El exsenador de Pando Roger Pinto murió el 17 de agosto en Brasil como consecuencia de la serie heridas que sufrió tras caer a tierra la avioneta que pilotaba. Su cuerpo fue incinerado y este viernes sus cenizas fueron llevadas por su familia hasta su domicilio en Cobija, pero el velorio recién se instalará este sábado.
“Aclarar que el día de HOY NO HABRÁ en mi domicilio ningún velorio, los amigos entenderán lo difícil de esto, volver a casa con mi papá en esta situación es una de las cosas más dolorosas que nos tocó vivir. Hoy será un día para respirar hondo y como él decía: seguir para adelante”, escribió Denise, una de las hijas de Pinto en su cuenta de Facebook.
Pinto se encontraba desde 2013 en Brasil tras haber huido con ayuda de un diplomático de la Embajada de Brasil en La Paz, donde estuvo 454 a la espera de un salvoconducto que el Gobierno se negó a entregarle pese a haber conseguido el refugio político. El exlegislador vivía en Brasil desde entonces con su familia.
Tenía más de 20 procesos penales en su contra por denuncias de corrupción y uno de esos casos llegó a sentencia. Su abogado y amigo, el también exlegislador Luis Vasquez reveló que Pinto pensaba retornar a Bolivia el próximo año consciente que una vez pise suelo boliviano se exponía a su detención.
Pinto fue trasladado hasta Brasilia debido a su delicado estado de salud, pero no pudo superar el complejo cuadro de salud. Murió la madrugada del 17 de agosto y días después su cuerpo fue entregado a su familia. Sus restos fueron incinerados y traslados por su familia, primero a su casa en Epitaciolândia, ciudad fronteriza con Cobija.
Este viernes llegaron hasta su casa en Cobija, que la dejaron hace más de tres años. “A todos los amigos que desean acompañarnos en esta ceremonia de homenaje a la vida de mi papá, los invitamos mañana desde las 10:00 am a la primera iglesia Bautista de Cobija”, invitó Denise, siempre a través de Facebook.
Sus cenizas serán esparcidas en su hacienda, ese fue su último deseo.