El vicepresidente Álvaro García afirmó que la denuncia de tráfico de influencias y el supuesto hijo del presidente Evo Morales con Gabriela Zapata fue parte de una “conspiración político-mediática” gestada por la oposición, Gabriela Zapata, y algunos medios de comunicación.
“Una mujer mentirosa, unos abogados mafiosos, unos medios de comunicación mentirosos y unos políticos tramposos han hecho una conspiración político–mediática contra Bolivia, porque el daño no es solamente a Evo (Morales), el daño es a todos los bolivianos”, afirmó.
Recordó que el 3 de febrero, a semanas del referéndum constitucional para definir una nueva repostulación de Morales, salió a la luz pública la denuncia del periodista cruceño Carlos Valverde sobre tráfico de influencias del que se hicieron eco medios de comunicación, redes sociales y políticos de oposición.
El caso, según la autoridad, fue utilizado para un “ataque despiadado” contra Morales, a quien incluso –aseguró- lo insultaron a través de las redes sociales. Después de cuatro meses del escándalo, dijo, aquella “farsa” del tráfico de influencias y del “teatro” del supuesto hijo de Morales, se desmoronó.
“Hoy sabemos que el presidente Evo dijo a Bolivia la verdad pura, que no había engañado un solo milímetro, una sola palabra y que valientemente él se refirió a un tema personal con la verdad”, reiteró.
Recordó que el Legislativo formó una comisión multipartidaria para investigar el supuesto tráfico de influencias que denunció Valverde. No encontró, añadió, ni un indicio que se demostrara que haya habido irregularidades en los contratos que firmó el Estado con la empresa china CAMC, de la que Zapata fue su gerente comercial.
“Ésta rosca, ésta mafia mediática política le mintió a Bolivia, no es una novela, es una conspiración a la cabeza de una mafia político mediática que engañó a Bolivia, es el engaño político más terrible, más denigrante, más inmoral en la historia democrática de Bolivia”, aseguró.
Sobre el caso de la suplantación del supuesto hijo de Morales, el Vicepresidente afirmó que un “consorcio de abogados” y Zapata utilizaron la identidad de un niño para para mentirle al país. “Hoy sabemos que hubo unos políticos desalmados que le engañaron a Bolivia, que pagaron plata y que hablaron con Zapata y sus familiares para atacar a Evo Morales”.
A mediados de mayo, la Justicia estableció “la inexistencia física comprobada del niño” y declaró improbada la demanda del Presidente en contra de su expareja, Gabriela Zapata, por daños psicológicos al supuesto hijo de ambos.
“Hoy sabemos que el tal niño no había existido, hoy sabemos que el tal tráfico de influencias no había existido”, agregó.