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Quintana amenaza con juicios, pide investigar a medios de la Iglesia y denuncia desestabilización

Alzó la voz al punto de gritar en gran parte de su interpelación marcada por la tensión y adjetivos lanzados de uno y otro lado como cínico, lacayos, ladronzuelos o mi rey. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó que el caso Gabriela Zapata fue usado para una desestabilización e incidir en el referéndum de febrero. Amenazó con juicios a legisladores, pidió investigar a medios de la Iglesia Católica y habló de un cártel mediático.

Ya antes de instalarse la sesión se observó en el hemiciclo parlamentario lo que caracterizaría el desarrollo de la interpelación planteada por la opositora Norma Piérola. Opositores se pusieron una especie de coronas en la cabeza en alusión a los supuestos chats en WhaptApp y una carta enviada por Zapata a Quintana y en la que se despide como un “Mi Rey”.

Desde el otro frente, lo oficialistas también estaban preparados. Exhibían pancartas con mensajes como: “La mentira tiene patas cortas como las ideas de la oposición” y “El niño no existe, el tráfico no existe, cayo la mentira de la oposición” (sic). Bajo este ambiente, Quintana empezó a responder el cuestionario de la interpelación por el caso Zapata.

Quintana reiteró que no conoce a Gabriela Zapata, expareja del presidente Evo Morales, y consecuentemente que haya autorizado su ingreso a oficinas de la Unidad de Gestión Social. No respondió la pregunta de si tiene conocimiento de la relación Morales-Zapata y de la existencia de un hijo: “Ésta es una actitud desconsiderada, irresponsable, con una falta ética elemental, por lo tanto no le voy a responder a esta diputada”.

El periodista Carlos Valverde reveló el 3 de febrero la relación sentimental presidencial y denunció tráfico de influencias entre el Gobierno y la firma china CAMC, de la que Zapata fue funcionaria. A partir de ese hecho, aunque Quintana dijo que en octubre ya empezó una investigación, se denunció que la  expareja presidencial usó bienes del Estado para fines privados. Está en la cárcel acusada de una serie de delitos, al igual que Cristina Choque, responsable de la Unidad de Gestión Social.

Otro proceso fue instaurado por Morales contra su expareja para que presente a su supuesto hijo, del que inicialmente le había dicho que murió. La Justicia estableció la inexistencia del menor, por lo que ahora se abrió otro proceso contra Pilar Guzmán, familiar de la principal acusada, y sus abogados Eduardo León, Wálter Zuleta y William Sánchez por suplantar al supuesto hijo.

“Bolivia tiene que conocer que esta estrategia del descrédito apuntó fundamentalmente al 21 de febrero y detrás de esta estrategia de descrédito existe y existió un objetivo político y por lo tanto a la oposición no le interesa para nada si Gabriela Zapata se enriquece o no”, afirmó en alusión a los resultado del referéndum, donde ganó el No a la reforma constitucional para ampliar de uno a dos las repostulaciones continuas y habilitar una nueva repostulación de Morales.

Los medios de comunicación estatales transmitieron la interpelación en directo, pero en al menos dos oportunidades interrumpieron el audio cuando Quintana subía de tono sus cuestionamientos a los opositores, quienes a gritos trataban de hacer escuchar frases como “cínico”, “mi rey” o “Bolivia ya decidió” en medio de las respuestas de los legisladores oficialistas y la intervención del ministro.

El vicepresidente Álvaro García, quien poco después abandonó la sesión, el presidente del Senado, Alberto Gonzáles, y la presidenta de Diputados, Gabriela Montaño, estuvieron en la sesión interpelatoria. Quintana advirtió con procesos legales contra Norma Piérola y Arturo Murillo para que prueben sus acusaciones en torno al caso Zapata y denuncias de estupro.

También mencionó al expresidente Jorge Quiroga y al opositor Samuel Doria Medina en lo que llamó el proceso de desestabilización. Llamó un “solemne ignorante” a Quiroga, “ladronzuelo” a Doria Mediana y «soplón» al senador Óscar Ortíz, además denunció la existencia de un cártel mediático que se acopla a la desestabilización e identificó a Página Siete, Erbol, El Deber y la agencia ANF.

La dirección de la Agencia de Noticias Fides (ANF), obra de la Compañía de Jesús, reafirmó en respuesta a las acusaciones sus principios éticos y decisión de continuar generando una comunicación que busca la verdad para la construcción de una sociedad más justa para los ciudadanos bolivianos, según una nota publicada en su página web.

“Nunca hemos tenido un cartel de medios como el que tenemos hoy día”, afirmó Quintana y pidió a los legisladores del oficialismo investigar si la Iglesia Católica está detrás de los ataques de sus medios al denominado proceso de cambio. “Tendremos que investigar si hay una actitud explícita de la Iglesia Católica que mandan a los medios de comunicación a atacar deliberadamente al gobierno”.

El encargado de Negocios de Estados Unidos, Peter Brennan, también fue mencionado en parte de su intervención. “Este complot, este golpe político mediático, este proceso de desestabilización…se está desenmascarando”, insistió y en varias oportunidades llamó a los legisladores de oposición alineados a intereses chilenos y estadounidenses.

La mayoría oficialista reafirmó su confianza en Quintana al final del proceso de interpelación.