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Chile se obligó a negociar en 7 momentos

Luego de cuatro años de reserva, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) publicó ayer los documentos sustanciados durante la fase escrita del proceso legal planteado entre Bolivia y Chile, entre ellos la memoria del país que concentra los argumentos con los que se demanda la obligación de negociar un acceso soberano al océano Pacífico sobre la base de actos unilaterales y conversaciones binacionales, además de avales propuestos en escenarios multilaterales.

El legajo, dividido en un cuerpo central de 195 páginas y dos volúmenes para anexos de 851 pliegos, relata siete episodios en los que Chile se obligó a negociar con Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico. Al presentar las alegaciones, el agente boliviano, el expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, solicitó a los jueces de la Corte su cooperación para llegar a una “solución equitativa” y de ese modo resolver el diferendo.

ALEGATOS. “La obligación asumida por Chile es un deber específico de negociar sobre un objetivo específico (acceso soberano de Bolivia al mar) basado en principios definidos de derecho internacional, especialmente la buena fe”, señala el documento boliviano que el jueves será respondido por Chile en sus respectivas alegaciones ante el máximo tribunal de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El documento sostiene que la “obligación, en el corazón de este caso, surge de los acuerdos entre Chile y Bolivia y de la conducta posterior y actos unilaterales de Chile que confirman la existencia y la persistencia de la obligación”. (La infografía incluida en este reporte muestra estos momentos).

Espere…

Rodríguez Veltzé abrió ayer la ronda de alegatos orales con una presentación que fijó las bases jurídicas de la demanda y presentó a los abogados contratados por el país para presentar la causa. El agente también invocó la atención de los jueces para que éstos emitan un fallo para que “Chile regrese a la mesa de negociación de buena fe y de manera acorde con sus compromisos reiterados en varias ocasiones”. “Bolivia tenía y puede confiar en que Chile actuará de manera coherente con las propias declaraciones”, señala el documento desvelado.

“Cada episodio (…) cumple los criterios para un compromiso legal vinculante. Un compromiso aislado sería suficiente para crear la obligación. Pero en el presente caso hay una acumulación de actos sucesivos de Chile que sirven solo para fortalecer el caso boliviano. Esos actos sucesivos de Chile deben ser vistos en su contexto adecuado. Éstos reiteran el compromiso chileno para la obligación y mantuvieron vivas las legítimas expectativas bolivianas de que Chile, en el transcurso de los años y en buena fe, negociaría el acceso soberano al océano Pacífico de Bolivia”, puntualiza la argumentación boliviana respecto a estos momentos, cuyo valor histórico y político fue explicado por el equipo jurídico internacional que respalda al país en esta demanda.

El juez Abdulqawi Ahmed Yusuf (Somalia), que preside la CIJ desde febrero, autorizó la desclasificación de los documentos que sustancian la demanda y que cuentan con mapas que comenzaron a ser expuestos ayer por los abogados contratados por el país.

“El hecho de numerosos intercambios, sí dan lugar a una obligación”, refrendó el jurista iraní Payam Akhavan ante el jurado internacional. Afirmó que Chile desearía que no existiera una continuidad histórica de las negociaciones por lo que aseguró que el país trasandino “está en la obligación vinculante” de poner fin al enclaustramiento, y remarcó que la fundamentación jurídica que sostiene la causa “no es una teoría de última hora”, sino un concepto en sí del derecho internacional.

Aseveró que la demanda boliviana no es “un ejercicio académico” ni una postura, tomando en cuenta que los bolivianos han sufrido daños reales y continuos, aspecto que “Chile no puede negar”. “El sueño de Bolivia nunca desaparecerá”, remarcó, y consideró que Chile debería escuchar las palabras “sabias” de algunas de sus autoridades que reconocieron públicamente que su país debería dar una puerta de acceso en el océano Pacífico. Las citas a las que hizo referencia el abogado iraní están incorporadas en los anexos presentados por  Bolivia.

Entre los documentos de respaldo figuran, además, intercambio de correspondencia diplomática, documentos oficiales, publicaciones de prensa, declaraciones de foros multilaterales y comunicados oficiales emitidos por los gobiernos de La Paz y Santiago.  

LITIGIO. La demanda presentada en abril de 2013 por Bolivia se basa en los derechos reconocidos por el derecho internacional y busca que la Corte declare que es obligación de Chile negociar un acceso soberano. El planteamiento no hace referencia a la definición de territorios, pero contextualiza la forma en la que el país perdió su acceso soberano al mar.

La “buena fe” del Estado chileno está contenida “en actas y declaraciones (…) atribuibles, principalmente, a los presidentes de la República de Chile (Alessandri, González Videla, Pinochet) y a los ministros (Izquierdo, Mathieu, Matte, Walker Larraín, Carvajal Prado)”. Todos estos actos se dieron luego de la firma del Tratado de 1904.

Según la memoria sustanciada ante la CIJ, estas actas y declaraciones, y los términos en los que fueron hechos, tenían como meta “la promesa de negociar”, algo que no se ha dado hasta el momento.

“Cuando Chile permanece silencioso frente a las declaraciones de Bolivia (…), que no es un país naturalmente mediterráneo, pero un Estado temporalmente privado de su acceso al mar como resultado de una guerra (…), Bolivia considera que Chile estaba reconociendo una situación que prometió hace mucho corregir”, se lee en la conclusión de la memoria.

De acuerdo con el vicepresidente Álvaro García Linera, quien leyó varias partes de la memoria durante un acto en la plaza Murillo, “las propuestas y ofrecimientos han creado una obligación jurídica y vinculante para que Chile negocie una salida soberana al océano Pacífico de Bolivia”.

La exposición de los argumentos de la demanda continuará hoy; el miércoles habrá un descanso y el jueves y viernes responderá Chile a los argumentos del país.

Pactos vinculantes

•     Actas. La obligación de  Chile a negociar con Bolivia sobre una salida soberana al océano Pacífico mana de no solo los acuerdos legales, sino también de las promesas y declaraciones.

•     Promesa. El presidente de Chile Domingo Santa María remarcó en enero de 1884 que: ‘Bolivia no puede permanecer como está, ya que ni puede entregar su comercio solo a nuestras aduanas. No hay gente que puede vivir y desarrollarse en estas condiciones (…). Debemos conceder una acceso propio.

•     Enclaves. Los abogados de la causa marítima expusieron ayer mapas de tres enclaves propuestos a Chile a raíz de la declaración de Charaña de 1975: Arica, Pisagua e Iquique; todos estos accesos de 50 kilómetros cada uno.

•     ‘Enfoque fresco’. Chile aseguró ‘la buena voluntad y la buena fe (…) para explorar posibles fórmulas que puedan resultar, en un período de tiempo razonable, en resultados positivos y satisfactorios en beneficio de ambos países’ en la reunión con Bolivia de 1987 en Montevideo.

•     Declaración. ‘El Gobierno de la República de Chile transferirá a la República de Bolivia una costa marítima soberana y útil propia vinculada al territorio de Bolivia a través de una franja de tierra igualmente apropiada, soberana y útil’. Declaración de la reunión de Montevideo.