaldo.

Las investigaciones sobre la temida estrategia aplicada por los regímenes militares del Cono Sur fueron iniciadas hace más de quince años a raíz de las denuncias presentadas por los familiares de italianos asesinados o desaparecidos, entre ellos la italouruguaya Melloni.

«Espero respuestas, quizá informaciones. Pero sobre todo justicia como los demás. Y verdad», dijo conmovida tras haber esperado 40 años para obtener justicia.

Algunos de los acusados se encuentran detenidos en su propio país, como el boliviano Arce Gómez, quien no aceptó intervenir en el juicio a través de videoconferencia como se esperaba.

«El gobierno boliviano ha buscado la justicia sobre todas las cosas y defendido los derechos humanos», aseguró por su parte el embajador de Bolivia en Italia, Antolín Ayaviri Gómez, quien también asistió a la audiencia.

«Vamos a seguir este caso. Algunos ya fueron condenados por esos nefastos actos de la historia de Bolivia», agregó el diplomático.

No se trata de la primera vez que represores sudamericanos son juzgados en Italia, país que celebró dos procesos por los desaparecidos argentinos de origen italiano.

Unas 150 personas serán convocadas a Roma como testigos, entre ellos historiadores, jueces, abogados, periodistas, sobrevivientes y familiares.

La próxima audiencia fue fijada para el 12 de marzo.

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Presidente argentino promete ‘firmeza’ en sus negociaciones con el FMI

El mandatario sudamericano mantuvo una reunión de 90 minutos con la directora de la entidad en la embajada argentina en Roma, que según fuentes diplomáticas, estuvo centrada en la posibilidad de impulsar la discusión sobre la reducción de los sobrecargos.

/ 30 de octubre de 2021 / 17:36

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien se encuentra en Roma para la cumbre del G20, prometió este sábado negociar «con firmeza» con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras una extensa reunión con la directora del organismo internacional Kristalina Georgieva.

«Buen encuentro con la directora del FMI, Kristalina Georgieva para avanzar en negociaciones que nos permitan salir del lugar social y económicamente insostenible en donde el gobierno que me precedió dejó a nuestra amada Argentina. Negociar con firmeza es recuperar soberanía», anunció en un tuit el presidente argentino al término del encuentro.

El mandatario sudamericano mantuvo una reunión de 90 minutos con la directora de la entidad en la embajada argentina en Roma, que según fuentes diplomáticas, estuvo centrada en la posibilidad de impulsar la discusión sobre la reducción de los sobrecargos.

«Cuando tengamos un buen acuerdo vamos a cerrar el acuerdo», advirtió en una rueda de prensa el canciller argentino, Santiago Cafiero, reiterando la posición del gobierno de mayor firmeza. «La deuda no puede ser un ancla para la recuperación», resumió.

El mandatario argentino, quien viaja acompañado por Cafiero y por el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió con otros líderes de las primeras economías mundiales, al margen de una cumbre del G20 en el ultramoderno Centro de Convenciones «La Nuvola» («La nube») de la capital italiana.

«Fue una reunión constructiva donde seguimos buscando construir entendimientos. Siempre seguimos trabajando de hecho para continuar las negociaciones y reuniones», declaró por su parte Guzmán, con tono más conciliador.

El mandatario sudamericano conversó durante la jornada con la canciller alemana Angela Merkel, el jefe de gobierno español Pedro Sánchez (país invitado al G20), el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron.

«Han sido relaciones bilaterales para afianzar el vínculo entre Argentina y Europa. El presidente ha hecho hincapié en la necesidad de rever parte de la arquitectura financiera internacional que hoy es un obstáculo para el desarrollo más que una herramienta», explicó Cafiero.

Argentina apuesta por obtener resultados para la negociación que mantiene con el FMI y llegar a un acuerdo con el organismo multilateral para renegociar una deuda de 44.000 millones de dólares.

El presidente argentino ya había reclamado el miércoles al FMI que se hiciera «responsable del daño que hizo» al otorgar en 2018 al gobierno del exmandatario Mauricio Macri (2015-2019) un crédito por 57.000 millones de dólares, una cifra récord para el organismo.

Al asumir la presidencia en diciembre de 2019, Fernández renunció a los desembolsos pendientes.

«Se continuó dialogando para avanzar en la negociación del nuevo programa que remplace el fallido stand by acordado por el gobierno de Juntos por el Cambio» de su predecesor, reitera en un comunicado el gobierno argentino.

