Nacional

Thursday 28 Mar 2024 | Actualizado a 13:18 PM

El TSE limita a 15 minutos la difusión de entrega de obras

Reglamento. En el MAS califican de ‘excesivas’  las nuevas reglas

/ 11 de noviembre de 2015 / 07:44

El Reglamento de Campaña y Propaganda Electoral para el referéndum constitucional del 21 de febrero de 2016 limita a 15 minutos la “transmisión en vivo y directo” de actos de entregas de obras por parte de todas las entidades del Estado. Además, restringe la inducción a votar Sí o No.

El documento fue presentado oficialmente ayer por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), pese a que las actividades proselitistas iniciaron el 6 de noviembre y concluirán tres días antes de realizarse la consulta nacional, según el calendario electoral vigente.

La norma establece que “30 días previos a la votación no estará permitida la difusión de actos de entregas de obras de ningún nivel gubernamental, aunque admite la cobertura periodística o de tipo informativo”, en ese marco, “limita la transmisión en vivo y en directo de dichos actos a 15 minutos en cada caso”, señala el reglamento.

Norma. El gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS) calificó de “restrictivo” al reglamento y prevé una reunión de la bancada nacional para analizar su contenido y así verificar si no vulnera la Constitución Política y la Ley 026 de Régimen Electoral.

A diario, la televisora estatal Bolivia Tv transmite los actos, en distintos lugares del país, de entrega de obras en los que participa el presidente Evo Morales o el vicepresidente Álvaro García Linera, actividades que mínimo tienen una duración de  45 minutos.

“Nos parece un rigor excesivo y hay una confusión en lo que es la campaña electoral y una gestión de gobierno, afecta que se restrinja un mes la entrega de obras, porque el Presidente tiene un cronograma diario de entrega de esos proyectos; hay que ver si el reglamento se compatibiliza con los derechos establecidos en la Constitución y otras normas electorales”, manifestó Víctor Borda (MAS), vicepresidente de la Cámara de Diputados.

El referéndum busca modificar el artículo 168 de la Constitución para abrir paso a la segunda reelección presidencial continua, en lugar de una como señala el texto actual de la ley. En ese marco, organizaciones políticas y sociales han iniciado actividades proselitistas para impulsar el Sí o el No para la consulta de 2016. La Ley de Convocatoria para el Referéndum y el reglamento de propaganda autorizan que personas y organizaciones puedan hacer propaganda política sin necesidad de registro ante el TSE.

Empero, la normativa de campaña presentada ayer, prohíbe que el Gobierno central, los gobiernos subnacionales o las empresas del Estado “emitan spots o cuñas que contengan mensajes utilizando frases o imágenes que hagan referencia al Sí o al No”.

Asimismo, el reglamento de propaganda señala que desde un mes antes del referéndum, los distintos niveles de gobierno deberán suspender su propaganda en cualquier medio de comunicación, incluyendo páginas web y redes sociales oficiales. 

Desde la pasada semana, la empresa Mi Teleférico y el Viceministerio de Seguridad Ciudadana emiten mensajes haciendo referencia al Sí en sus redes sociales oficiales. Ayer, durante una entrega de obras en Potosí, sectores sociales le dieron el “Sí a Morales” para su repostulación en los comicios previstos para diciembre de 2019.

Restricción y excepción

Disposición

Si bien el reglamento prohíbe 30 días antes del referéndum, la emisión de propaganda estatal, exime los mensajes referidos a situaciones de emergencia, siempre que no se use imágenes o voces de autoridades electas.

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En al menos tres oportunidades, EEUU apoyó la causa marítima

Escenario. Washington y La Paz abrieron el diálogo para restablecer embajadores 

/ 13 de agosto de 2015 / 07:59

En 1926, 1950 y 1982, Estados Unidos (EEUU) respaldó la causa marítima, según rememoraron ayer diplomáticos y expertos. Entre las manifestaciones públicas más recientes figura una carta poco divulgada del expresidente estadounidense Ronald Reagan.

En un primer momento, está la conocida “Propuesta Kellogg”, impulsada en 1926 por el entonces secretario de Estado de EEUU, Frank Kellogg, para dar solución “a la disputa limítrofe entre Bolivia y Chile”. La idea consistía en que el Estado chileno y Perú, que luego rechazaron el proyecto, cedan a perpetuidad sus derechos sobre Tacna y Arica en favor del país.

