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Bolivia y Chile evaluaron las posibilidades antes del fallo

A pocas horas de la solemne —aunque breve— ceremonia en la que el juez francés Ronny Abraham, presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), lea el fallo laboriosamente consensuado, desde las embajadas y los hoteles, que cobijan a los equipos en pugna, se emiten vibraciones fácilmente perceptibles en los abogados y los diplomáticos comprometidos en esta confrontación.

El elenco de Bolivia, bajo la batuta del agente Eduardo Rodríguez Veltzé, está conformado —entre otros— por los profesores Antonio Remiro Brotons, Mathias Forteau, Monique Chemillier-Gendrau y Payam Akhavan.

Se reunió ayer (miércoles) en un ambiente de franco optimismo. Aún era temprano para formular la estrategia siguiente en el pleito. Habrá que estudiar cuidadosamente el texto del fallo. Igualmente, se examinará uno por uno el voto nominal de cada uno de los 15 jueces para luego conjeturar sobre cuál será su posición en las siguientes etapas del juicio sobre el fondo de la demanda. Esto, si como se espera, la CIJ rechace la excepción preliminar planteada por Chile.

Paralelamente, los abogados internacionales del conjunto chileno, reunidos primero en su embajada y luego, agolpados, en el bar del hotel Hilton, intercambiaron reflexiones para planificar el “Plan B”, casi anticipándose al conocimiento del fallo de hoy.

No pasó desapercibida la categórica declaración del agente chileno Felipe Bulnes de desechar completamente la sugerencia de su compatriota, el diputado Jorge Tarud, de abandonar el Pacto de Bogotá. En efecto, detrás de las bambalinas de la delegación chilena se aseguró que Bulnes se habría opuesto inicialmente a la idea de presentar la “objeción preliminar” y que fueron los expresidentes de su país quienes presionaron la adopción de esa iniciativa que terminará hoy (09.00 en Bolivia, 15.00 en Holanda). Ayer por la tarde, la expresión facial de Bulnes parecía mostrar malestar.

Por el contrario, pasada la ceremonia en la Corte, tanto el equipo boliviano como el chileno se reunirán por separado para evaluar los efectos del dictamen y comenzar a diseñar sus respectivas estrategias jurídicas futuras.

Para esta tarde (noche en Holanda), en la elegante Embajada de Bolivia, el expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé recibirá a los periodistas nacionales presentes en La Haya para hacer conocer sus primeras impresiones después del histórico veredicto.

En abril de 2013, Bolivia pidió a la Corte que declare que Chile estará obligado a negociar “de buena fe” una salida soberana al Pacífico sobre la base de propuestas expuestas a lo largo de la historia. Santiago rechazó el litigio con un recurso legal con el que cuestionó la competencia de la CIJ para conocer este caso.

La simple mayoría determinó la adopción del texto final que será leída hoy en el Palacio de la Paz, sede del alto tribunal. Existen tres opciones visibles. La primera que la Corte acepte el recurso de Chile y se cierre el caso, la segunda que acepte llevar el proceso, o que se pronuncie al final del litigio.

El fallo en la mira

Fallo favorable

“La diplomacia chilena se la jugó a fondo para que el Papa no hablara de La Haya en Bolivia y lo hizo igual. El jueves, la Corte no se va a declarar inhábil y va a asumir el caso”, indicó el senador independiente por Antofagasta Alejandro Guillier a la emisora chilena ADN.

El fondo ‘sería grave’

El senador de la Democracia Cristiana (DC) y excanciller del gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), Ignacio Walker, advirtió que “sería grave” para Chile si la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declara competente para tratar la demanda marítima boliviana.

Vigilia legislativa

Legisladores de oposición y oficialismo bolivianos iniciaron ayer una vigilia para esperar un fallo favorable de la CIJ. Aseguran que la demanda tiene “argumentos jurídicos sustentables” que allanarán la prosecución del proceso de fondo.

Pantalla gigante

La Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en La Paz instalará una pantalla gigante en el atrio de su edificio central para esperar el fallo sobre la competencia de la CIJ, reportó ABI.

Bandera marítima

Las unidades educativas del país izarán la bandera de la reivindicación marítima. En Chuquisaca se concentrarán en la plaza 25 de Mayo en la denominada “aula abierta”. 

Karen Longaric: Cualquier fallo debe tener un asidero sólido

Se perfilan tres escenarios posibles, uno que la Corte se declare competente para conocer la demanda de Bolivia y en consecuencia estaría rechazando la excepción planteada por Chile. Así el juicio de fondo reanuda y sigue el proceso. Otra posibilidad es que la CIJ acepte el recurso chileno y se declare incompetente para conocer el caso; en ese escenario, se dará por concluido el juicio.

Finalmente, el tribunal internacional puede decidir postergar el fallo y pronunciarse más adelante, por considerar que la excepción chilena no tiene un carácter estrictamente preliminar. Cualquiera de estas tres posibilidades exige que el fallo esté firmemente fundamentado en derecho, que tenga un asidero jurídico sólido y convincente, en estricta sujeción al derecho internacional vigente.

En el hipotético caso de que la Corte se declare incompetente, seguro lo hará señalando que la demanda marítima vincula indirectamente al Tratado de 1904; en consecuencia, estaría inhibida de conocer el caso, en virtud al artículo 6 del Pacto de Bogotá (1948), que señala que el procedimiento no puede aplicarse a los asuntos resueltos antes de la celebración de dicho pacto.

Si eso ocurriera, se debe reflexionar con serenidad sobre el camino a seguir, sin perder la objetividad de que la sesión de territorio de un país a otro se da únicamente por vía de la negociación y esto implica volver a dialogar pacíficamente con Chile.  No creo que la vía arbitral solucione el problema de la mediterraneidad boliviana. Este procedimiento solo puede ser usado para buscar la interpretación o el cumplimiento del Tratado de 1904.

Si la Corte se declara incompetente, Bolivia tiene que, por una parte, manejar el tema con bastante serenidad y empezar una aproximación con Chile para retomar el diálogo. Además, tiene que realizar gestiones con la comunidad internacional o un grupo de Estados como la OEA o Unasur, o una aproximación con el Vaticano para lograr un proceso de mediación, que no debe ser impuesto, sino, concertado con Chile bajo un diálogo político y diplomático.

Pero aclaro, si el Tribunal se declara competente o deja el fallo para el final del proceso, eso no anticipa un criterio favorable para Bolivia o Chile (…). Es una cuestión de procedimiento que no promete un fallo favorable.

Karen Longaric es experta en derecho internacional.