«No hay inocentes»

Fernández y Georgieva ya se vieron por primera vez cara a cara en Roma a mediados de mayo, al término de una gira europea del argentino en la que logró el apoyo de Portugal, España, Francia e Italia en sus gestiones con la institución financiera.

Argentina, el mayor deudor del organismo, pagó en septiembre al FMI un vencimiento de capital por 1.884 millones de dólares del crédito stand-by que acordó.

Y en agosto recibió el equivalente a unos 4.400 millones de dólares, del total de 650.000 millones distribuidos por el organismo multilateral para ayudar a países miembros a paliar la crisis del covid-19.

El mandatario sudamericano defiende la necesidad de trabajar para construir un nuevo multilateralismo orientado al desarrollo de los países más vulnerables, con mejores condiciones tanto de pago como de plazos y montos.

Por el momento, no está previsto que se reúna con el presidente estadounidense, Joe Biden, con el que se cruzará de nuevo en la cumbre de Naciones Unidas sobre clima (COP26) que arranca el lunes en Glasgow (Reino Unido).

El jefe de Estado argentino, que propuso en su discurso ante los líderes del G20 «una nueva arquitectura financiera internacional», es favorable a los canjes de deuda por acciones climáticas.

«No hay inocentes en esta historia. Son tan responsables los que se endeudaron sin atender las ruinosas consecuencias sobrevivientes como los que dieron los recursos para financiar la fuga de divisas en una economía desquiciada», dijo en su discurso ante la plenaria del G20.

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El cine latinoamericano brilla en el Festival de Venecia

Entre ellos figura el nuevo filme del chileno Pablo Larraín, "Spencer", con la reconocida actriz Kristen Stewart en el papel de la princesa Diana, que narra las vacaciones de Navidad en las que Lady Di decidió poner fin a su matrimonio con el heredero de la corona de Inglaterra.

/ 29 de agosto de 2021 / 08:55

Con nada menos que cuatro películas en la competición oficial, de un total de 21, entre ellas la esperada «Spencer» sobre Lady Di del chileno Pablo Larraín, el cine de América Latina brilla en el Festival de Venecia.

La 78ª edición de la Mostra veneciana, que se clausura el 11 de septiembre, contará con algunos de los estrenos más esperados del año en la sección más prestigiosa, incluidas las nuevas obras de directores de la talla del español Pedro Almodóvar, la neozelandesa Jane Campion y el italiano Paolo Sorrentino.

Entre ellos figura el nuevo filme del chileno Pablo Larraín, «Spencer», con la reconocida actriz Kristen Stewart en el papel de la princesa Diana, que narra las vacaciones de Navidad en las que Lady Di decidió poner fin a su matrimonio con el heredero de la corona de Inglaterra.

Larraín regresa a Venecia tras haber competido en el 2019 con Ema, una historia sobre la juventud latinoamericana y menos mediática que el filme sobre Lady Di.

Se trata de la segunda película en inglés del director chileno después de «Jackie», sobre el drama de Jacqueline Kennedy tras el asesinato de su marido, el presidente de Estados Unidos, premiada en 2016 en Venecia como mejor guión.

Por su parte, el cine argentino compite de nuevo con la película «Competencia oficial», de los directores Mariano Cohn y Gastón Duprat, quienes abordan con su conocida sutil ironía el tema del narcisismo de los actores, fenómeno que suele ser tangible en el «lido» veneciano.

Ironía y controversias

Protagonizada por los españoles Antonio Banderas y Penélope Cruz y el argentino óscar Martínez, la película cuenta la historia de un empresario multimillonario que decide hacer una película que deje huella y le genere prestigio social.

Los autores de las aplaudidas películas «El ciudadano ilustre» (2016) y «Mi obra maestra» (2018) regresan a Venecia para ofrecer su mirada mordaz e irónica del mundo del cine, con sus vanidades pero también sus genialidades, según las primeras imágenes en circulación.

Con coproducción española, la cinta, cuyo rodaje en España tuvo que ser interrumpido por la pandemia de coronavirus, participará luego en el festival de San Sebastián.

Si el sarcasmo reina en las películas de Cohn y Duprat, la controversia está garantizada por el mexicano Michel Franco, quien compite con «Sundown», con los célebres actores Tim Roth y Charlotte Gainsbourg.

Franco, ganador el año pasado del León de Plata por su despiadada metáfora del mundo moderno en el filme «Nuevo orden», este año presenta una historia rodada en la ciudad de Acapulco sobre una familia inglesa que ve sus vacaciones interrumpidas por una llamada inesperada.