En criterio del excanciller Javier Murillo, ese respaldo fue “el más concreto” por parte del país del norte, con una propuesta “muy interesante”, tras 22 años de haberse suscrito el Tratado de 1904 que definió los actuales límites entre Bolivia y Chile.

Demanda. Ahora, en medio de un juicio que Bolivia sigue a Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en busca de una negociación para lograr soberanía marítima, la administración del presidente Evo Morales instaló una ruta para normalizar las relaciones con EEUU después de la crisis diplomática de 2008, cuando el embajador Philip Goldberg fue expulsado acusado de entrometerse en asuntos internos. Washington, en reciprocidad, echó al embajador boliviano de entonces, Gustavo Guzmán.

El Mandatario boliviano recibió el martes al encargado de Negocios, Peter Brennan, con quien se abordó temas referidos a comercio, medio ambiente y justicia, además de la reposición de embajadores. En la cita, Morales conversó sobre la demanda marítima y le entregó una copia de El libro del mar que resume los motivos por los que se interpuso la demanda contra Chile.

Para la académica de derecho internacional Karen Longaric es importante la “reconducción” de las relaciones diplomáticas con EEUU, en el entendido de que históricamente ese país mostró “gestos positivos” para que se solucione el problema del enclaustramiento.

La jurista recordó que 1950 fue el segundo momento en el que Bolivia recibió el respaldo a la causa marítima por parte de la primera potencia mundial. Al asumir la presidencia, Enrique Hertzog (1947-1949) designó como embajador de Bolivia en Chile al diplomático Alberto Ostria, quien inició gestiones con el presidente de ese país, Gabriel González Videla (1946-1952), para conseguir un puerto soberano para Bolivia.

En ese entonces se propuso la cesión de una franja territorial al norte de Arica en favor del país, y Chile pidió a cambio el uso de las aguas del lago Titicaca para proyectos agrarios y energéticos.

Con la propuesta en mano, González Videla visitó al presidente norteamericano Harry Truman, quien apoyó la iniciativa que también implicaba solucionar el enclaustramiento boliviano, pero Perú intervino y truncó un posible arreglo porque las aguas del Titicaca son de dominio bilateral.

En 1982 se registró, tal vez, la más reciente muestra de respaldo a la causa boliviana desde Washington. En ese entonces, Mariano Baptista Gumucio era embajador de Bolivia en EEUU y en ocasión de la presentación de sus credenciales a la Casa Blanca solicitó, entre otras cosas, el respaldo a un acceso soberano al mar, en el marco de la decimotercera asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA), de 1979, que contó con el voto de EEUU, para refrendar la decisión continental de “buscar un diálogo entre las partes para poner fin a la mediterraneidad de Bolivia”.

En ese entendido, el presidente Ronald Reagan, a través de una misiva que revisó La Razón, respondió a Baptista señalando que su país “comprende” los esfuerzos que Bolivia hace para retornar al mar y que la política de su nación “apoya el consenso hemisférico expresado en la resolución sobre la cuestión marítima”, de acuerdo con la nota del exmandatario.

Murillo: ‘Urge apoyo claro y concreto’

Para el excanciller Javier Murillo, ahora que Bolivia y Estados Unidos reanudaron conversaciones para normalizar relaciones, el respaldo a la causa marítima no debe ser “prescindente” (decorativo) sino que debe ser “claro y concreto”. El diplomático hizo esas aseveraciones en el entendido de que a lo largo de la historia, Washington manifestó su respaldo a la causa marítima en al menos tres oportunidades, pero —en su criterio— el más contundente fue el de 1926 con la “Propuesta Kellogg” que planteó un acceso marítimo a favor del país por Tacna y Arica.

“Al margen de esa propuesta, los Estados Unidos siempre tuvieron esa actitud prescindente, apoyaron las resoluciones en la OEA, pero no mostraron un propósito de colaborar de manera clara y efectiva que se traduzcan en negociaciones serias. Una vez que se normalicen las relaciones con ese país, urge un apoyo claro y concreto que muestre mayor interés para resolver nuestra demanda”, manifestó a
La Razón el diplomático boliviano.

