Ana Ramos, la concejala boliviana que defiende la diversidad en España
El domingo fueron las elecciones municipales en España. En Jerez de la Frontera ganó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que postuló a Ramos en el séptimo escaño de 27.
Es la puerta de Europa. De hecho, Jerez de la Frontera es la ciudad española que está a tan solo 195 kilómetros de Marruecos, el país donde comienza África. Allí vive la boliviana Ana Hérica Ramos, elegida concejala en los comicios del 26 de mayo.
“Ya soy concejala electa, pero todavía la toma de posesión será hasta el 15 de junio”, afirmó, en una conversación con La Razón, la nueva autoridad de ese municipio español que está a 620 kilómetros al sur de Madrid, la capital.
El domingo fueron las elecciones municipales en España. En Jerez de la Frontera ganó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que postuló a Ramos en el séptimo escaño de 27. Los socialistas lograron los votos suficientes para hacerse de 10 curules del concejo de la ciudad que es parte de la pintoresca región de Andalucía. El partido está seguro de contar con el apoyo de los frentes de izquierda Ciudadanos y Juntos Podemos.
“Por el número de concejales que hemos sacado en Jerez, el PSOE es el único partido que puede comenzar la negociación y hacer gobierno. El de la derecha, el Partido Popular (PP), ha sacado uno menos. No les da”, puntualizó la concejala boliviana. “Desde 2010 ya tengo doble nacionalidad”, aclaró Ana Hérica Ramos.
Pero la carrera política de esta cruceña comenzó mucho antes, en 2006, cuando decidió migrar a España en busca de su mamá. Fue un poco como la historia de Marco (1985), aquel cuento del escritor italiano Edmundo de Amicis que narró el dramático viaje de un niño genovés a la próspera Argentina de finales del siglo XIX. “La migración es parte de la historia de la humanidad (…), pero últimamente están surgiendo discursos que promueven el miedo al otro, de rechazo a la pluralidad y la diversidad”, apuntó la líder.
Al llegar a España tenía 25 años; no tuvo muchas alegrías, pues comenzó “no de cero, sino de menos cero”, pues esta cifra puede resumir la suma de todas las desventajas, pero en medio de todas la esperanza.
“El panorama era un tanto gris porque tenía que estar un tiempo en situación irregular y mi madre no quería que pase por esa situación; al final decidí quedarme y asumir las consecuencias”, remarcó Ramos, quien luego de trabajar en desventaja halló “algo de alegría” en una compañía de teatro. Fue una gran experiencia para integrarse, pues tuvo la oportunidad de forjar amistad en la Iberia.
Estudio Jerez fue la compañía de teatro que le permitió decodificar a la sociedad española. De allí, “paso a paso”, en 2009, comenzó a trabajar en el Centro de Acogida de Inmigrantes (CEAin), una organización no gubernamental basada en el voluntariado. Se enfrentó a una compleja realidad, mucho más dramática que la de Marco, pues ha mirado de cerca cómo miles de africanos luchan cada año por pasar el estrecho de Gibraltar, para saltar de la pobreza a la esperanza o para reencontrarse con su familia regada en el resto de Europa. “La mayoría no viene a quedarse, estamos en la puerta de este continente envejecido que necesita renacer”, dijo.
“Jerez es una ciudad de 214.000 habitantes y la población extranjera no llega al 5%. El 95% es autóctona y la mayor población de origen extranjero es de Marruecos; luego está de Bolivia”, afirmó la nueva autoridad edil que se ha planteado muchos retos en favor de Jerez, pero especialmente el de ayudar a “derribar los muros que construyen el miedo”; “esos miedos al otro y a la diversidad” que están en los nuevos discursos.