La expareja del presidente Evo Morales y exgerente comercial de la empresa china CAMC, Gabriela Zapata, se acogió hoy a su derecho al silencio en la audiencia fiscal a la que fue convocada a declarar para sobre la denuncia de uso de instrumento falsifico. Su tía, Pilar Guzmán, explicó por otra parte que su sobrina teme perder la tutela del hijo que tuvo con el presidente Evo Morales.
“La comisión de fiscales presentó una serie de documentos elaborados o prefabricados (los supuestos falsos documentos como abogada) que mi cliente no conoce; es por eso, que Gabriela Zapata se ha enmarcado en el derecho constitucional al silencio”, manifestó Wálter Zuleta, abogado de la acusada al salir del Centro de Orientación Femenina (COF) de Obrajes.
Los miembros de la comisión de fiscales encargados de investigar el uso de instrumento falsificado se trasladaron la tarde de hoy hasta la cárcel de Obrajes para tomar declaraciones a la exfuncionaria de la firma CAMC, quien guarda detención preventiva desde el 28 de febrero acusada por otros delitos vinculados al uso de bienes del Estado con fines privados.
Fue el fiscal Daniel Ayala quien informó de la decisión de Zapata de acogerse a su derecho al silencio. A la conclusión de la audiencia y en puertas del centro de reclusión, Guzmán advirtió que su sobrina teme perder la custodia de su hijo que nació en 2007, aunque evitó hablar si el menor estaría fuera del país, como lo revelara el abogado Eduardo León.
“Qué madre quiere que le quiten a su hijo; una madre no va a permitir que le quiten a su hijo”, advirtió. Luego complementó: “Ella no va a permitir entregar a su hijo, ella no quiere hablar; ya no quiero hablar mal de él (Morales) porque (dice) es el padre de mi hijo”, sostuvo Guzmán en referencia a la ley del Niño, Niña, Adolescente que abre la posibilidad de entrega del menor al padre, ya que su madre está recluida.
El 3 de febrero, el periodista Carlos Valverde sacó a la luz la relación entre la exgerente comercial y Morales en 2007, de la cual nació un niño. Denunció tráfico de influencias a favor de Zapata y de la CAMC con la cual el gobierno formalizó contratos en rubros como Hidrocarburos y Energía por más de $us 500 millones. Morales rechazó las denuncias.