El Gobierno de Chile anunció hoy una estrategia más «política y comunicacional» frente a la demanda marítima interpuesta en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por el Gobierno de Evo Morales en abril de 2013.
La información la entregó a los periodistas el Canciller Heraldo Muñoz al precisar que «ahora viene una etapa, con otro contenido, no sólo en lo jurídico, sino que político, histórico y comunicacional».
El jefe de la diplomacia chilena hizo estas declaraciones al comentar la renuncia de Felipe Bulnes como agente de Chile en La Haya, quien este lunes fue reemplazado por el ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y excanciller del país austral José Miguel Insulza.
Bolivia ha desplegado una gran campaña comunicacional que le ha significado el apoyo transversal para su demanda, desde el Papa hasta el presidente de Rusia, Vladimir Putín, pasando por la canciller de Alemania, Angela Merkel; el presidente de Francia, François Hollande, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, entre otros.
De hecho, el presidente Morales señaló este lunes que «nosotros estamos con todo el mundo y lamento mucho que Chile esté solo. Un poco desgastado, inclusive, su diplomacia», apostilló.
Morales aludió así al manejo de la Cancillería chilena en comparación al gran despliegue internacional que ha llevado a cabo Bolivia, tras conocerse la renuncia en Chile de Bulnes.
La presidenta Michelle Bachelet, le pidió a Insulza dedicación exclusiva en estas funciones «porque así lo requiere la importancia de la tarea», aunque sin referirse al «éxito», que ha logrado en el mundo la política comunicacional desarrollada por las autoridades bolivianas.
La exigencia de la mandataria apunta a una de las quejas que desde el mundo político le habían planteado a Bulnes, quien nunca se desligó de las tareas de su oficina de abogados mientras ejerció el papel de agente ante la CIJ.
El diputado del Partido por la Democracia (PPD), Jorge Tarud, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, señaló que seguramente esa fue una de las causas de la salida de Bulnes, mientras su colega democristiano Gabriel Silber valoró que ahora la Cancillería tenga un agente «al 100 por ciento».
En tanto, Bulnes se defendió acusando «falta de cohesión» en el país tras el fallo del tribunal sobre las excepciones preliminares presentadas por Chile ante la demanda marítima de Bolivia.
El pasado 24 de septiembre, la CIJ se declaró competente para dirimir la demanda planteada en 2013 por Bolivia contra Chile para que el tribunal declare la obligación chilena de negociar un acceso soberano al océano Pacífico que Bolivia perdió en la guerra del Pacífico, a fines del siglo XIX.
Los jueces del alto tribunal de la ONU rechazaron con 14 votos contra 2 la objeción preliminar presentada por Chile para que se declarara incompetente.
A juicio de Bulnes, «para algunos sectores (chilenos) el resultado era distinto a los que esperaban», por lo que «es fundamental recuperar una cohesión en torno al jefe del equipo jurídico, en torno al agente, porque nuestra mayor fortaleza ha sido siempre en estas instancias la unidad con la que enfrentamos este tipo de desafíos».
«Es vital que el agente del país disponga del respaldo masivo, transversal y sólido no solamente del Gobierno, que yo siempre lo he sentido y lo agradezco, sino que de la sociedad en general y eso se perdió un poco, y estamos a tiempo para reencantarnos rápidamente con la fortaleza y las evidentes posibilidades que tenemos de ganar este caso», concluyó.
Además del conflicto con Bolivia, Chile enfrenta también un enfriamiento de sus relaciones con Perú a raíz de que el Parlamento de ese país aprobara a principios de mes una ley que crea un nuevo distrito en la región sureña de Tacna denominado «La Yarada Los Palos», al cual adjudicó como límite parte de lo que Chile considera su territorio.