Bolivia vira hacia la hidrovía para romper dependencia de puertos chilenos
Según el IBCE, el año pasado, a través de los puertos Jennefer, Aguirre y Gravetal, ubicados en Santa Cruz, se han movido 1,6 millones de toneladas de carga.
A partir de este martes, tres embarcaderos bolivianos que se unen a la hidrovía Paraguay-Paraná serán certificados como “puertos internacionales”. Así, Bolivia gira el timón hacia el Atlántico para dejar de depender, de manera progresiva, de los puertos de Chile.
El gerente del Instituto Boliviano del Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, explicó a La Razón que la proyección es que en dos o tres años, al menos la mitad de la carga boliviana que pasa por las terminales portuarias chilenas se desvíe hacia los puertos Jennefer, Aguirre y Gravetal, que desde hoy contarán con una prerrogativa internacional a través de una resolución administrativa.
“Nuestra proyección es de que por lo menos el 50% del comercio exterior que se diligenció a través de Chile, el año pasado, pueda —a corto plazo o mediano plazo— ser sustituido por estos puertos; en 2017, Chile movió 3,8 millones de toneladas de carga de exportación e importación marítima boliviana. Lo que se busca ahora es que se pueda sustituir o desviar, por lo menos por la mitad de esa carga por estos tres puertos bolivianos en los próximos dos o tres años, con ahorros de tiempo y de costos”, explicó Rodríguez ayer.
Según el IBCE, el año pasado, a través de los puertos Jennefer, Aguirre y Gravetal, ubicados en Santa Cruz, se han movido 1,6 millones de toneladas de carga. Un millón corresponde a exportación, principalmente de torta de soya, aceite de soya, clínker y cemento; en tanto se ha importado unas 600.000 toneladas entre diésel y gasolina, además de malta para la industria cervecera y otro tipo de carga en contenedores.
Luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminó un fallo adverso para Bolivia respecto a la demanda marítima, que buscaba diálogo con Chile para volver al Pacífico con soberanía, el Gobierno anunció “acelerar” la puesta en marcha del tren bioceánico y alternativas como los embarcaderos que serán certificados hoy, además de puerto Busch, controlado por la Armada.
Paraguay y Uruguay son socios del tren bioceánico que busca conectar el Atlántico y el Pacífico mediante los puertos de Ilo, en Perú, y Santos, en Brasil, a través de territorio boliviano. Ambas naciones orientales tienen la intención de conectarse a la línea férrea desde la hidrovía.
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