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De joven, Montenegro era bastante problemático

Pedro Montenegro Paz era considerado un “cabañero” dominical, muy dado a enfrentarse a golpes. La Razón hizo un recorrido por la vida de este boliviano que tiene pedido de extradición de Brasil por tráfico de cocaína desde 2015.  

Mediante contactos, fuentes en Santa Cruz, archivos, revisión de redes sociales e informes oficiales se pudo conocer que el hombre era en su momento un joven bastante problemático cuando consumía bebidas alcohólicas. Entre  1995 y 2005 frecuentaba las cabañas del río Piraí. Andaba con gente de camarillas y comparsas cruceñas, siempre cerca de los más “pesados” para los golpes.

Salió bachiller del colegio Panamerican Institute en 1997. En esa oportunidad el establecimiento se encontraba por la zona del estadio Tahuichi Aguilera y años más tarde se trasladó a otro espacio. La unidad educativa privada es catalogada como clase “B” con pensiones económicas.

Quienes lo conocieron comentan que era de pocos amigos y de muy poca verba. Los consultados se sorprenden porque años más tarde se convirtió en uno de los “magnates” del narcotráfico.

Montenegro Paz vivió en la calle Las Maras del barrio La Santa Cruz, donde tenía un par de perros enormes. En ese lugar vivió su juventud con la familia de su madre.

Se juntaba con sus amigos detrás de la plazuela del colegio María Goretti; en el lugar tenía muchas amistades. Casi todas las personas de su entorno borraron sus cuentas de sus redes sociales, las dieron de baja. Entre “amistades” prefieren mantener un perfil bajo. Uno de sus amigos más cercano y fiel trabaja cerca de una dirigente política de Santa Cruz.

Así por ejemplo hay un abogado, muy amigo de Montenegro Paz, que ahora trabaja su coche como taxi. Es reacio a hablar del tema porque tiene miedo a que aparezca alguna foto o quizás ser víctima del bullying cibernético que muchas personas sufren en Santa Cruz cuando los asocian al extraditable por narcotráfico.

Montenegro Paz se inscribió en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM). En 2000 ingresó a la carrera de Administración de Empresas y luego se cambió a Ciencias Jurídicas (Derecho), de acuerdo con un informe del vicerrector Osvaldo Ulloa.

“Después de años aparecía con botellas de whisky etiqueta azul, verde y la plateada. De un rato a otro apareció con mucho dinero y varias amistades. De ahí se perdió un tiempo y la última vez que lo pude ver fue para el concierto de Los Ángeles de Charly (domingo 24 de febrero de 2019 en el boliche Las Súper Kjaras de Radial 17 y medio y quinto anillo). Ahí estaba tomando y después me enteré por los medios que había sido uno de los capos del narcotráfico al corromper a autoridades”, señaló otra fuente consultada.

Durante su carrera universitaria dejó de ser ese joven de clase media a estar en los lugares exclusivos de Santa Cruz.

En su entorno familiar no quisieron dar detalles del sujeto. El 26 de abril aprehendieron a su hermana, María del Carmen, en su casa del barrio Brígida. Ella fue llevada a la FELCC para que preste su declaración y luego salió libre. En contacto con La Razón, mediante su número de celular cerca de las 18.30 de ese día, aseguró que no había cometido ningún delito y que se ganaba la vida en los eventos faranduleros de Santa Cruz. Ella aún estaba en prisión en ese entonces y afirmó que la última vez que vio a Montenegro Paz fue el 13 de abril.

Ese día se filtró el audio del ex comandante general de la Policía Rómulo Delgado, en el que relacionaba a los dos exjefes policiales con el narcotráfico tras una investigación. De ahí se destapó el caso que salpicó a muchas autoridades y personas en Santa Cruz y el país. Pedo Montenegro Paz se entregó a la FELCN el sábado a las 11.30. “Ya no tengo opción”, dijo.