La visión del cineasta mexicano rivaliza con la del director venezolano Lorenzo Vigas, el primer latinoamericano que se hizo con el León de Oro con su primera película «Desde allá» (2015), quien reside desde hace décadas en México.

Producida por Franco, la segunda película de Vigas, «La caja», también en competición, representa un desafío para el director, quien obtuvo el máximo galardón con un filme crudo, sórdido, sobre adolescencia y homosexualidad.

«La caja» cuenta la historia de un adolescente que atraviesa medio México para recoger los restos de su padre, encontrados en una fosa común.

Los cuatro filmes latinoamericanos deberán competir además con grandes producciones estadounidenses como «The Lost Daughter» de Maggie Gyllenhaal y «The Card Counter» de Paul Schrader.

La sección Horizontes, dedicada a los nuevos cineastas, incluye también varios latinoamericanos: «El otro Tom» del uruguayo radicado en México Rodrigo Plá, «El hoyo en la cerca» del mexicano Joaquín Alejandro del Paso, «El gran movimiento» del boliviano Kiro Russo, «7 prisioneros» del brasileño Alexandre Moratto además de los cortos «Los huesos» de los chilenos Cristóbal León y Joaquín Cociña y «Ato» de la brasileña Bárbara Paz.

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Tribunal Supremo de Italia ratifica condena definitiva a cadena perpetua para 14 represores sudamericanos por el Plan Cóndor

Un grupo de 23 militares y policías de Uruguay, Bolivia, Perú y Chile, responsables de intervenir en operativos militares pactados entre las dictaduras sudamericanas para secuestrar y ejecutar a los disidentes, había sido procesado y condenado en 2019 a cadena perpetua por la Corte de Apelación italiana.

/ 9 de julio de 2021 / 17:53

El tribunal supremo italiano confirmó este viernes la sentencia definitiva a cadena perpetua para 14 represores sudamericanos por la desaparición y muerte de una veintena de opositores de origen italiano en el marco del Plan Cóndor, ejecutado por las dictaduras del Cono Sur en las décadas de 1970 y 1980.

Los jueces de la Corte de Casación de Roma, la máxima instancia judicial en Italia, pronunciaron la sentencia al término de dos jornadas de deliberaciones y tuvieron que reducir la lista de 21 represores a 14 por la muerte de varios de ellos.

Un grupo de 23 militares y policías de Uruguay, Bolivia, Perú y Chile, responsables de intervenir en operativos militares pactados entre las dictaduras sudamericanas para secuestrar y ejecutar a los disidentes, había sido procesado y condenado en 2019 a cadena perpetua por la Corte de Apelación italiana.

«Cometieron crímenes atroces. Han sido juzgados con los principios de la jurisdicción italiana, europea, y se han tutelado los derechos de los italianos que residen en el exterior e inclusive los de ellos», declaró emocionado Andrea Speranzoni, abogado que representa a las víctimas uruguayas.

A excepción del ítalo-uruguayo Jorge Tróccoli, excapitán de navío y poseedor de pasaporte italiano, quien asistió a la primera audiencia del juicio celebrada en febrero del 2015 y quien reside aún libremente en Italia, todos fueron condenados en ausencia.

«A Tróccoli le espera la ejecución de la detención», explicó el abogado.

En la lista de condenados aparece el exministro de Relaciones Exteriores de Uruguay Juan Carlos Blanco Estradé, mientras que tuvieron que ser excluidos los represores bolivianos a la espera de los certificados de muerte de varios de ellos así como de un peruano.

«Sentencia histórica»

La confirmación de la condena suscitó emoción entre el grupo de familiares y defensores de derechos humanos que asistieron a la audiencia en el tribunal romano y que llevaban décadas batallando por obtener justicia.

«Ha sido emocionante, muy emocionante», reconoció en Roma el uruguayo Zelmar Michelini, quien lleva el mismo nombre de su padre, un importante líder político de su país que fue secuestrado y asesinado en 1976 en Buenos Aires en plena dictadura.

Las investigaciones sobre la atroz estrategia aplicada por los regímenes militares del Cono Sur, conocida como Plan Cóndor, fueron iniciadas hace 20 años a raíz de las denuncias presentadas en Italia por los familiares de italianos asesinados o desaparecidos.

La sentencia llegó al término de ocho años y numerosas audiencias, durante las cuales comparecieron testimonios, expertos, familiares y compañeros de detención de las víctimas.

