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Desbande, UN paga la factura más cara en la ruptura de UD

El distanciamiento entre Unidad Nacional (UN) y el Movimiento Social Demócrata (Demócratas) —que en 2014 sellaron la alianza Unidad Demócrata (UD)— golpeó sobre todo al partido de Samuel Doria Medina, en el que se ha registrado un desbande progresivo.  

A la fecha, tres legisladores del ala de UN anunciaron su alejamiento del frente liderado por el empresario Doria Medina. Los diputados Wilson Santamaría y Rafael Quispe, y el senador Arturo Murillo decidieron dar un paso al costado, precisamente en el último año de la legislatura 2015-2020.

“Algunos legisladores han tenido una visión a corto plazo cuando Samuel decidió dar un paso al costado y dejó que Rubén Costas vaya a la candidatura a Presidente, pero éste se negó a hacerlo. Parece que ahí se cortaron aspiraciones de algunos diputados; entonces, automáticamente comienzan a salir de las filas de Unidad Nacional. Es su decisión, la respetamos”, dijo la diputada María Calcina, quien se declaró seguidora de Doria Medina.

Para el diputado Amílcar Barral,   los verdaderos militantes deben ser agradecidos. Señaló que esos alejamientos responden a que algunas personas tienen otros proyectos políticos. Contó que Santamaría y Quispe ahora son dirigentes de una agrupación en El Alto.

“Si tenían otro tipo de aspiraciones se podían ir de manera tranquila y agradeciendo (…). Lo más ético es que si yo entro por UN y me voy, renuncio también a la curul, porque es de UN, eso no quieren entender, eso es lo ético”.  Barral sostuvo que en democracia hay disidencias, y que el debate y la autocrítica deben ser constantes para consolidar la estructura.

“Hay errores que se han cometido y los he hecho conocer; por ejemplo, yo no estaba a favor del acuerdo con los Demócratas. Tampoco en no participar en las elecciones como UN, porque hay militancia y somos fuerza política”, agregó, tras indicar que la alianza UD está “en su peor momento”.

En 2014, UN y Demócratas conformaron UD y lograron 31 curules en Diputados, de las cuales 16 corresponden a los seguidores de Doria Medina. Con el tiempo, las fricciones entre ambos frentes políticos aumentaron; el más reciente episodio de esa crisis fue la pugna por jefaturas de bancada.

Para el diputado Víctor Gutiérrez (UD), disidente de UN, el pacto culminó el mismo día que nació y “hoy está fragmentado en mil pedazos”. En esa línea, el senador Yerko Núñez (UD), de la facción Demócratas, dijo que la alianza “ya terminó su ciclo en 2015, tras las elecciones; ahora los Demócratas estamos unidos por nuestro lado y UN está por su lado, seguramente son rivalidades entre partidos”.

De cara a las elecciones primarias, ambos frentes intentaron un nuevo acercamiento e inscribieron la alianza Bolivia Dice No (21F). El acuerdo fracasó y UN dejó solo a Demócratas, que promovió al binomio Óscar Ortiz-Edwin Rodríguez, que fue habilitado para las elecciones generales, programadas para octubre.

Esa candidatura también generó fricciones internas. “La postulación fue impuesta, no hubo consenso”, reveló la diputada Fernanda San Martín (UD). Para la legisladora, electa por Demócratas, esta crisis es resultado de visiones contrarias que en su momento no fueron debatidas.

“Hubo actuaciones que dividieron la bancada, entre los que encubren a los corruptos y los que no estamos dispuestos a seguir con la politiquería de siempre, veo que lo mismo ocurre tanto en UN como en Demócratas”, declaró en alusión al escándalo del caso Mochilas que afectó al alcalde suspendido de Cochabamba, José María Leyes.