Estuvo cuatro días en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Nueva York, donde habló con su colega Michelle Bachelet en un breve encuentro. El presidente Evo Morales, tras retornar al país, percibió “interés” de su interlocutora para dialogar.
“Ha habido un primer contacto, entre dos y tres minutos (desde que la Corte Internacional de Justicia —CIJ— falló en favor de Bolivia); nos hemos reunido y yo diría que hay cierto interés de conversar. Pero por temas de seguridad del Estado no podría comentar (los detalles del encuentro)”, explicó el Mandatario a los periodistas en la base aérea de Santa Cruz, a donde arribó ayer, tras cumplir su agenda oficial en la sede de la ONU.
El Jefe del Estado afirmó que tiene “mucha esperanza de que se pueda iniciar el diálogo” con Chile y valoró así la “oportunidad de conversar a solas con la presidenta Bachelet”, ayer en Nueva York.
Escenarios. Tras el dictamen de la CIJ, que el 24 de septiembre se declaró competente para tratar la demanda legal de Bolivia contra Chile, el mandatario Morales convocó a Bachelet a dialogar directamente sobre el reclamo marítimo del país y que, precisamente, motivó la acción ante el tribunal, el máximo órgano jurídico de la ONU.
El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, negó la posibilidad de este diálogo y el ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, lamentó que Santiago haya buscado un encuentro con Estados Unidos antes que con Bolivia.
“Antes nos invadieron con Inglaterra y ahora nos quieren ganar con Estados Unidos. No creo que sea el pensamiento de todo el pueblo chileno; los movimientos sociales, intelectuales, profesionales tienen mucha dignidad y soberanía”, comentó ayer al respecto Morales.
Desde la decisión de la presidenta Bachelet de ratificar al equipo jurídico que no logró convencer a los jueces, hasta las posturas de sectores regionales y de otros alineados con la izquierda de criticar a su Cancillería, el debate es intenso en Chile tras el dictamen de la Corte. Incluso existen reclamos internos para aceptar el diálogo con Bolivia en términos de las demandas de integración regional.
El excandidato chileno a la Presidencia por el Partido Humanista (izquierda) Tomás Hirsh, ayer en una entrevista con Radio Universidad de Chile, pidió a las autoridades de su país que la nueva fase en el litigio sirva para una oportunidad “que conduzca a una mayor integración latinoamericana, a un mayor compromiso de Chile con la región y a fortalecer una paz definitiva”.
En 2013, Bolivia impetró a la CIJ que declare que Chile tiene la obligación de negociar “de buena fe” una salida soberana al océano Pacífico” sobre la base de propuestas hechas a lo largo de la historia. Chile rechazó el proceso y así, en 2014, impugnó la competencia de la Corte para tratar el caso, pero este órgano judicial rechazó el recurso y dispuso la continuidad del litigio. De hecho, el Estado chileno tiene hasta el 25 de julio de 2016 para presentar su contramemoria, el documento con el que debe responder la demanda de Bolivia. Luego vendrá una fase de alegatos orales en plazos que aún no se fijaron por parte del alto tribunal.
Quiroga cree que Bachelet es rehén de su canciller
El líder del opositor Partido Demócrata Cristiano (PDC), el expresidente Jorge Quiroga, criticó ayer a las autoridades chilenas por cerrar las puertas del diálogo y consideró que esa actitud está vinculada con el interés del canciller Heraldo Muñoz de ganar la popularidad suficiente para ser candidato a la primera magistratura de su país.
“Está claro que la presidenta Bachelet es lamentablemente rehén de las aspiraciones políticas y personales del señor Heraldo Muñoz. No olvidemos que Chile planteaba diálogo, relaciones (diplomáticas) y sin embargo, ante el pedido de una reunión —estando cuatro días en la misma ciudad—, se rehúsa a una reunión formal”, afirmó Quiroga en una rueda de prensa.
Lunes. Morales y Bachelet coincidieron en Nueva York, donde participaron de la 70 sesión ordinaria de la ONU. Ambos arribaron el jueves a la sede de la organización, pero solo lograron un encuentro casual de dos minutos el lunes. El Mandatario llegó ayer a Santa Cruz, donde antes de conversar con los medios se reunió con las organizaciones sociales afines a su partido, el MAS.