Luego de siete años de congeladas las relaciones entre Bolivia y EEUU, el presidente Evo Morales y el encargado de Negocios de ese país, Peter Brennan, expresaron el martes su predisposición a restituir embajadores. En el encuentro también abordaron algunos detalles de la demanda que se tramita en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

En criterio del excanciller boliviano, el pronunciamiento de Estados Unidos respecto a la causa marítima, que busca diálogo para lograr soberanía marítima, “sentará un precedente importantísimo” en la comunidad internacional. “Pero es un tema que hay que trabajarlo diplomáticamente, en virtud a los acuerdos a los que se vayan a llegar. Es la primera potencia, por eso hay elementos que pueden favorecernos, siempre en el marco del respeto mutuo”, precisó.

Karen Longaric: Washington tiene fuerte influencia

Siempre hubo una posición de Estados Unidos (EEUU) proclive a generar, a persuadir a Chile y Perú a que solucionen este problema para que Bolivia logre salir del enclaustramiento.
Es importante normalizar la diplomacia con ese país desde el punto de vista comercial, que es un eje prioritario para todos los países, además de la inversión, y también obviamente para el tema número uno de nuestra política exterior que es la demanda marítima.

EEUU tiene una influencia muy fuerte en el ámbito mundial y en un escenario de negociación entre Bolivia y Chile, posterior a La Haya o antes de la conclusión del juicio, el país del norte podría influenciar positivamente en este proceso. No estoy hablando de una mediación, sino que hay formas en la diplomacia para llegar a persuadir y ejercer buenos oficios sin que aparezcan como tales. EEUU es un actor muy importante en la política internacional.

Karen Longaric, experta en derecho internacional

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En al menos tres oportunidades, EEUU apoyó la causa marítima

Escenario. Washington y La Paz abrieron el diálogo para restablecer embajadores 

/ 13 de agosto de 2015 / 07:59

En 1926, 1950 y 1982, Estados Unidos (EEUU) respaldó la causa marítima, según rememoraron ayer diplomáticos y expertos. Entre las manifestaciones públicas más recientes figura una carta poco divulgada del expresidente estadounidense Ronald Reagan.

En un primer momento, está la conocida “Propuesta Kellogg”, impulsada en 1926 por el entonces secretario de Estado de EEUU, Frank Kellogg, para dar solución “a la disputa limítrofe entre Bolivia y Chile”. La idea consistía en que el Estado chileno y Perú, que luego rechazaron el proyecto, cedan a perpetuidad sus derechos sobre Tacna y Arica en favor del país.

En criterio del excanciller Javier Murillo, ese respaldo fue “el más concreto” por parte del país del norte, con una propuesta “muy interesante”, tras 22 años de haberse suscrito el Tratado de 1904 que definió los actuales límites entre Bolivia y Chile.

Demanda. Ahora, en medio de un juicio que Bolivia sigue a Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en busca de una negociación para lograr soberanía marítima, la administración del presidente Evo Morales instaló una ruta para normalizar las relaciones con EEUU después de la crisis diplomática de 2008, cuando el embajador Philip Goldberg fue expulsado acusado de entrometerse en asuntos internos. Washington, en reciprocidad, echó al embajador boliviano de entonces, Gustavo Guzmán.

El Mandatario boliviano recibió el martes al encargado de Negocios, Peter Brennan, con quien se abordó temas referidos a comercio, medio ambiente y justicia, además de la reposición de embajadores. En la cita, Morales conversó sobre la demanda marítima y le entregó una copia de El libro del mar que resume los motivos por los que se interpuso la demanda contra Chile.

Para la académica de derecho internacional Karen Longaric es importante la “reconducción” de las relaciones diplomáticas con EEUU, en el entendido de que históricamente ese país mostró “gestos positivos” para que se solucione el problema del enclaustramiento.

La jurista recordó que 1950 fue el segundo momento en el que Bolivia recibió el respaldo a la causa marítima por parte de la primera potencia mundial. Al asumir la presidencia, Enrique Hertzog (1947-1949) designó como embajador de Bolivia en Chile al diplomático Alberto Ostria, quien inició gestiones con el presidente de ese país, Gabriel González Videla (1946-1952), para conseguir un puerto soberano para Bolivia.

