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Mesa: Chile hacía en sus alegatos ante la CIJ ‘excepción de incompetencia a una demanda imaginaria’

El expresidente y vocero de la demanda marítima Carlos Mesa consideró que los alegatos expuestos por Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) hacían “excepción de incompetencia a una demanda imaginaria” porque no tenían relación con los argumentos bolivianos, por lo que reafirmó estar “más seguro que nunca de la consistencia” de la estrategia jurídica.

Chile, a la cabeza del agente Felipe Bulnes, defendió hoy en la exposición de alegatos orales el recurso presentado para evitar que la demanda boliviana sea considerada por la máxima instancia de justicia internacional con argumentos centrados en la vigencia del Tratado de 1904 y el Pacto de Bogotá, que impide tratar casos resueltos antes de su constitución, 1948.

Bulnes, como los tres abogados de Chile, coincidieron en denunciar que Bolivia busca renegociar el Tratado de 1904 en el fondo y, a partir de esa posición, argumentaron que el artículo VI del Pacto de Bogotá cierra a la corte cualquier posibilidad de declararse competente para conocer casos que fueron resueltos con anterioridad a 1948, como el boliviano-chileno.

“Los argumentos de Chile parecen de otra demanda. La demanda boliviana nada tiene que ver con el Tratado de 1904, esa lógica no se sostiene” (sic), aseguró Mesa a través de su cuenta de Twitter y a pocas horas de concluida la primera de cuatro jornadas de alegatos orales en los que La Paz y Santiago defenderán sus posiciones.

El Estado de Bolivia plantea en su demanda se obligue a Santiago a negociar una salida soberana al Pacífico sobre la base de los ofrecimientos de solución que hizo a lo largo de la historia, sin tocar el Tratado de 1904. De hecho, el propio Bulnes reconoció hoy que la demanda no toca ese documento bilateral que selló las fronteras bilaterales.

“Después del alegato de Chile más seguro que nunca de la consistencia de ntros. Argumentos” (sic), insistió el vocero de la demanda, quien en los últimos meses desarrolló una amplia agenda internacional, precisamente, para desestimar la posición chilena de que la demanda toca el Tratado y pone en riesgo la institucionalidad de las fronteras.