El vicepresidente boliviano Álvaro García Linera aseguró el jueves por la noche, en un acto público en La Paz, que recordar la revolución Rusa y sus efectos es, poco menos, alumbrar el futuro.
«Recordar la revolución es alumbrar el futuro, no es un hecho de melancolía, no es un hecho de exquisitez histórica, es un hecho de cómo imagino el mundo, para sacar la lección de Rusia y para no repetir los errores de Rusia», expuso.
García Linera expresó esa posición durante su disertación en el diálogo político y conferencia magistral A 100 años de la Revolución de Octubre que realizó junto al secretario general del partido PODEMOS, de España, Pablo Iglesias, en instalaciones del emisor Banco Central de Bolivia, en La Paz.
A su juicio el mundo necesita revoluciones, como las de febrero y octubre de 1917 en la Rusia zarista, en el marco de la natural movilidad de la política.
«La democracia de la asamblea, de la calle, de la deliberación la democracia en que los que no somos especialistas en nada, nos convertimos en especialistas de todo», señaló.
Por su parte el líder del partido español de izquierda Podemos, Pablo Iglesias, comentó que si hay algo que enseñó la revolución Rusa es la importancia de la política para cambiar las cosas.
«Pero es fundamental para los que defendemos, que la transformación sólo es posible si la política se generaliza, si la democracia es un movimiento histórico que lo que hace es repartir el poder, vemos que el poder en manos del pueblo, la democracias no solamente puede ser un procedimiento de selección entre élites, la democracia es un procedimiento de expropiación de socialización del poder», se explayó.
Iglesias remarcó que la democracia es hacer que el poder que está en unas cuantas manos se convierta en el poder de los que están en las masas.
«Eso significa las revoluciones», resumió.
Consideró que es importante entender que esa ciencia política de los de abajo (leninista) da la obligación de ser más «listos», más fuertes y más inteligentes que el adversario porque subrayó se cuenta con menos instrumentos.
«Esa es una de las grandes lecciones de la revolución de octubre, quizá no sea una revolución solo contra el capital sino contra todo», apuntó. (09/11/2017)