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Morales ve que soberbia de ‘pequeña clase política’ chilena impide avanzar en soluciones

Para el presidente Evo Morales la prepotencia, soberbia y arrogancia de “una pequeña clase política que representa a la oligarquía chilena” impide avanzar en la resolución del diferendo marítimo porque –sostuvo- diferentes sectores respaldan una solución del conflicto que ahora radica en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Es más, dijo, que en la misma delegación chilena invitada a presenciar los alegatos orales, en la última etapa del juicio internacional antes de la sentencia, estaban personalidades que “quieren resolver” el conflicto que tiene su raíz en la invasión y posterior guerra del Pacífico que acabó cercenando a Bolivia su cualidad marítima.

“Siento que una pequeña clase política, que representa a la oligarquía chilena tiene mucha arrogancia, mucha soberbia, mucha prepotencia y eso está haciendo mal al pueblo chileno, a esa conclusión llego”, afirmó en una conferencia de prensa desde Cochabamba, donde participa de un encuentro con parte de sus bases sociales.

Bolivia demanda se obligue a Chile cumplir sus compromisos hechos a lo largo de la historia de negociar una salida soberana al Pacífico. Durante los alegatos orales de primera y segunda ronda sustentó su caso apoyado en compromisos chilenos unilaterales, acuerdos y la práctica diplomática, lo que fue cuestionado por el demandado. Ambos esperan ahora el fallo.

En La Haya, sede de la corte, el senador chileno Jorge Pizarro, quien fue parte de la comitiva que invitó el gobierno de Sebastián Piñera, se pronunció a favor de resolver el conflicto. “Si el día de mañana hay alguna alternativa distinta que sea justa para los chilenos, que garantice soberanía y que no signifique una imposición de nadie sobre nadie, por qué no. Nunca podemos cerrarnos a eso sobre todo en un mundo que va cambiando”, señaló en señal de apertura.

También expresaron una línea distinta al Gobierno de Santiago el diputado del Partido Humanista, Florcita Alarcón, y el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, en momentos en los que ambos países se veían las caras en el Palacio de la Paz, en la última fase antes de la sentencia.

“No es el pueblo chileno, creo que cada día estamos escuchando a personalidades, organizaciones chilenas que apoyan, buscan cómo resolver problemas, este tema pendiente con Chile. En esa delegación sentada el primer y segundo día de la primera fase de alegatos estaban autoridades que querían resolver y autoridades que no querían resolver (el diferendo)”, sostuvo.

Durante los alegatos Chile insistió en que las negociaciones sostenidas con Bolivia no generaban obligaciones y derechos. Además defendió la vigencia del Tratado de 1904, que fijó los límites que fueron trazados tras el conflicto bélico, y que sentó las bases de la paz y amistad entre ambos Estados desde hace más de 100 años.

Morales volvió a explicar que la demanda no apunta a ese Tratado, aunque difirió sobre la visión de que logró la paz y amistad porque, recordó, hay minas antipersonales sembradas en la frontera, actitudes renuentes a combatir el contrabando que provoca daños económicos y sentencias que prohíben a militares que luchaban contra las mercaderías ilícitas volver al vecino país.

“¿Qué amistad podemos construir con esta clase de actitudes? ¿Eso es amistad? ¿Eso es cooperación, integración?”, cuestionó y aseguró que los demandados no tenían argumentos sólidos para rebatir los expuestos por el Estado y que por eso incluso recurrieron a un tuit que envió sobre Antofagasta, territorio que perteneció a los bolivianos.