El presidente Evo Morales consideró este lunes que aceptar un pedido de amnistía a procesados por el caso Terrorismo no corresponde, porque quien alienta la división de Bolivia comete una alta traición a la patria. No obstante, dijo que en este caso la decisión corresponde a la Justicia.
Así respondió el Jefe de Estado al comentar un pedido de amnistía para los involucrados en el caso Terrorimo por razones humanitarias, que fue solicitado por el exembajador de Bolivia en Brasil, Jerjes Justiniano, y el exparlamentario Oswaldo Peredo. El 6 de julio pasado, ambos le enviaron una misiva exhortando a que se dicte una amnistía tomando en cuenta el estado de salud de los involucrados, como el caso del exmilitar Gary Prado.
«Seamos joven o viejo, conspirar contra la Patria es algo imperdonable», dijo el Mandatario, durante una conferencia de prensa en la residencia presidencial. Anteladamente argumentó: «Cuando se trata de traición a la Patria, dividir a Bolivia, separar a Bolivia, siento que para ellos no puede haber anmistia».
Resaltó que cuando ejerció como soldado de las Fuerzas Armadas éstas le enseñaron que dividir Bolivia es una alta traición a la patria. Argumentó que el caso está en manos de la Justicia y que tanto el Gobierno como el pueblo están obligados a defender la unidad de la nación.
«Está en manos de la justicia, la justicia verá», remarcó el Jefe de Estado, quien advirtió que entiende que el pedido de amnistía esté motivado por razones de salud.
«Nos permitimos solicitar al señor Presidente (…) en el marco de sus competencias y estrictas razones humanitarias conceda a los involucrados, especialmente a los enfermos, amnistía política, que constituya el archivo de obrados y la inmediata recuperación de la libertad de todos aquellos procesados por más de siete años por los delitos de terrorismo, sedición y otros», reza la parte conclusiva de la carta enviada por Justiniano y Peredo a Morales.
La madrugada del 16 de abril de 2009 fuerzas policiales intervinieron el piso cuarto del hotel Las Américas, donde murieron con disparos de arma de fuego Eduardo Rózsa Flores, húngaro-boliviano; Árpád Magyarosi, húngaro-rumano; y Michael Martin Dwyer, irlandés. Mientras que Elod Tóásó, húngaro, y Mario Tadic, boliviano-croata, fueron aprehendidos. El Ministerio Público abrió la investigación por Terrorismo el cual involucró a dirigentes y personalidades de Santa Cruz.