Bolivia justifica voto en contra de resolución de la ONU contra régimen sirio
El representante de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, recordó que ya se sabía que la propuesta no iba a recibir la luz verde (Rusia había anticipado que la vetaría), y dijo que tendrían que haberse hecho "negociaciones más amplias" para lograr su aprobación.
Bolivia calificó como un «intento de instrumentalización política» del Consejo de Seguridad de la ONU la presentación de una propuesta de resolución contra el régimen sirio que finalmente fue rechazada por el veto de Rusia y China.
La iniciativa, que se llevaba negociando desde diciembre pasado, buscaba imponer sanciones a representantes del régimen de Bachar al Asad y a una decena de entidades sirias por el uso de armas químicas contra la población civil en el conflicto de ese país.
El representante de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, recordó que ya se sabía que la propuesta no iba a recibir la luz verde (Rusia había anticipado que la vetaría), y dijo que tendrían que haberse hecho «negociaciones más amplias» para lograr su aprobación.
«La propuesta no es otra cosa que un intento de instrumentalización política del Consejo de Seguridad, cuyo objetivo no es la búsqueda de la paz en Siria, ni tampoco identificar a los responsables de manera independiente y objetiva del uso de armas químicas en esa región», agregó el representante boliviano.
El objetivo de la iniciativa, insistió, buscaba «una ofensiva mediática, una ofensiva política en contra de los miembros (del consejo) que se opongan a este proyecto».
Un grupo de expertos de la ONU confirmó que por lo menos en tres ocasiones, el 21 de abril de 2014 y en dos ataques distintos realizados el 16 de marzo de 2015, el Gobierno sirio fue responsable del uso de armas químicas contra su propia población.
La propuesta buscaba sancionar a once representantes del régimen de Al Asad y a diez entidades sirias por su vinculación con estos ataques, pero la propuesta no prosperó porque votaron en contra Rusia y China, dos países que ejercieron su derecho de veto.
Votaron a favor Estados Unidos, Francia, el Reino Unido (los tres países que defendían la iniciativa), Italia, Japón, Senegal, Suecia, Ucrania y Uruguay, y se abstuvieron Egipto, Etiopía y Kazajistán.
El embajador boliviano recordó que su Gobierno viene expresando su «más enérgico y absoluto rechazo» al uso de armas químicas «donde quiera se haya cometido», pero justificó por defectos de forma y razones políticas su decisión de votar en contra.
Llorenti dijo que las personas y entidades incluidas en la lista no salieron del mecanismo de investigación que analizó los hechos, lo que «viola el derecho al debido proceso».
También señaló que su Gobierno cree que la iniciativa «pone en riesgo el cese al fuego» y el proceso de paz que está impulsado la ONU en Siria, el argumento más importante que venía defendiendo Rusia para anticipar que vetaría la resolución.
«Es deber de este consejo ver también el marco político y la situación más allá de lo planteado en esta resolución», agregó el diplomático boliviano al justificar su voto en la sesión del Consejo de Seguridad. (28/02/2017)