El Gobierno destaca respaldo del Papa al acullico de coca
Informe. García y Gonzales resaltan la intención de Francisco
El vicepresidente Álvaro García valoró el reconocimiento del papa Francisco a las virtudes medicinales de la coca, tras haber solicitado masticarla a su arribo a Bolivia. En el Legislativo sostienen que el Sumo Pontífice ratifica que esa hoja no es cocaína.
Con ello reconoce “nuestra identidad y asume una lectura médica de la hoja de coca”, indicó ayer García durante un contacto con periodistas de la localidad de Sacaba, en Cochabamba.
“Eso nos hace sentir muy bien, no solamente porque tiene que ver con un símbolo de nuestra identidad nacional, sino que también se trata de un tema médico”, indicó García, quien ayer asumió interinamente la Presidencia del Estado ante el viaje del mandatario Evo Morales a Paraguay, donde firmó acuerdos de integración con su homólogo Horacio Cartes.
Un criterio similar expresó el presidente del Senado, José Alberto Gonzales, y remarcó que el Santo Padre reivindica la “práctica milenaria” del acullico (masticado) de coca. “Celebro que el papa Francisco vaya a consumir coca, ojalá le ayude a sentirse mejor ante los efectos de la altura y a taparle la boca a los que siguen pretendiendo (afirmar) que la hoja de coca es cocaína. Un atropello que no tiene ningún sentido”, sostuvo.
El domingo, el ministro de Culturas, Marko Machicao, develó que el primer papa latinoamericano, Jorge Mario Bergoglio, solicitó que a su llegada a El Alto “pueda masticar coca”. Explicó que las hojas serán cosechadas en Yungas.
En marzo, el entonces ministro de Gobierno Hugo Moldiz informó que “Bolivia es el país con mayor porcentaje de consumo tradicional y menor cantidad de coca excedente”. La exautoridad, citando un informe de Estados Unidos, detalló que el país tiene 23.000 hectáreas de coca y el consumo tradicional necesita aproximadamente 14.705 hectáreas. En cambio, en Perú existen 59.500 hectáreas y en Colombia 80.500 hectáreas sin consumo tradicional.
En enero de 2013, el presidente Morales logró despenalizar el acullico en Bolivia, que hasta ese entonces estaba prohibido por un tratado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), firmado por Bolivia en 1961, por su contenido de alcaloides. La Constitución Política del Estado “protege” a la hoja de coca y especifica que “en su estado natural no es estupefaciente”.