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Chile fundamentó las negociaciones por el mar en dos pilares, uno el acceso soberano de Bolivia

Después de la invasión y posterior Guerra del Pacífico de 1879, Chile, de forma unilateral, fundamentó la paz con Bolivia sobre dos pilares, uno de ellos la entrega de un acceso soberano al mar con, inclusive, la cesión de parte del territorio usurpado “independientemente” del Tratado de 1904, afirmó este lunes la abogada del equipo jurídico boliviano Monique Chemillier-Gendreau, al inicio de la fase de alegatos orales.

Dijo0 que este aspecto determinó que existe un asunto pendiente de resolución entre ambos países.

“Algunos meses después de la invasión del Litoral boliviano, Domingo Santa María (Santa María, quien fue Canciller de Chile en el gobierno de Aníbal Pinto durante la Guerra del Pacífico y luego Presidente de su país) se expresó claramente de Bolivia: Debemos darle un puerto en algún lugar”, recordó.

“Esta frase fundamenta la política chilena durante 130 años y fijaba claramente que para Chile la paz con Bolivia debería construirse sobre dos pilares”, añadió para luego complementar: “los dos pilares a los que me refiero, la incorporación en Chile de todo el Litoral boliviano, por un lado, y ‘al norte de Camarones un arreglo en la frontera para que Bolivia tenga un acceso al Pacífico entre Chile y Perú’”.

Además, detalló que “este doble objetivo permanecerá constantemente en la política chilena hasta hace pocos años, cuando hubo un giro radical”.

“El segundo pilar sobre el que se basa la paz se esboza rápidamente y el proyecto es iniciar negociaciones con Bolivia para resolver la cuestión tendiente relativa al acceso al mar, pero esto debería hacerse con el fin de llegar a una cesión territorial sometida a la fórmula independiente al Tratado de 1904” que definió lo límites, afirmó la jurista.

Ambas partes -prosiguió- reconocieron la existencia de un tema pendiente y desde ese entonces se destacó el objetivo de dar a Bolivia “su propia salida al Océano Pacífico a través de los territorios tomados a Perú que a partir de ese momento eran el norte de Chile”.

Dijo que similares compromisos se vieron en 1919, 1920, 1950, 1961, 1975, 1976, 1977 en los que “se definía claramente que Bolivia adquiriría su propio acceso al mar”.

Complementó que cuando Perú, otro de los afectados de la Guerra del Pacífico, firma con Chile el Tratado de Paz de 1929 para cerrar sus límites y sellar la paz, se añadió un “protocolo secreto” que fijó que ninguno de los gobiernos podría ceder a una tercera parte todo el territorio o parte de ella sin el acuerdo del otro Estado.

“Este texto confirma que la cesión a Bolivia, que era la única tercera parte posible, de todo el territorio o parte del territorio en manos de Chile que estaba en el horizonte de los Estados como una cuestión pendiente entre ellos. Además, esta condición fue activada en las negociaciones de Charaña (que firmaron los expresidentes Hugo Banzer de Bolivia y Augusto Pinochet de Chile)”, señaló Chemillier-Gendreau.

“Todas las fases de negociación que tuvieron lugar durante más de un siglo tenía como objetivo ese fin”, remarcó y apuntó que esos compromisos también alcanzaron a la compensación territorial como se perfiló en el acuerdo de Charaña que trató sobre un corredor.

Una muestra de ello es el Acta de 10 de 1920 en el que “los dos estados prevén satisfacer la aspiración de Bolivia para que pueda obtener su propia salida al Océano Pacífico”, un extremo que fue ratificado tres años después, en 1923, cuando La Moneda “confirma la voluntad de su país de iniciar negociaciones para conseguir el deseo de Bolivia”, apuntó.

Los reiterados compromisos de ambos países, pero principalmente de Chile, se fundamentarán en ese segundo pilar. Dijo que así se refleja en los acuerdos posteriores hasta 2011, cuando Chile hizo «desvanecer” y de forma unilateral puso fin a toda discusión sobre ese derrotero.

Las negociaciones son de actualidad en el siglo XXI y toman cuerpo en la Agenda de 13 puntos que laboraron los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Chile, Michelle Bachelet” a partir de 2006, que incluían el tema del mar independientemente del libre tránsito que se fijó en 1904.

“El punto 6 de esta agenda bilateral confirmó que la cuestión marítima permanecía de actualidad, no era posible la menor confusión con las cuestiones de tránsito que se le ponían a Bolivia puesto que esta se abordaba en punto distinto del orden del día que era el 3”, dijo.

“Cada vez que luego los países se acercaron más o menos a una solución, quedó evidente que el respeto del Tratado de 1904 no era un obstáculo para el éxito de las negociaciones, a prtir del memorando de 1919 Chile había reconocido esto”, remarcó.

Chemillier-Gendreau además puntualizó que “la salida natural” de Bolivia hacia el mar “está en el Pacífico” y “el régimen de libre tránsito que se había acordado con Bolivia (en 1904) nunca fue el régimen ideal tal como lo describe Chile”, pero precisó que ése no es el objeto del caso.

Para el vicepresidente boliviano, Álvaro García, esos más ofrecimientos generan una “obligación jurídica vinculante” para que Chile negocie de buena fe» y de manera efectiva una salida al mar y, sobre esa base, se haga justicia. (19/03/2018)