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Romero anuncia que la UE tuvo una reacción ‘muy positiva’ sobre la Ley de la Coca

El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, afirmó este martes que la Unión Europea (UE) -a la que definió como un «aliado estratégico» en la lucha contra el narcotráfico- ha tenido una reacción positiva sobre la polémica ley que amplía el límite legal de los cultivos de coca.

«Valoramos a la Unión Europea porque es nuestro principal aliado estratégico en esta lucha y su apoyo ha sido muy valorado en los últimos años», explicó el ministro a Efe durante su participación en la Comisión de Estupefacientes de la ONU, reunida en Viena.

«Es lógico que haya surgido alguna preocupación y nos hemos reunido con ellos tanto en La Paz como aquí, en este evento, en una reunión bilateral que sostuvimos ayer», agregó.

En su encuentro con la delegación de la UE el ministro vio «una reacción muy positiva, muy proactiva, y han ratificado que seguirán trabajando con el país».

El presidente boliviano, Evo Morales, firmó la semana pasada una nueva ley que sube el límite legal de los cocales de 12.000 a 22.000 hectáreas para cubrir usos tradicionales como el masticado de la hoja o «acullicu».

Un estudio realizado por estadísticos del Gobierno y financiado por la UE certificó en 2013 que para todos los usos legales se necesitaban solo 14.705 hectáreas de plantaciones.

El ministro de Gobierno sostuvo que ese estudio de la UE tenía unos datos anticuados sobre la productividad de los cultivos y que no había que tener sólo en cuenta la superficie sino también el rendimiento de las tierras.

Según Romero, los cocaleros han expresado que «sus tierras se han fragmentado, se han erosionado, hay caída de rendimientos y que por las condiciones topográficas en Los Yungas, la cifra (de hectáreas) debería ser mucho mayor».

Por eso, avanzó que en los próximos meses La Paz trabajará en un estudio con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) que tenga en cuenta también el rendimiento de los cocales.

«Queremos cruzar los datos, no solamente utilizar la superficie como indicador, sino también los volúmenes, es decir, la productividad, los rendimientos», indicó.

La UE, según el ministro, ha apreciado la disposición de Bolivia de ofrecer nuevos datos que explican su decisión.

«Han valorado que estemos en toda la disposición para hacer estudios complementarios, lo que ven como una buena señal», sostuvo.

«Obviamente a nivel de los países miembros la posición no es homogénea; en muchos casos hemos visto una reacción positiva, en otros casos estamos dispuestos a hacer las ampliaciones y explicaciones que el caso aconseje», agregó.

El ministro también incidió en que la ley prevé las 22.000 hectáreas como «un tope máximo» y que la normativa se espera que esté en vigor durante dos décadas, un tiempo en el que también se dará un incremento de la población.

«Nosotros hemos puesto en la Ley General de la Coca un ‘hasta 22.000 hectáreas’, pero no es una superficie fija ni rígida, es un tope», recalcó.

El ministro reafirmó el compromiso en la lucha contra el narcotráfico y recordó que el Estado seguirá controlando el mercado tradicional, que todos los excedentes serán erradicados y tampoco habrá un aumento del número de productores.

Romero apuntó que además de informe sobre el rendimiento por superficie de los cocales, la UNODC tiene planes de hacer otros dos estudios: uno sobre los procesos de conversión en el país de la coca en cocaína y otro sobre los componentes de la hoja de coca, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS)  «Los tres estudios estamos dispuestos a hacerlos y adicionalmente queremos añadir uno sobre los circuitos de circulación de la hoja de coca en Bolivia», indicó, lo que ayudará a entender mejor la situación en el país.

«Estos estudios empezarían a hacerse en los próximos meses; de hecho, el de los rendimientos ya tiene una metodología consensuada» con la ONU, destacó el responsable boliviano.

A su juicio, la estrategia antinarcóticos de Bolivia merece crédito ya que el país ha pasado de unas 57.000 hectáreas a finales de los 80 a las actuales 20.200, según Naciones Unidas.

Romero recordó que esa cifra supone el 13 por ciento de la hoja de coca de América del Sur y que los descensos en los últimos años en los cultivos en Bolivia, ratificados por la ONU, contrastan con el incremento registrado en otros países.

Bolivia es el tercer productor mundial de hoja de coca, después de Colombia y Perú.

Estados Unidos acusa a Bolivia de haber fracasado de «manera demostrable» en la lucha antidroga, algo que Romero considera «una posición política» que no se ajusta a los hechos. (14-03-2017)