Con la inscripción y reinscripción de militantes, el Movimiento Al Socialismo (MAS) busca reconfigurar su padrón interno, lo que será un parámetro respecto al “voto duro” que tiene ese frente político para ir a las elecciones presidenciales de 2019.

El concejal por La Paz y delegado político del MAS, Jorge Silva, manifestó a La Razón que esta nueva base de datos será entregada al presidente Evo Morales, quien irá como candidato, merced a un fallo del Tribunal Constitucional.

“Según procesos electorales, como el referéndum de 2016, se habla de que tenemos un 30% o 35% de ‘voto duro’, que queremos verlo reflejado en los libros, es un parámetro que nos servirá para saber cuál sería la base para continuar con el proceso y llegar a las elecciones de 2019”, explicó.

En criterio del politólogo Armado Ortuño, “por lo general, la militancia no corresponde al peso electoral de un partido (…), la reinscripción no tiene que ver tanto con llegar a los votantes blandos, sino tener una maquinaria aceitada para las elecciones”.

Hasta antes de los comicios generales de 2014, el MAS tenía 750.000 militantes; en febrero de ese año impulsó una inscripción y reinscripción, pero el proceso  “quedó a medias” —dijo Silva— por la campaña presidencial y por los preparativos del referéndum constitucional de 2016, donde el MAS buscó ajustar la Carta Magna con el fin de allanar otra repostulación de Evo Morales.

En la consulta, el 51,34% del electorado votó por el No y la Constitución no sufrió cambios. El 19 de mayo, el MAS inició un nuevo proceso de registro de partidarios, en los nueve departamentos, aunque la labor es más intensa en el área rural, donde los dirigentes van “casa por casa” o aprovechan las ferias de las comunidades para llenar libros.

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