Rodríguez Veltzé: El fallo de la CIJ marcará un nuevo tiempo en las relaciones con Chile
Es optimista, pues a pesar del clima gélido de las relaciones entre Bolivia y Chile, cree que el tiempo mejorará tras el fallo de la causa marítima. “Se marcará un antes y un después”, asegura.
“El clima está fresquito”, asegura el expresidente poco antes de comenzar esta entrevista. Eduardo Rodríguez Veltzé se siente a gusto con el clima de la ciudad porque contrasta con la ola de calor que golpea a Europa. “Hemos tenido hasta 38 grados en Holanda y una sequía muy fuerte”, comenta el agente de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Ayer, el termómetro se acercaba tímidamente a los 10 grados centígrados.
Es optimista, pues a pesar del clima gélido de las relaciones entre Bolivia y Chile, cree que el tiempo mejorará tras el fallo de la causa marítima. “Se marcará un antes y un después”, asegura.
En 2013, Bolivia demandó a Chile en la CIJ para que ese tribunal falle en favor de una negociación sobre la demanda marítima. Tres años después, Chile se querelló por las aguas del Silala, y la defensa de Bolivia para este caso está lista.
— ¿Cuál es el trabajo que está haciendo el país frente a las opciones del dictamen que emitirá la CIJ en los próximos meses?
— El proceso ha concluido y la Corte está deliberando; hay que esperar y respetar su tiempo. Ahora bien, la próxima etapa responde a los resultados de ese fallo y esto corresponde al Estado, al Ejecutivo, preparar las condiciones para dar el próximo paso, pero por la naturaleza de esa contingencia que no se conoce es preferible simplemente anotar que estamos trabajando con todo el rigor posible para esperar todos los resultados.
— Sea cual fuera el resultado, respetar el fallo…
— Sobre todo, respetando el fallo de la Corte y asumimos que Chile también tendrá el mismo criterio, y creo que el fallo marcará un nuevo tiempo en nuestras relaciones diplomáticas, en nuestras relaciones de vecinos. Esto abre un nuevo escenario, indistintamente sea el resultado de esa decisión. Se trata de un nuevo tiempo que ambos países deben enfrentar.
— ¿Optimista?
— Debemos esperar este fallo con el mayor optimismo por los nuevos tiempos; de mayor fraternidad y mejor vecindad.
— Los jueces de la Corte pidieron aclaraciones sobre este concepto de soberanía. ¿Este será un obstáculo para el desarrollo esta causa?
— Las preguntas del juez Hisashi Owada (Japón) y del juez Christopher Greenwood (Reino Unido) [ambos concluyeron su mandato] no constituyeron obstáculo alguno en todo el proceso. Es muy común que los jueces pidan aclaraciones sobre asuntos que estimen convenientes. En este caso, las preguntas que se formularon a Bolivia y a Chile no representaron una toma de postura por parte de ningún juez. Las preguntas no representaban anticipo de opinión y el tema de la soberanía es un asunto que posiblemente lo considerará la Corte en el curso del fallo. [Los magistrados mencionados pidieron aclaraciones en el proceso preliminar de competencia 2014-2015].
— En la memoria que presentó Bolivia se han señalado, más que negociaciones, procesos históricos. ¿Cómo cree que estos aspectos influyan en la Corte y en una futura negociación?
— La Corte va a evaluar todos y cada uno de los antecedente; cada uno de esos momentos que alega Bolivia y que refuta Chile. Cada uno de ellos comprende no solo las pretensiones de las partes, sino la buena fe que pudo haber estado presente en uno y otro Estado; las características de las negociaciones junto con sus alcances. Pero sobre todo, lo que nos interesa a Bolivia es que la Corte advierta que hubo un propósito, un reconocimiento, un compromiso de Chile a abordar esta disputa, esta diferencia (el reclamo boliviano para un acceso soberano al mar).
Esta es la base fundamental de nuestra petición a la Corte; de que hubo un compromiso, una conducta que generaba efectos vinculantes. Esperamos que la Corte falle en favor de que Chile está obligado a seguir negociando con Bolivia.
— Cuando usted asumió la presidencia, en 2005, había una relación muy ríspida con Chile; estaba también presente el tema del mar y durante su mandato se mejoró el diálogo con el vecino. ¿Cree que esa experiencia se pueda retomar cuando se conozca el fallo?
— Tengo una postura personal; la tuve también en ese tiempo y se funda en que Bolivia tiene que tener buenas relaciones con todos los países, pero particularmente con los vecinos. Este fue el concepto que me llevó a superar algunas diferencias que en ese tiempo estaban muy álgidas con Chile. Estas gestiones contribuyeron a restablecer algunos niveles de confianza que eventualmente sirvieron de base para la agenda de los 13 puntos, pero también sirvió para dar pasos trascendentales en nuestra relación de vecindad. Por ejemplo, con el presidente Ricardo Lagos (2000-2006) suscribimos el acuerdo que permite a bolivianos y chilenos transitar con cédula de identidad o los acuerdos de complementación económica (ACE-22) que contribuyeron a superar las asimetrías de nuestras economías en términos de aranceles para las exportaciones.
Las relaciones diplomáticas y políticas contribuyen siempre a la relación entre los pueblos. Esa debe ser la tónica; ahora nuestro proceso con Chile ha llegado a un punto en que lo más importante que podemos esperar es resolver la gran disputa que es el acceso al mar, pero junto a ello puede venir un nuevo tiempo de relaciones más constructivas, sin duda.
Encuentra la entrevista completa en la edición impresa de La Razón de este jueves 23 de agosto de 2018
(23/08/2018)