El Ministerio Público abrió la posibilidad de cancelar la exhumación de los restos del jesuita Luis Espinal Camps, quien fue torturado y asesinado en 1980, de encontrarse elementos que ayuden a determinar la causa de su muerte, informó el fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero.
“Se va a recabar toda la información, entonces, si no es necesario hacer una actuación como esa, no la vamos a hacer, es un criterio de la Fiscalía General”, manifestó ante la objeción de activistas y religiosos.
El caso fue abierto luego de una denuncia hecha en junio de 2015 por el coronel (r) Roberto Meleán, quien acusó a seis militares de planificar y consumar el asesinato de Espinal. El militar cumple una condena en el penal de Chonchocoro por delitos cometidos durante la dictadura de Luis García Meza (1980 – 1981).
En la víspera y mediante un memorial, la Compañía de Jesús entregó a la Fiscalía un legajo de documentos sobre las causas de la muerte del sacerdote. El 9 de enero se debía realizar la exhumación, pero se la postergó para el 31 de enero.
“Conversando con los fiscales he instruido que se agoten todos los medios posibles para recabar esa información (sobre las causas del deceso) y pedir declaración de las personas que tendrían conocimiento. Que el propio (Instituto de Investigaciones Forenses) IDIF intervenga en ver, validar y homologar los documentos de esa época; si es así, no hay necesidad de que se realice la exhumación”, reiteró.
El médico forense Rolando Costa Arduz, quien hace 37 años practicó la autopsia, recordó que Espinal tenía al menos 17 orificios de proyectil de bala y múltiples lesiones. En ese marco y para esclarecer el deceso del sacerdote, el galeno será citado por la Fiscalía para que preste su declaración informativa, anunció Guerrero.
La noche del 22 de marzo de 1980, fue secuestrado, maniatado y torturado en un matadero por cuatro horas y finalmente asesinado con 14 balazos. Los asesinos le marcaron una cruz en el pecho con culatazos. (27/01/2017)