Ante comentarios, noticias y publicaciones por las redes sociales que vinculan al presidente Evo Morales con la empresa de aviación LaMia, a partir de que el militar jubilado Gustavo Vargas, gerente general de esa línea aérea fue su piloto en el avión presidencial, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, observó este jueves una actitud de «mala fe» con objetivos «claramente políticos».
«El Presidente no señala plan de rutas (…) claro ¿como no se lo puede acusar de corrupto, de flojo, de traidor? Entonces tienen que tratar de atribuir errores de otros a él. Pero si vamos a entrar al tema de lo político, fácilmente tendríamos que preguntar a aquellos que ponen titulares sensacionalistas porque no dicen de que el piloto y dueño de la empresa es hijo político de Roger Pinto (exsenador de oposición asilado en Brasil)», aseveró Ferreira.
El Ministro aclaró que Vargas no solo fue piloto de Morales sino también de expresidentes como Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo Banzer y Jorge Tuto Quiroga.
«Creo que hay mucha mala fe y confío en la gente. La gente conoce, al final, sabemos la trayectoria del Presidente (…) cuando veo en las redes sociales personajes y personajillos opinando si uno nos dijera que proyecto de agua hizo en su gestión como Ministro, Viceministro, secreatario (…) podría darles valor moral, pero es gente totalmente descalificada, gonistas que creen tener alguna oportundidad en 2019», aseguró.
La autorida aseguró que Bolivia tiene uno de los niveles más alto de seguridad aeronáutica y citó que la cantidad de accidentes es mínimo.
«Cada vez tenemos mayor nivel de seguridad en los vuelos y este hecho aislado, hecho que tiene nombre y apellido, tres o cuatro responsables; el avión por la información que tenemos no tenía problemas técnicos, había presentado una ruta de vuelo que fue aceptado incorrectamente. Se violó un protocolo que es fundamental y eso es una error personal», indicó.
Según Ferreira, echarle la culpa al aparato estatal el accidente aéreo es «infame».
El avión de LaMia con matricula CP 2933 se estrelló la noche del lunes 28 de noviembre en el cerro El Gordo en Antioquía-Medellín con 77 pasajeros abordo, de los cuales solo cinco sobrevivieron.
Producto del accidente, el Ejecutivo separo a autoridades ejecutivos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA) al observar procedimientos irregulares en la otorgación del permiso de operación de LaMia.
(05/12/2016)