El fiscal italiano Giancarlo Capaldo abrió la histórica investigación contra un grupo de 34 exoficiales y civiles, agentes de la policía y de los servicios secretos de Chile, Uruguay, Bolivia y Perú, pero durante el largo recorrido varios de ellos ya murieron.

Debido a una serie de impedimentos burocráticos, la justicia decidió juzgar por separado a 50 argentinos así como a varios paraguayos y brasileños por los mismos delitos.

«Es una sentencia importante e histórica. La primera en Europa por el Plan Cóndor. Demuestra que la justicia llega de todos modos cuando se han cometido crímenes tan graves y que se tutelan los derechos humanos», afirmó por su parte el abogado Arturo Salerni, quien se ha convertido también en una referencia en la batalla por los desaparecidos argentinos de origen italiano.

A comienzos de julio, la justicia italiana ordenó la detención de tres de los militares chilenos colaboradores del régimen militar de Augusto Pinochet, condenados también en ese proceso. Pero, debido a que declinaron presentar un recurso ante el tribunal supremo, la sentencia se volvió definitiva.

Se trata del coronel Rafael Francisco Ahumada Valderrama, del suboficial Orlando Vásquez Moreno y del sargento Manuel Vásquez Chahuan, actualmente jubilados, culpables del asesinato y desaparición en 1973 de los ciudadanos italianos Juan Jose Montiglio y Omar Venturelli.

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Los días de Caetano Veloso en la cárcel, un documental para no olvidar

El músico, figura clave para la cultura popular brasileña y un referente mundial de la música sudamericana, no pudo asistir al estreno en Venecia debido a las limitaciones

/ 6 de septiembre de 2020 / 18:43

Como un testimonio íntimo, para no olvidar, el célebre músico brasileño Caetano Veloso narra en un documental, presentado este domingo a la prensa en la Mostra de Venecia, los 54 días pasados en la cárcel durante la dictadura militar en Brasil (1964-1985).

Con el título Narciso Fuera de Servicio, el músico bahiano, de 78 años, cuenta su arresto en 1968 por orden de los militares, entona algunas canciones y de alguna manera alerta a las nuevas generaciones sobre los peligros de las doctrinas fascistas.

Escrito y dirigido por Renato Terra (Una noche en el 67) y Ricardo Calil (Cine Marruecos), el documental, de 83 minutos de duración, es también una suerte de denuncia de las persecuciones y los prejuicios políticos contra el mundo del arte.

Veloso, figura clave para la cultura popular brasileña y un referente mundial de la música sudamericana, no pudo asistir al estreno en Venecia debido a las limitaciones impuestas por las autoridades italianas a causa de la pandemia de coronavirus.

Después de tres décadas de avances en materia de derechos individuales tras la salida de la dictadura militar (1964-1985) y trece años de gobiernos izquierdistas (2003-2016), la voz de la resistencia en Brasil, como suele ser considerado Veloso en su país, rememora esa dolorosa experiencia, que marcó su vida y la de su país.

Sílabas y endecasílabos

Los largos días pasados en una celda solo, sus sentimientos, miedos y pensamientos, inclusive sexuales, son de alguna manera una invitación a reflexionar sobre lo que implica el empuje conservador de estos días, que encontró su expresión en el discurso del gobierno del derechista y ex militar Jair Bolsonaro.

El músico, poeta y activista, deja su testimonio, para que de alguna manera las nuevas generaciones no olviden lo que fue la dictadura militar.

Con su testimonio, tierno y conmovedor, Veloso denuncia esos años negros.

“Desde mi celda escuchaba gritos, eran de las personas que estaban siendo torturadas. ¡Yo estaba aterrado!», confiesa sentado ante la cámara fija frente a un muro color gris metálico.

En el documental, el artista rememora el período del encierro y revive episodios dolorosos e inolvidables vividos con otros prisioneros, entre ellos con el cantautor Gilberto Gil, su amigo, los dos representantes del movimiento musical Tropicalia y encarcelados por ofender a la bandera y el himno nacional.

Ambos tuvieron que exiliarse al ser excarcelados y continuaron en Europa su labor creativa.

Con tono casi divertido relee el interrogatorio hecho por la policía y recientemente hallado en los archivos de la institución, en el que lo acusan de «terrorismo cultural» por haber cambiado las palabras del himno nacional.

«No se puede: el himno tiene versos endecasílabos y en Tropicalia las sílabas son más largas y poéticas», respondió, según reza el documento.

