Familiares de un presunto integrante del violento Primer Comando Capital (PCC) de Brasil pidieron protección a la Policía porque estarían recibiendo amenazas a raíz del robo de 2 millones de dólares de su vivienda en Santa Cruz de la Sierra, que no sabían que estaban escondidos allí y que habrían estado destinados a este grupo armado.
El 1 de octubre cambió la vida de la familia Pedraza. A las 22.00 de esa noche dos sujetos armados ingresaron a su vivienda ubicada en la avenida Banzer, y luego de amordazar a una mujer y su hija se llevaron 2 millones de dólares que estaban escondidos debajo de la cama que utilizaba un sobrino. Al momento de escapar del lugar, los antisociales dejaron caer paquetes con 300.000 dólares, además de una gorra y un arma.
Tras este hecho, la familia comenzó a recibir presiones para recuperar el dinero robado en un plazo de dos meses y al cumplirse el mismo comenzaron las amenazas, lo que los llevó a pedir protección a las autoridades.
El grupo de inteligencia de la Policía logró dar con cuatro presuntos integrantes de este grupo delincuencial, uno de nacionalidad colombiana y otro brasileño.
¿Pero cómo llegó semejante suma de dinero hasta un colchón de esa vivienda?
“Mi sobrino Nelson, A. P. antes vendía celulares y luego empezó a trabajar como chofer, manejaba diferentes vehículos. Él metió a la casa de mi madre, donde viven mi hermana y mis sobrinos, gran cantidad de dinero. Ningún miembro de la familia sabía de la existencia de ese dinero, que estaba escondido de bajo de la cama”, contó Denver Pedraza, tío del sindicado, en una entrevista con el programa La Revista, de la red Unitel.
“El jefe de mi sobrino era el jefe del PCC en Bolivia, es un brasileño. Para meter tanto dinero obviamente mi sobrino sabía que se trataba de dinero que vienen del narcotráfico de Brasil al país, por eso nosotros mismos lo hemos denunciado a la Policía”, añadió.
Un día después del robo, Pedraza dice que llegó al domicilio y encontró a siete extranjeros que se encontraban armados. “Me explicaron que el dinero lo mandó el jefe del PCC en Brasil, para el jefe del PCC en Bolivia”, dijo.
Según el familiar del joven, posteriormente comenzaron a recibir las amenazas tras lo cual intervino el departamento de Inteligencia de la Policía dio con el paradero de cuatro presuntos miembros de este grupo armado, quienes ya fueron remitidos al penal de Palmasola.
En la audiencia de medidas cautelares, la Fiscalía presentó como evidencia las armas de grueso calibre que hallaron en uno de los inmuebles de los sindicados.
Pese a los avances en la investigación, hasta ahora nadie sabe nada sobre el paradero del dinero y si efectivamente era parte de los recursos del PCC. Pedraza cree que incluso algunos efectivos policiales que podrían estar involucrados en este hecho.
“Cuando sucedió el robo fueron a la casa unos policías, vieron la gorra y el arma de fuego que dejaron los delincuentes y después de limpiar el arma dijeron que fue la familia, así que estamos sacando el rastreo de todos los miembros de toda mi familia para saber dónde estaba cada quien. Estamos investigando el nexo de ellos con este caso. Vamos a demostrar al PCC que nosotros no somos los atracadores”, afirmó.
El Primer Comando Capital, también conocido como PCC, es una organización ilegal en Brasil conformada en 1.993 con el fin de defender los derechos de la población penitenciaria del país vecino. Actualmente, este grupo criminal se ha internacionalizado, teniendo sus nexos en Bolivia y otros países de la región. (10-12-2018)