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Grossmann surte de adjetivos la presentación de alegatos de Chile

El agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), de La Haya, Claudio Grossmann, empleó este jueves una batería de adjetivos para descalificar los argumentos jurídicos que Bolivia expuso, lunes y martes pasados, en el tercer día de alegatos orales del juicio marítimo abierto por La Paz a Santiago en este alto tribunal.

Al abrir las exposiciones de su país, dijo que los alegatos bolivianos de principios de semana son «acrobacias que encubren sus verdaderas intenciones».

En un aparte de su alegato, que aparecía apuntar, centralmente, a demoler los argumentos de la parte demandante, dijo que Bolivia trató a Chile «como un bandido aislacionista».

Esto, dos días después de que el mismo Grossmann describiera, en las orillas de la guasa, como «caricaturesca» la argumentación histórica y legal boliviana, durante 6 horas de alegatos entre lunes y martes pasados.

También 4 años y medio después de que el excanciller chileno, Heraldo Muñoz, adosado ahora como parte del equipo legal de su país que trabaja en La Haya, minimizara de «artificiosa» la demanda marítima boliviana que aceptó la CIJ y más de dos años después que Chile observó la competencia de este alto tribunal de justicia mundial.

También luego que el canciller chileno, Roberto Ampuero, interpretara, el repaso de los hechos, actas diplomáticas y actuaciones de Estado citadas ene estos estrados, como una reinvención de la historia.

En sus alegatos, los abogados de Bolivia pusieron en evidencia que los acuerdos alcanzados y las actas firmadas entre 1920 y 2011 por altas autoridades de ambos países, referidas a la restitución de la calidad marítima de Bolivia, mediterránea desde 1879, generan la obligación de negociar.

El gobierno de Chile aduce que nada pendiente tiene con Bolivia y que, por lo tanto, nada tiene que negociar.

Ninguna de aquellas actuaciones en casi un siglo, en 20 ocasiones, cual si se trataran de conservaciones intrascendentes, «entre Bolivia y Chile se basaron en la obligación de negociar», mantuvo Grossmann.

Dijo, a los 15 magistrados de la Corte, que Bolivia quiere llevarla «más allá de su papel judicial».

La demanda marítima de Bolivia no toca el Tratado de 1904 que zanjó la frontera binacional de 980 km en los Andes, actualmente vigente, y sentenció a Bolivia a la mediterraneidad.

El hecho que de Bolivia busque sentar a Chile, bajo los auspicios de la CIJ, bajo el rigor de la obligatoriedad, «no es sencillo ni modesto», increpó Grossmann.

«Bolivia intentó fundamentar la obligatoriedad de negociar la sesión de territorio y quería basarse en la membresía internacional», se despachó el Agente chileno.

«Cuando Bolivia dice «acceso soberano», quiere decir sesión de territorio» y «no hay base firme ni legal ni material para ese fin en ningún documento que Bolivia ha planteado o que esté fundamentando» en el juicio, alegó, siempre contra los argumentaciones de Bolivia escuchadas aquí entre lunes y martes.

Por último dijo que Bolivia pretende rellenar su Constitución, que declara a la reinserción marítima boliviana, como una causa insoslayable, con los resultados del juicio que se ventila en La Haya. (22/03/2018)