A dos días del referéndum constitucional, el trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se intensifica y tiene el desafío de mejorar su credibilidad con el proceso del domingo. A diferencia de otras elecciones, las salas de cómputo saldrán a espacios públicos para que el acto sea transparente y los resultados sean garantizados.
“Uno de los elementos que debilitó la credibilidad del anterior Tribunal fueron sus errores en el conteo de actas. Ahora, cualquier acción que genere la posibilidad de mayor transparencia y control de los ciudadanos y los actores políticos refuerza el proceso y lo blinda”, indicó el economista Armando Ortuño, experto en desarrollo y asuntos electorales.
Explicó que la tarea del Órgano Electoral será difícil debido a los resultados inciertos, por tanto, debe dar señales de que el proceso se realizará en buenas condiciones técnicas y con el involucramiento y vigilancia de los ciudadanos. “Siempre hubo dudas y susceptibilidad en el manejo de las actas y la totalización de los datos, más aún cuando probablemente haya votos marcados en determinadas regiones”, recordó Ortuño.
La presidenta del TSE, Katia Uriona, en entrevista con La Razón, aseguró que realizaron un riguroso trabajo en la depuración del padrón, contrastaron su base de datos con otras bases de datos y también se hizo un trabajo en los cementerios para recabar los nombres de difuntos registrados. Explicó que el Tribunal emitirá de manera acumulativa los cómputos de cada departamento y toda la información de forma permanente en la web para devolver a la población la confianza de que su voto es respetado.
Para el sociólogo Franco Gamboa, el cómputo público y las innovaciones tecnológicas son publicidad para reconstruir la imagen deteriorada del TSE. “Si vence cualquier opción democráticamente, el Tribunal debe ser la principal institución en reconocer los resultados y dar soberanía, legitimidad al voto popular”, apuntó.
El especialista en análisis político Eduardo Leaño consideró que el organismo electoral no solo está intentando transparentar el cómputo, sino que también busca hacerlo en el tiempo más breve posible. “La ciudadanía va a tener seguridad y certeza del trabajo del Tribunal”, aseguró el experto.
Consideró que el trabajo del TSE seguirá evaluándose después del domingo y cambiar la imagen de su credibilidad dependerá de cómo se lleve adelante el proceso del referéndum. “La designación de estas autoridades ha sido cuestionada por la oposición, se tuvo una legitimidad de origen muy bajo y a pesar de ello están esforzándose por lograr legitimidad a partir del ejercicio de la información del proceso electoral”, explicó el analista político.
Jóvenes vigilarán el referéndum en el valle
Cerca de 9.000 jóvenes, de la oposición y oficialismo, se encargarán de vigilar el proceso de la consulta constitucional del domingo como delegados de mesa, en Cochabamba. Estarán en los recintos electorales de la ciudad y de las provincias más cercanas.
La líder de la agrupación ciudadana Libre Pensamiento para Bolivia, Rebeca Delgado, informó que después de consensuar con otras organizaciones que apoyan el No a la modificación constitucional, se logró conformar una red de 5.000 ciudadanos como delegados. “No es una percepción mía, sino colectiva, de que no hay confianza en el trabajo que vaya a realizar el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y los departamentales. Es en mérito a sus antecedentes”, manifestó.
Mientras que el oficialismo desplegará otros 4.000 jóvenes delegados en el municipio de la capital y sus alrededores, anunció el jefe de campaña del Movimiento Al Socialismo (MAS) en ese departamento, Ramón Rocha Monroy. Mientras, el Tribunal Electoral Departamental (TED) de Cochabamba, empezó desde ayer la capacitación, hasta el 20 de febrero, a jurados electorales rezagados.