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EEUU difiere de la UNODC y asegura que en Bolivia existen 36.500 has de coca

El gobierno de Estados Unidos aseguró, en su informe anual de 2016 sobre drogas, que en Bolivia existen 36.500 hectáreas de coca y un potencial de producción de 255 toneladas de cocaína. Los datos no pueden ser confirmados ni cuestionados por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDC) y Bolivia, que presentados resultados diferentes.

El reporte fue publicado a principios de marzo y se basa en las recomendaciones emitidas por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama en septiembre pasado, cuando designó a Bolivia, Venezuela y Birmania como responsables de una política fallida en la lucha antidroga en los 12 meses anteriores, reportó EFE.

Washington sostuvo que en esos países existe un “fracaso demostrable”. En parte del acápite de conclusiones referido a Bolivia, el informe reseña: “Los datos estadunidenses muestran que el cultivo de coca boliviano está aumentando. El gobierno boliviano y la UNODC afirman que el cultivo de coca está disminuyendo. Y lo que es más importante, según datos estadounidenses, la producción potencial de cocaína en Bolivia se ha duplicado en la última década, a 255 toneladas métricas”.

Sobre los cultivos de coca precisa el documento traducido del inglés al español de forma no oficial: “Mientras que el gobierno boliviano y la UNODC estimaron que el cultivo de coca se redujo a 20.200 hectáreas en 2015, el Gobierno de los Estados Unidos – utilizando metodología diferente – estimó que el cultivo de hoja de coca aumentó a 36.500 hectáreas en 2015”.

“Ni la ONUDC ni el Gobierno de Bolivia tienen información que pueda confirmar o cuestionar esta evaluación”, asegura el documento estadounidense.

“En 2015 se estimó una superficie de 20.200 ha de cultivos de coca, 1% menos que en 2014, cuando se cuantificaron 20.400 ha. La superficie de cultivos de coca en 2015 es la menor registrada por la UNODC desde que inició el monitoreo de cultivos de coca en Bolivia”, sostiene el informe ejecutivo presentado por el organismo internacional en julio de 2016.

El contenido del documento contrasta con las afirmaciones del gobierno boliviano en sentido de que el consumo de coca tradicional, cultural y medicinal aumentó. Hasta el 2 de marzo la ley de la coca era solo un proyecto en curso que seis días después, el 8 de marzo, el presidente Evo Morales promulgaría para legalizar 22.000 hectáreas (ha) del arbusto en los Yungas de La Paz y el Chapare de Cochabamba.

Para la Casa Blanca, “los controles inadecuados de Bolivia sobre sus mercados legales también son motivo de preocupación”.

Palacio Quemado cuestionó las afirmaciones de la Casa Blanca en sentido de que la lucha antridoga boliviana, que no tiene financiamiento estadounidense, sea un fracaso demostrable.

La Unión Europea (UE) y los Estados Unidos, a través de su emisario Michel Fitzpatrick, quien arribó al país la pasada semana, exteriorizaron su preocupación por la Ley General de la Coca.

El vicepresidente Álvaro García llamó el 14 de marzo a Estados Unidos y al bloque europeo a hacer su trabajo en esta temática esforzándose en acabar con la demanda de drogas.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, sostuvo en relación a la preocupación del emisario del nuevo gobierno de Donald Trump, Fitzpatrick: “No tienen mucha validez” puesto que la normativa tiene “un tope máximo”. (29/03/2017)