«Traté de defenderme sin ser traidor», comenta ante la cámara.

Presentado en Venecia fuera de concurso, el filme que no lleva otras imágenes ni otras entrevistas, es un largo relato sobre esos días, sobre las arbitrariedades cometidas por los militares y de cómo nació una forma de resistencia contra la dictadura a partir de un nuevo género musical, Tropicalia, una mezcla libre de géneros y ritmos.

(06/09/2020)

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Un manotazo del papa pone en cuestión la seguridad de Francisco

El incidente, cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo, no sólo muestran al papa muy irritado sino que también han puesto en cuestión el esquema de seguridad para protegerlo.

/ 2 de enero de 2020 / 17:43

El "manotazo" del papa Francisco a una mujer que lo jalaba con fuerza durante la noche vieja en la plaza de San Pedro desató todo un debate este jueves sobre los peligros que corre el pontífice argentino durante los actos multitudinarios.

El incidente, cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo, no sólo muestran al papa muy irritado sino que también han puesto en cuestión el esquema de seguridad para protegerlo.

Si bien Francisco logró safarse de la mujer, de rasgos asiáticos y cuya identidad aún no se conoce, el jefe de la Iglesia corrió el riesgo de ser agredido y hasta de caer, siendo un anciano de 83 años y con problemas para caminar.

Pese a que la seguridad estaba a pocos pasos y a punto de actuar, el pontífice resultó un blanco fácil y algunos recordaron el atentado en 1981 que sufrió Juan Pablo II en plena plaza de San Pedro cuando el turco Alí Agca le disparó.

Francisco, quien desde que llegó al trono de Pedro en 2013 decidió romper el protocolo y las medidas de seguridad, ama el contacto con la gente, saludar y besar a los feligreses que se agolpan para verlo.

En estos siete años se ha tomado selfis con miles y miles de fieles y hasta suele aceptar beber mate que le ofrecen sudamericanos.

"Hay que respetar el estilo personal de cada papa. Los funcionarios encargados de la seguridad saben que no depende de ellos la decisión", explicó el entonces portavoz del papa, padre Federico Lombardi.

Francisco que terminó por disculparse el miércoles durante el Ángelus por haber "perdido la paciencia" la víspera, tuvo "el coraje de admitir sus debilidades" y mostrar el lado oscuro y a la vez humano del pontífice, explicó el Vaticano.

"Tantas veces perdemos la paciencia. A mí también me ocurre", admitió Francisco mientras circulaba el video del incidente en el cual aparece visiblemente enojado.

Un reto

No se trata de la primera vez que el papa argentino reacciona ante los excesos de los fieles en actos públicos.

En febrero del 2016, durante una misa en un estadio de México, se enojó con un devoto demasiado entusiasta que lo hizo tropezar sobre un niño en silla de ruedas.

En 2015, un grupo de monjas de clausura "asaltó" literalmente al papa en la catedral de Nápoles sorprendiendo a la seguridad.

Según la vaticanista del diario romano Il Messagero, Franca Giansoldati, el número de "guardaespaldas" del papa, bajo las órdenes de la gendarmería del Vaticano, ha sido reducido en los últimos años por voluntad del propio pontífice.

Interrogado sobre si teme por su seguridad durante uno de sus viajes al exterior, Francisco confesó a los periodistas que no teme sufrir atentados y dejó entender que sería de alguna manera una muerte gloriosa.

Para el "Comandante Alpha", entre los fundadores del cuerpo de carabineros italianos especializados en seguridad, quien pidió conservar el anonimato, falló el esquema de seguridad.

"Los que se tienen que disculpar son los encargados de la seguridad del Santo Padre", comentó en una entrevista a la agencia italiana Agi.

Para el experto se trató de un error causado "por rutina" o por "falta de concentración", dijo.

Los "ángeles de la guarda" del papa dependen de la gendarmería, un cuerpo militarizado, y lo integran unos 150 miembros italianos, que en los últimos años se ha profesionalizado creando incluso un grupo de intervención rápida.

Uno de los episodios más graves ocurridos en este siglo fue en la Navidad de 2009, cuando una mujer desequilibrada sorteó las vallas para alcanzar al papa Benedicto XVI al final de una ceremonia en la basílica de San Pedro.

Con el papa latinoamericano, espontáneo e impulsivo, considerado "alérgico" a las medidas de seguridad, el reto resulta mayor, ya que evita usar automóviles blindados y rechaza el chaleco antibalas. (02/01/2020)

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