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Serra dice que Bolivia podría aprender a ‘hacer democracia’ con lo que pasó en Brasil

El canciller brasileño, José Serra, se refirió nuevamente a los gobiernos de Bolivia y Ecuador, a los que dijo que “podrían aprender a hacer democracia” con lo que pasó en Brasil, en referencia a las críticas que hicieron tras la destitución de Dilma Rousseff a la Presidencia.

Para el diplomático, cada país tiene sus problemas internos “y una buena manera de distraer de ellos es referirse a la experiencia de Brasil. Yo creo que particularmente Bolivia y Ecuador podrían aprender a hacer democracia con lo que ha pasado en Brasil”, sostuvo en una entrevista publicada en la edición digital del diario español El País.

Se refirió además a los cuestionamientos de Venezuela, que consideró que se trata de “pura provocación” hacia el gobierno del presidente Michel Temer. “Yo creo que el régimen venezolano no merece ningún respeto, porque es un régimen antidemocrático que desorganizó el país”, aseguró.

Consideró además que el proceso de destitución de Rousseff fue “inevitable” e insistió en que la salida de la expresidenta estuvo justificada. “Hubo una transgresión, gastos no autorizados por el Presupuesto. Es un delito, y la Justicia lo respaldó”, señaló al diario español.

El 2 de agosto, Serra afirmó que Bolivia se asestó un tiro en el pie al decidir llamar en consulta al embajador boliviano, José Kinn Franco, como señal de rechazo a la destitución de Rousseff.

Con 61 votos contra 20 la ahora exmandataria fue destituida de la Presidencia de Brasil el 31 de agosto. Aquel proceso puso fin a 13 años de gobiernos de izquierdas en el país. En su lugar, Temer asumió el poder en el Palacio de Planalto de Brasilia hasta el 1 de enero de 2019.

Tras concretarse la destitución, los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Venezuela, Nicolás Maduro; y de Ecuador, Rafael Correa, cuestionaron duramente el procedimiento legislativo del vecino país que alejó a Rousseff del gobierno y decidieron convocar a sus embajadores en una señal de protesta.

El Canciller brasileño minimizó además las protestas que se registraron desde el miércoles en las principales ciudades de Brasil. “Son muy pequeñas, casi nada. Cincuenta, cien personas. Hacen mucha bulla, llaman la atención, pero no son prácticamente nada”, aseguró.