Un fiscal boliviano ordenó la exhumación de los restos del sacerdote católico español Luis Espinal Camps, asesinado en 1980 por grupos de ultraderecha, en un caso de denuncia de exmilitares sobre el religioso, quien fue homenajeado por el papa Francisco en su visita al país.
«A fin de contar con elementos de convicción en el presente caso se señala el acto de exhumación de restos del presunto Luis Espinal Camps para el (próximo) día 9 de enero», señala la orden firmada por el fiscal Genaro Quenta y difundida por la página en Internet de la radio privada Erbol.
La medida tiene el fin de evidenciar que el religioso, periodista, cineasta y activista de derechos humanos, fue asesinado, aunque nunca hubo una investigación sobre el caso. El cuerpo está enterrado en un cementerio de La Paz.
Quenta indaga la denuncia hecha en 2015 por el excoronel de Ejército, Roberto Meleán, que señalaba como autor intelectual del crimen en marzo de 1980 al entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, Jaime Niño de Guzmán.
El motivo -según Meleán, también involucrado con esa dictadura- fue que Camps planeaba denunciar desde el semanario izquierdista «Aquí», del cual era director, hechos de corrupción de Niño de Guzmán.
Frank Campero, abogado de Meleán, reveló que Niño de Guzmán fue citado a declarar por la fiscalía, pero alegó demencia por su avanzada edad. El religioso y periodista fue hallado en un terreno baldío en una carretera que une las ciudades de La Paz y El Alto con impactos de proyectil y marcas de torturas.
La memoria de Espinal fue objeto de un homenaje, por parte del papa Francisco, cuando éste visitó Bolivia en julio de 2015.
La muerte de Espinal fue la antesala de un golpe militar cuatro meses después, encabezado por el exgeneral Luis García Mesa, preso por violación de derechos humanos. (05/01/2017)