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García Linera dice que no se imagina como Presidente en 2019

"Estoy muy agradecido porque cumplí mi misión, que los indígenas gobiernen Bolivia", sostuvo el Vicepresidente, en una entrevista concedida a la agencia de noticias EFE.

/ 22 de diciembre de 2016 / 17:10

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, afirmó que todavía no ha pasado por su cabeza que el presidente Evo Morales le ceda la Presidencia en 2019, una posibilidad abierta ahora porque el mandatario analiza renunciar para volver a ser candidato ese año.

En una entrevista con Efe, García Linera habló sobre esa probabilidad, de las opciones para encaminar la reelección y descartó que Bolivia vaya a vivir una «polarización» social porque «no hay un proyecto político alternativo» al del Gobierno.

Al ser consultado sobre si se imagina el momento en que Morales podría cederle la Presidencia en 2019 García Linera dijo: «Ni lo he visualizado, ni lo espero de hecho. Se ha hablado como una de las posibilidades teóricas para habilitar legal, constitucionalmente, al presidente Evo como candidato y hay cuatro opciones, su renuncia es una de las opciones. Y la tomo simplemente como una opción más».

Además de la interrupción del mandato, el oficialismo valora si conviene hacer reformas constitucionales y someterlas a referendos o una consulta al Tribunal Constitucional para obtener el permiso que abra la puerta a la reelección Morales para el período 2020-2025.

Morales lleva en el poder con García Linera casi once años desde el 2006 y ambos tienen un mandato hasta enero de 2020.

García Linera subrayó que su caso no es el de otros vicepresidentes que esperaban que algo suceda con el presidente para usar su derecho a la sucesión constitucional.

«Toda la historia de las vicepresidencias en Bolivia es la historia de la cruel espera», opinó.

En ese sentido, remarcó que él ha dedicado su vida para que un indígena conduzca el Gobierno y no para que lo dirija «un mestizo criollo» y cree que el país debe seguir gobernado por indígenas varias décadas más en una especie «de resarcimiento histórico».

«Estoy muy agradecido porque cumplí mi misión, que los indígenas gobiernen Bolivia (…) Yo estoy muy agradecido con la vida. ¿Qué más tengo por delante? ¡Nada! ¿Qué otro objetivo? Ninguno, que esto dure, que los indígenas gobiernen mucho más», agregó.

La posibilidad de que García Linera sea el próximo presidente por un año o al menos seis meses es parte del análisis en Bolivia porque fue él mismo quien anunció hace unos días que no acompañará Morales como candidato en 2019 si finalmente el mandatario es habilitado.

Sin embargo, aseguró que la decisión de no ser parte de una nueva fórmula con Morales fue tomada en 2014 cuando sintió que hacia falta trabajar en la sociedad civil para contrarrestar el déficit que ve en «la lucha ideológica» para defender el «proceso de cambio».

Con su decisión de no buscar la candidatura a la Vicepresidencia, García Linera cree que Morales tendrá, además, «un mejor espacio para tejer alianzas» para el nuevo período que quiere ganar.

«Seguiré acompañando al presidente, pero desde otro ángulo, desde otra trinchera, en el mismo escenario de batalla», sostuvo.

Los críticos del plan oficialista encaran a Morales y García Linera que el referendo de febrero pasado ya rechazó su intento de hacer una reforma constitucional para buscar un cuarto mandato y que insistir con ello es dañar la democracia y violar la Constitución.

En la entrevista, García Linera también afirmó que no estuvo de acuerdo con ir a ese referendo porque se realizaba poco después de ganar unas elecciones, pero que como «buen comunista» tuvo que respetar la decisión mayoritaria tomada por los dirigentes sociales.

«No estuve de acuerdo con ir a referendo tan rápido. En la mentalidad de la gente ya nos habían dado cinco años meses atrás.

«Hemos ganado en octubre, nos habían dado cinco años y que a los seis meses le estés pidiendo otros cinco años más en un razonamiento raro, no es correcto, es demasiado», reconoció García Linera, que, sin embargo, hizo un intensa campaña por ese proyecto.

Dijo que, a diferencia de ese momento, ahora hay casi tres años para tratar de persuadir a la gente de que los caminos para la reelección son legales, que en las urnas se verá la legitimidad y de que hay un plan de país «que está recuperando su atraso secular».

Acerca de la posibilidad de que el nuevo intento de reelección de Morales provoque una crisis política, enfatizó que no lo ve en el horizonte sobre todo porque considera que la oposición no tiene un programa de cambios estructurales y solo hace críticas a la gestión.

«Ha de haber polarización en Bolivia cuando surjan en el escenario público dos proyectos de sociedad, dos proyectos de economía, dos proyectos de Estado. Eso va a escindir el alma de la sociedad entre unos y otros. Pero ahorita en el horizonte solamente hay un único proyecto de sociedad», señaló el vicepresidente.

Dijo que la ausencia de una propuesta alternativa desde de la «derecha» le da una ventaja a Morales, pero también es lógico pensar que en algún momento surgirá una opción opositora «más inteligente, más creativa», que proponga un proyecto estructural diferente.

«Si la derecha comienza ahorita a proponer algo distinto, de aquí a cinco años puede ser que sea algo sólido. Pero como ni siquiera surge eso, por eso hablo de entre cinco a diez años, (que) no ha de surgir un proyecto alternativo al que ahora está vigente», apuntó. (22/12/2016)

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García Linera dice que no se imagina como Presidente en 2019

"Estoy muy agradecido porque cumplí mi misión, que los indígenas gobiernen Bolivia", sostuvo el Vicepresidente, en una entrevista concedida a la agencia de noticias EFE.

