El ministro de la Presidencia, René Martínez, reiteró este viernes que el encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos, Peter Brennan, incurre en “una política de injerencia abierta” cuando habla de la relación de Bolivia con Venezuela y señaló que las organizaciones sociales deben estar con “una mirada vigilante” sobre los dichos del diplomático.

“Él sabe mejor que nosotros lo que esta haciendo, seguir una política de injerencia abierta” y cree que permanecen los tiempos en los que existía “un sometimiento directo” de los gobiernos neoliberales a los intereses del gobierno de Washington, afirmó en una nueva arremetida contra el diplomático del país del norte.

El jueves y en una conferencia junto a la viceministra de Relaciones Exteriores, Guadalupe Palomeque, y la viceministra de Gestión Institucional, María del Carmen Almendras, ya respondió a las declaraciones de Brennan, quien dijo no entender “cómo algunos líderes de la izquierda incluso pueden defender a un Gobierno militar que está matando a gente en las calles» en Venezuela.

Sobre Bolivia declaró: “No voy a opinar o especular sobre la situación de Bolivia, sobre la situación política interna, que es algo para los bolivianos, para resolver; pero ojalá que Bolivia nunca llegue al punto en que está Venezuela en este momento, porque es deplorable y muy lamentable”.

En esa conferencia calificó como un exabrupto las declaraciones y pidió se retracte, pero hasta el momento la delegación diplomática no emitió una posición oficial, por lo menos de forma pública.

Ambos gobiernos mantienen una relación compleja desde 2008 cuando fuera expulsado el embajador Philip Goldberg por denuncias de injerencia en asuntos internos. Trabajaron y aprobaron un nuevo Acuerdo Marco que hasta el momento no logró restablecer las relaciones a nivel de embajadores.

Para Martínez el problema de fondo es que Bolivia y Venezuela “incomodan los intereses norteamericanos” sobre los recursos naturales de ambos países, lo que en ningún caso –sostuvo- es un hecho retórico sino más bien constatado en décadas.

“Lo que hay que señalar es que Bolivia es un país soberano y respetuoso del derecho internacional público y por esa razón vamos a reiterar nuestro rechazo afirme y vehemente a cualquier acto de injerencia en nuestro país, mucho más si es que viene de un embajador extranjero, reitero, que intenta direccionar nuestras definiciones soberanas como Estado”, expresó en una entrevista en la estatal emisora Patria Nueva.

Las organizaciones sociales, dijo, deben estar con “una mirada vigilante” sobre las declaraciones del diplomático. “Lejos de estar en la simple observación, hay que estar en la mirada vigilante de lo que pudiera ocurrir en declaraciones más de estos encargados de Negocios que tiene la embajada acá (LaPaz) para que podamos estar con el seguimiento de nuestras organizaciones sociales…”.

La administración de Evo Moraleses un aliado del presidente Nicolás Maduro, quien enfrenta una crisis política y económica que al momento causó más de 100 muertos a pesar de la puesta en vigencia de la Asamblea Constituyente.