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Bolivia pregunta a Chile por qué pidió la concesión del Silala si considera que es un río internacional

En las últimas horas Chile afirmó, con base en un reciente informe tcnico, que las aguas del Silala discurren naturalmente hacia su territorio por efecto de la gravedad debido a la inclinación del terreno de 4,6 grados. Este jueves, Bolivia cuestionó por qué entonces ese país soliticó en 1908 la concesión de un recurso que fluye por cauce natural y que ahora ellos consideran que es río internacional.

La hipótesis chilena fue exteriorizada por el canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien el miércoles anunció que su país concluyó el trabajo de campo en la preparación de la memoria del juicio planteado contra Bolivia por este asunto.

“¿Si había un cauce natural, para qué solicitas una concesión?», cuestionó este jueves el responsable de la Dirección Estratégica de Defensa del Manantial Silala y otros recursos hídricos, René Martínez.

“Él (Muñoz) dice que esta verdad es de hace cientos, miles de años ¿Si ese cauce natural es de hace miles de años cómo me justificas de que has iniciado un trámite de concesión al estado boliviano?”, replicó la autoridad boliviana en una entrevista con la radio estatal patria nueva.

La Prefectura de Potosí conoció la solicitud de usufructo de las aguas de parte de la empresa anglochilena The Antofagasta-Bolivia Railway Company Limited que posteriormente autorizó en 1908.

El legajo, consignado a las 13.00 del 23 de septiembre de 1908 en el folio 48/1908, se denomina Escritura de concesión y consiguientemente adjudicación del uso de las aguas que forman unas vertientes, denominadas ‘Siloli’ (sic), existentes en la comprensión del vice-cantón Quetena de la provincia Sud Lípez”.

Mediante este documento, el entonces prefecto de Potosí René Calvo Arana otorga la concesión “en favor de la Compañía The Antofagasta (Chili) (sic) Railway Company Limited”. La empresa argumenta, en el acta, que “necesita de esas aguas que son relativamente adecuadas para la alimentación de sus máquinas (que) hoy como se sabe, usan aguas impropias que destruyen sus calderos en poco tiempo (…) siendo obras de captación y de canalización, podrían utilizarse las dichas vertientes aunque con coste crecido; y se proyecta ejecutar esas obras para utilizarlas”.

Así se validó la construcción de los canales artificiales para alimentar sus locomotoras a vapor, pero cuando la empresa cambió esta maquinaria por motores a diésel, transfirió en 1961 el uso de las aguas a Chile.

Para Martínez, existen dos premisas fundamentales por las que Santiago tiene el norte en contra. La primera es que La Moneda, en 1908, “entiende” que el Silala es “propiedad de Bolivia” por qué comprueba que no tiene “el caudal natural que dice tener”.

Ante la ausencia de curso natural, esa es la segunda premisa, Chile canaliza las aguas para forzarlas hacia su territorio. “Si dices que es cauce natural por qué hiciste esas canalizaciones, multiplicidad de canalizaciones que sacan de cada uno de los ojos de agua”, cuestionó.
Hay unos 70 ramales, según Martínez que están en “agonía” puesto que Chile habría canalizado las aguas incluso antes de su concesión sin ningún tipo de autorización. “Tenemos estudios”, advirtió.

Las aguas hoy alimentan a la empresa minera Codelco-Chuquicamata (Calama). Ante la evidencia de que las aguas manantiales no eran utilizadas para los fines que le fueron otorgados al vecino, en junio de 1997, La Paz revocó la concesión.

Martínez desveló que los ojos de agua se redujeron de 90 a 70 y que son canalizados por “sistemas de canalizaciones distintas que van a un tronco común” y que acaudalan las aguas para conducirlas hacia lado chileno.

“En condiciones naturales sería imposible que pueda tener tal cantidad de aguas”, sostuvo la autoridad y aseguró que el país está “abrazado de una verdad que no es de un par de semanas o un par de años sino que tenemos dos realidades objetivas en el lugar de los hechos” de más de cien años. (05/01/2017)