El secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, visitó este viernes la casa de madera del presidente Evo Morales en la comunidad San Francisco, en el Chapare. Dijo que pudo ver proyectos de desarrollo que representan un “enorme paso en la erradicación de cultivos” ilegales de coca.
Ni bien llegó al lugar le pusieron una guirnalda de hojas de coca. Morales lo guio por la que fue su casa, una estructura de madera y techo de teja de dos plantas, típica de esa zona del Chapare. La planta baja es un espacio abierto que es utilizado para, por lo general, secar la hoja de coca cosechada.
Hizo un sobrevuelo por la región caracterizada por el cultivo de coca y proyectos alternativos de desarrollo. “Lo que vi de desde arriba es una enorme plantación de plátano y piscina de piscicultura, entonces, verdaderamente la canalización de los proyectos y productos por ese lado me parece un enorme paso positivo en la erradicación de cultivos (de coca)”, resaltó.
Morales valoró la visita a la zona de Almagro y explicó que compartió la experiencia de su administración en la reducción de cultivos excedentarios e ilegales.
La nueva Ley General de la Coca promulgada el 8 de marzo de 2017 fija en 22 .000 hectáreas la extensión legal de plantaciones, 12.000 más de lo que disponía la Ley 1008. Establece además que 14.300 hectáreas están destinadas a los Yungas, en La Paz, y 7.700 hectáreas al trópico de Cochabamba.
En 2017, la cantidad de cultivos de hoja de coca en Bolivia subió en 6% en comparación con el año anterior, según el informe de Cultivo de Coca presentado hoy en La Paz por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC), presentado en agosto de 2018. En este período, la superficie cultivada aumentó en 1.400 hectáreas (ha), de 23.100 hectáreas en 2016 a 24.500 hectáreas en 2017. La mayor parte del incremento se dio en la zona del Trópico de Cochabamba.
Almagro concluyó su agenda en Bolivia, que estuvo marcada por evitar pronunciarse sobre la repostulación de Morales.