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Comandante Baldivieso deberá vivir con la bala que recibió durante la requisa a Palmasola

El comandante de la Unidad Táctica Operativa Policial (UTOP), mayor Julio Baldivieso, fue herido de bala durante la intervención en el penal cruceño de Palmasola que acabó con siete privados de libertad muertos. Ahora se recupera, pero todo indica que tendrá que vivir con la bala alojada cerca de la columna vertebral debido al riesgo que representa extraerla.

La madrugada del 14 de marzo fue parte de un fuerte contingente policial que intervino en el penal de Palmasola, en Santa Cruz, para una requisa y retoma del centro carcelario, uno de los más grandes de Bolivia. Dos grupos se disputaban el control y fueron desarticulados tras el operativo con el envío de varios presos a otras cárceles.

“Mientras realizaba la requisa al llegar a la cancha sentí el impacto. Salí del PC-4 (pabellón con los mayores problemas) y me di cuenta que estaba con el proyectil, herido”, relató en una entrevista con la red Unitel desde su casa, donde se recupera de las heridas tras haber sido dado de alta del hospital en el que estaba internado.

Ese día hubo un enfrentamiento por la resistencia armada que pusieron los privados de libertad. Siete perdieron la vida por impactos de bala en un hecho que fue precedido por la fuga de ocho encarcelados, de los que dos permanecen prófugos, en medio de un motín por la prohibición de menores en la cárcel después de un hecho de abuse a una menor.

Baldivieso relató que los médicos le sugirieron dejar la bala alojada en su cuerpo ante lo complicado y riesgo de pretender extraerlo, sin embargo esperará para conocer sui hay una segunda opinión.

«El proyectil continúa en mi columna, vamos a esperar una evaluación neurología, pero en primera instancia la mayoría de los médicos ha coincidido en que se quede en el lugar el proyectil para que mi cuerpo lo encapsule y no reviste mayor gravedad”, explicó el oficial.

En la intervención fueron heridos seis policías, entre ellos tres por impacto de bala. El que reviste mayor gravedad es el oficial. Tenía el chaleco antibalas puesto, pero cuenta que al levantar los brazos dejó milímetros de su cuerpo descubierto por donde ingresó la bala que por el momento lo tiene aún con baja médica.

Se somete a controles médicos cada dos días. Consultado sobre qué lección saca de lo ocurrido, solo atinó a decir que ahora pondrá más atención a su familia e hijos.

“La preparación la tenemos, el equipo y la planificación son buenas, el resto es el riesgo que tenemos los policías”, sostiene.

Durante el operativo participaron más de 2000 policías e incautaron armas de fuego, droga, marihuana y más de 700 garrafas de GLP. (23/03/2018)