El dictador Luis García Meza fue atendido todos estos años en la Corporación del Seguro Social Militar (Cossmil) porque no perdió sus derechos como “jubilado jerárquico” y luego de acogerse a una ley que lo benefició por el alto cargo militar que ocupó.
El general de Ejército, Gherson Peñaloza Córdova, gerente de Cossmil, explicó ayer a La Razón que García Meza, en enero de 1982, se acogió a la Ley de Administración de Personal de las FFAA para tramitar su jubilación y retiro de la institución, antes de ser dado de baja, el 22 de diciembre de ese año.
“Para Cossmil, el general García Meza (sic) es un rentista, es un jubilado y como tal tiene el acceso y derecho al área de salud (…). Tenemos una certificación que señala que a partir del 1 de enero de 1982 se acoge al artículo 149 de la mencionada ley”, explicó Peñaloza.
La disposición señala que “el personal militar de las Fuerzas Armadas que por aplicación del régimen de ascenso (…) hubiese ocupado cargos jerárquicos y se vea obligado a pasar a retiro antes de cumplir 30 años de servicio, estipulados por la ley de Cossmil, para acogerse al beneficio de la jubilación con el 100% (de aportes previstos), pasará a revistar en la Reserva Activa”.
Es así que desde hace 36 años, a García Meza se le hizo un descuento del 5% de su renta para el área de salud y un 2% para otras prestaciones en favor de los asegurados, explicó la autoridad militar que regenta el seguro de Cossmil.
El dictador fue condenado, en 1993, a 30 años de prisión, no obstante, de todo ese periodo, solo 11 años y cuatro meses pasó en Chonchocoro y el resto, en el hospital militar de La Paz, de Cossmil, donde falleció el 29 de abril.
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