El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo ayer que Bolivia lamenta las declaraciones “desafortunadas” del presidente peruano, Ollanta Humala, quien dijo que los mandatarios de su país “no van a entregar o recibir presos” en alusión al gobernante boliviano.

Quintana aclaró que la presencia de Evo Morales en Desaguadero, donde la Policía de Perú recibió al prófugo Martín Belaunde, tenía el objetivo de enviar un mensaje claro sobre el compromiso de la lucha anticorrupción.

Belaunde, exasesor del Presidente peruano en la campaña electoral de 2006, está acusado de adjudicarles a determinadas empresas contratos con el Estado, vía por la que obtuvo beneficios.

Humala dijo el sábado en su país que “es inusual y no es nuestra costumbre que los presidentes vayan a entregar o recibir presos, eso le corresponde a la Justicia. No queremos hacer un uso político de un detenido”, cuando fue consultado de por qué no acudió a la entrega de su excolaborador.

En el programa El pueblo es noticia, que difunde Bolivia Tv y la red de radioemisoras Patria Nueva, Quintana precisó ayer que Morales quería dar un mensaje claro de su compromiso en la lucha anticorrupción.

“Este es el mensaje de fondo que tiene que ver con los compromisos, no solamente políticos, y (…) que no tendrían sentido si los presidentes no encabezan la lucha contra la corrupción”.

Tensión. El 23 de mayo, el extranjero huyó de la casa donde guardaba detención domiciliaria en La Paz, fue recapturado la tarde del jueves 28 en la localidad beniana de Magdalena y entregado a la Policía de su país el viernes 29 de mayo. Quintana recalcó que Morales no entregó a Belaunde, sino que asistió a ese acto como “abanderado de la lucha contra la corrupción”.

“Al asistir a la frontera para que las autoridades competentes entreguen al señor Martín Belaunde, lo que quería decir era: yo, Presidente de los bolivianos, no voy a permitir que en mi país se cometan actos de corrupción o  de impunidad”, refrendó.

A su juicio, más que asistir a un acto protocolar se trataba de una acción fundamental de la “reconstrucción de la confianza de una relación fluida, amigable, respetuosa con Perú”.

El ministro consideró que el exasesor ocasionó un conflicto político entre Perú y Bolivia, y dijo que éste debía ser resuelto con un mensaje político. “Se decía que había un pacto de complicidad entre el presidente Humala y el presidente Evo para protegerle y garantizarle la impunidad y que su fuga era parte de ese pacto”.

“Lo que el Presidente quería decirle a Bolivia, a Perú y al mundo es que él no hace pactos con nadie cuando se trata de luchar contra la corrupción”.

La autoridad también precisó que este impasse no perjudica las relaciones entre ambas naciones, que seguirán discurriendo por los canales que corresponde.

Para el 23 de este mes está  programada una sesión del gabinete binacional Perú-Bolivia que tiene en agenda el tratamiento de una agenda de al menos siete ejes de interés mutuo.

Esposa de Humala es investigada por lavado

La Fiscalía especializada en lavado de activos investiga a la primera dama del Perú, Nadine Heredia, por la recepción de dinero de una empresa venezolana para financiar la campaña de su esposo, el presidente Ollanta Humala.

La Fiscalía en coordinación con la Unidad de Investigación Financiera (UIF) detectó que parte del dinero que llegó en 2005 a la cuenta de la presidenta del Partido nacionalista y Primera Dama provino de una firma venezolana, según el diario la República.

“Los $us 87.451 de la empresa Inversiones Kaysamak, con domicilio en Caracas, no llegaron directamente a la caja de la presidenta del Partido Nacionalista, sino a través de su madre, Antonia Alarcón, de su amiga Rocío del Carmen Calderón”, aseguró el diario.

Esa información la presentó hace unos días el fiscal especializado en lavado de activos, César Rojas, ante un juez para sustentar la reapertura de la indagación por presunto lavado de activos de Heredia.