/ 22 de diciembre de 2016 / 17:10

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, afirmó que todavía no ha pasado por su cabeza que el presidente Evo Morales le ceda la Presidencia en 2019, una posibilidad abierta ahora porque el mandatario analiza renunciar para volver a ser candidato ese año.

En una entrevista con Efe, García Linera habló sobre esa probabilidad, de las opciones para encaminar la reelección y descartó que Bolivia vaya a vivir una «polarización» social porque «no hay un proyecto político alternativo» al del Gobierno.

Al ser consultado sobre si se imagina el momento en que Morales podría cederle la Presidencia en 2019 García Linera dijo: «Ni lo he visualizado, ni lo espero de hecho. Se ha hablado como una de las posibilidades teóricas para habilitar legal, constitucionalmente, al presidente Evo como candidato y hay cuatro opciones, su renuncia es una de las opciones. Y la tomo simplemente como una opción más».

Además de la interrupción del mandato, el oficialismo valora si conviene hacer reformas constitucionales y someterlas a referendos o una consulta al Tribunal Constitucional para obtener el permiso que abra la puerta a la reelección Morales para el período 2020-2025.

Morales lleva en el poder con García Linera casi once años desde el 2006 y ambos tienen un mandato hasta enero de 2020.

García Linera subrayó que su caso no es el de otros vicepresidentes que esperaban que algo suceda con el presidente para usar su derecho a la sucesión constitucional.

«Toda la historia de las vicepresidencias en Bolivia es la historia de la cruel espera», opinó.

En ese sentido, remarcó que él ha dedicado su vida para que un indígena conduzca el Gobierno y no para que lo dirija «un mestizo criollo» y cree que el país debe seguir gobernado por indígenas varias décadas más en una especie «de resarcimiento histórico».

«Estoy muy agradecido porque cumplí mi misión, que los indígenas gobiernen Bolivia (…) Yo estoy muy agradecido con la vida. ¿Qué más tengo por delante? ¡Nada! ¿Qué otro objetivo? Ninguno, que esto dure, que los indígenas gobiernen mucho más», agregó.

La posibilidad de que García Linera sea el próximo presidente por un año o al menos seis meses es parte del análisis en Bolivia porque fue él mismo quien anunció hace unos días que no acompañará Morales como candidato en 2019 si finalmente el mandatario es habilitado.

Sin embargo, aseguró que la decisión de no ser parte de una nueva fórmula con Morales fue tomada en 2014 cuando sintió que hacia falta trabajar en la sociedad civil para contrarrestar el déficit que ve en «la lucha ideológica» para defender el «proceso de cambio».

Con su decisión de no buscar la candidatura a la Vicepresidencia, García Linera cree que Morales tendrá, además, «un mejor espacio para tejer alianzas» para el nuevo período que quiere ganar.

«Seguiré acompañando al presidente, pero desde otro ángulo, desde otra trinchera, en el mismo escenario de batalla», sostuvo.

Los críticos del plan oficialista encaran a Morales y García Linera que el referendo de febrero pasado ya rechazó su intento de hacer una reforma constitucional para buscar un cuarto mandato y que insistir con ello es dañar la democracia y violar la Constitución.

En la entrevista, García Linera también afirmó que no estuvo de acuerdo con ir a ese referendo porque se realizaba poco después de ganar unas elecciones, pero que como «buen comunista» tuvo que respetar la decisión mayoritaria tomada por los dirigentes sociales.

«No estuve de acuerdo con ir a referendo tan rápido. En la mentalidad de la gente ya nos habían dado cinco años meses atrás.

«Hemos ganado en octubre, nos habían dado cinco años y que a los seis meses le estés pidiendo otros cinco años más en un razonamiento raro, no es correcto, es demasiado», reconoció García Linera, que, sin embargo, hizo un intensa campaña por ese proyecto.

Dijo que, a diferencia de ese momento, ahora hay casi tres años para tratar de persuadir a la gente de que los caminos para la reelección son legales, que en las urnas se verá la legitimidad y de que hay un plan de país «que está recuperando su atraso secular».

Acerca de la posibilidad de que el nuevo intento de reelección de Morales provoque una crisis política, enfatizó que no lo ve en el horizonte sobre todo porque considera que la oposición no tiene un programa de cambios estructurales y solo hace críticas a la gestión.

«Ha de haber polarización en Bolivia cuando surjan en el escenario público dos proyectos de sociedad, dos proyectos de economía, dos proyectos de Estado. Eso va a escindir el alma de la sociedad entre unos y otros. Pero ahorita en el horizonte solamente hay un único proyecto de sociedad», señaló el vicepresidente.

Dijo que la ausencia de una propuesta alternativa desde de la «derecha» le da una ventaja a Morales, pero también es lógico pensar que en algún momento surgirá una opción opositora «más inteligente, más creativa», que proponga un proyecto estructural diferente.

«Si la derecha comienza ahorita a proponer algo distinto, de aquí a cinco años puede ser que sea algo sólido. Pero como ni siquiera surge eso, por eso hablo de entre cinco a diez años, (que) no ha de surgir un proyecto alternativo al que ahora está vigente», apuntó. (22/12/2016)

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