En ese entonces se propuso la cesión de una franja territorial al norte de Arica en favor del país, y Chile pidió a cambio el uso de las aguas del lago Titicaca para proyectos agrarios y energéticos.

Con la propuesta en mano, González Videla visitó al presidente norteamericano Harry Truman, quien apoyó la iniciativa que también implicaba solucionar el enclaustramiento boliviano, pero Perú intervino y truncó un posible arreglo porque las aguas del Titicaca son de dominio bilateral.

En 1982 se registró, tal vez, la más reciente muestra de respaldo a la causa boliviana desde Washington. En ese entonces, Mariano Baptista Gumucio era embajador de Bolivia en EEUU y en ocasión de la presentación de sus credenciales a la Casa Blanca solicitó, entre otras cosas, el respaldo a un acceso soberano al mar, en el marco de la decimotercera asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA), de 1979, que contó con el voto de EEUU, para refrendar la decisión continental de “buscar un diálogo entre las partes para poner fin a la mediterraneidad de Bolivia”.

En ese entendido, el presidente Ronald Reagan, a través de una misiva que revisó La Razón, respondió a Baptista señalando que su país “comprende” los esfuerzos que Bolivia hace para retornar al mar y que la política de su nación “apoya el consenso hemisférico expresado en la resolución sobre la cuestión marítima”, de acuerdo con la nota del exmandatario.

Murillo: ‘Urge apoyo claro y concreto’

Para el excanciller Javier Murillo, ahora que Bolivia y Estados Unidos reanudaron conversaciones para normalizar relaciones, el respaldo a la causa marítima no debe ser “prescindente” (decorativo) sino que debe ser “claro y concreto”. El diplomático hizo esas aseveraciones en el entendido de que a lo largo de la historia, Washington manifestó su respaldo a la causa marítima en al menos tres oportunidades, pero —en su criterio— el más contundente fue el de 1926 con la “Propuesta Kellogg” que planteó un acceso marítimo a favor del país por Tacna y Arica.

“Al margen de esa propuesta, los Estados Unidos siempre tuvieron esa actitud prescindente, apoyaron las resoluciones en la OEA, pero no mostraron un propósito de colaborar de manera clara y efectiva que se traduzcan en negociaciones serias. Una vez que se normalicen las relaciones con ese país, urge un apoyo claro y concreto que muestre mayor interés para resolver nuestra demanda”, manifestó a
La Razón el diplomático boliviano.

Luego de siete años de congeladas las relaciones entre Bolivia y EEUU, el presidente Evo Morales y el encargado de Negocios de ese país, Peter Brennan, expresaron el martes su predisposición a restituir embajadores. En el encuentro también abordaron algunos detalles de la demanda que se tramita en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

En criterio del excanciller boliviano, el pronunciamiento de Estados Unidos respecto a la causa marítima, que busca diálogo para lograr soberanía marítima, “sentará un precedente importantísimo” en la comunidad internacional. “Pero es un tema que hay que trabajarlo diplomáticamente, en virtud a los acuerdos a los que se vayan a llegar. Es la primera potencia, por eso hay elementos que pueden favorecernos, siempre en el marco del respeto mutuo”, precisó.

Karen Longaric: Washington tiene fuerte influencia

Siempre hubo una posición de Estados Unidos (EEUU) proclive a generar, a persuadir a Chile y Perú a que solucionen este problema para que Bolivia logre salir del enclaustramiento.
Es importante normalizar la diplomacia con ese país desde el punto de vista comercial, que es un eje prioritario para todos los países, además de la inversión, y también obviamente para el tema número uno de nuestra política exterior que es la demanda marítima.

EEUU tiene una influencia muy fuerte en el ámbito mundial y en un escenario de negociación entre Bolivia y Chile, posterior a La Haya o antes de la conclusión del juicio, el país del norte podría influenciar positivamente en este proceso. No estoy hablando de una mediación, sino que hay formas en la diplomacia para llegar a persuadir y ejercer buenos oficios sin que aparezcan como tales. EEUU es un actor muy importante en la política internacional.

Karen Longaric, experta en derecho internacional

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