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Los tratantes usan 12 grandes rutas en el mundo

Los proxenetas usan 12 rutas mundiales para la trata de personas con fines de explotación sexual, según la UNODC y la investigadora española y experta Mabel Lozano. Brasil, Argentina, Paraguay, Venezuela y Panamá son puntos de captación.   

Ya sea desde Sudamérica, Centroamérica, África o el Sur de Asia, los “cafichos”, como los llaman en Latinoamérica, “chulos” o “macarras” en Europa, o simplemente traficantes de personas, se inician como captadores de mujeres en situación de vulnerabilidad y luego se convierten en sus dueños. 

“Éste es el siglo de la migración y la trata de personas, es el gran negocio de los delincuentes”, afirma Lozano, cineasta e investigadora que presentó en La Paz, el documental El proxeneta, basado en una entrevista a un exproxeneta que llevó al menos 2.000 mujeres desde Sudamérica y otros regiones del mundo rumbo a España y Europa en los años 90.

Lozano habla de Argentina, Brasil, Paraguay, Panamá y, ahora, Venezuela como parte de unas 12 grandes rutas mundiales identificadas en coincidencia con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en el   Informe Global de Trata de Personas 2018. El documento habla de unas 570 rutas en el mundo, según la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), de las que 12 de ellas tienen mayor frecuencia.

El exproxeneta español no llegó hasta Bolivia, pero un informe de la Asistencia Integral de las Víctimas de Trata de Seres Humanos con fines de Explotación Sexual (Apramp) que tiene su sede en Madrid, España, dice que hasta 2014 atendieron a 32 mujeres bolivianas que fueron sometidas a explotación sexual. Después no se hizo otro censo.

Lozano cree que una de cada 10 víctimas sexuales de tratantes en España “puede ser boliviana, aunque ahora entran más venezolanas y rumanas”.

El reporte de la UNODC dice que el 49% de las víctimas de trata en el mundo son mujeres, el 23% son niñas, el 21% son varones y el 7% son niños. 

La experta estuvo en La Paz gracias a la Unión Europa, la Fundación Internacional para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y el Consejo Nacional de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Drogas. La trata de personas es considerada un delito “conexo con las drogas y muchas de sus rutas son también usadas por los traficantes de personas”, apunta Lozano.

Las 12 grandes vías mundiales tienen en común ser zonas donde las mujeres se encuentran en estado de máxima vulnerabilidad. “Los tratantes llegan al lugar de origen, hacen el contacto con un lugareños, que luego convencen a las jóvenes con falsas promesas y después el tratante envía el dinero para el viaje de las jóvenes”, explica la investigadora.

“En Paraguay, en el puente Libertad, que es una triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, vimos la facilidad con la que pasan las personas las fronteras y ahí pueden darse casos de trata”, añade. En Bolivia, algo parecido sucede en el sector de Desaguadero que, según el Servicio de Migración, es la zona utilizada por algunos tratantes de personas.

“El año pasado detectamos a 28 tratantes y una mayoría de esos casos se dieron en Desaguadero y algunos en Villazón”, informa la directora del Servicio de Migración, Yanet Senzano.

TRÁNSITO. Los proxenetas —según Senzano — eran de nacionalidad boliviana, chilena y peruana.

“Para convencer a sus víctimas, ellos afirman tener la experiencia de haber llevado a varias personas a Europa, que allí les espera un trabajo de meseras, pero en muchos casos son solo mentiras”, afirma la autoridad, para quien el personal de Migración está preparado para identificar indicios de trata en los puestos fronterizos. El año pasado, La Razón averiguó cómo un ciudadano peruano trae periódicamente desde Arequipa indocumentados en un vehículo que luego los interna por las noches a Bolivia por Desaguadero.

Pese a todo, Senzano cree que Bolivia es un país de escala. “Somos país de tránsito, porque muchas de las víctimas nos dijeron en un 98% que sus destinos eran otros países, hablamos de Argentina, Brasil, Chile u otro país”.  

El 15 de noviembre de 2018, la Policía desbarató una red de tratantes en El Alto que estaba trasladando seis ciudadanos chinos rumbo a la Argentina.