A pesar de no contar directamente con un acceso al mar y así tener todas las bondades que amplíen su actividad económica, Bolivia no se privó de su derecho de sentar presencia en los océanos Pacífico y Atlántico y realizar la actividad pesquera del atún. Este es un rubro muy demandado por los países vecinos y, en ese contexto, el país apunta a ampliar el volumen de pesca.
Esto fue posible gracias a las gestiones que hizo el Estado boliviano lo que permitió que desde 2006 logre tener acceso a 222 metros cúbicos de pesca en el océano Pacífico Oriental. En el caso del océano Atlántico el volumen obtenido es de 3.000 metros cúbicos aproximadamente.
Ambas cifras no se comparan con la capacidad que tiene Colombia, por ejemplo, con 14.860 metros cúbicos o México, con 63.000 metros cúbicos, Bolivia no quiso quedarse atrás. Es así que en 2017 activó los trámites en la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) para ampliar el volumen a 1.200 metros cúbicos más en el océano Pacífico Oriental.
La capacidad de subir el volumen de pesca del atún permitirá además, a largo plazo, aumentar la flota de buques propios y con bandera boliviana para esta actividad. Este es otro proyecto que el director general de Intereses Marítimos, Fluviales, Lacustres y Marina Mercante, vicealmirante Carlos Roger Mita, perfila que se realice a futuro.
- El jefe de la Unidad Boliviana de Pesca Marítima, capitán de fragata Mirco Danilo Vargas, muestra un mapa del océano Pacífico donde navega el buque Florentino. Foto: Ángel Guarachi
El país se encuentra adscrito como miembro no cooperante de la CIAT. La decisión de incrementar el volumen está en manos de los 21 países que la conforman. El organismo, a través de reuniones, analiza las solicitudes y definen sus capacidades. La otorgación de una mayor capacidad es emitida a través de votos resolutivos.
Desde 2006, Bolivia operaba con el buque “Cantábrico” hasta 2015, y desde ese entonces inactivo en los registros de la CIAT hasta que recientemente se sumó el buque ecuatoriano "Florentino" que funciona con el cupo que Bolivia le prestó en el océano Pacífico Oriental para que no pierda la licencia de uso de ese espacio.
En el océano Atlántico, Bolivia también cuenta con un espacio desde 2005 con aproximadamente 3.000 metros cúbicos de volumen, los cuales aún no son utilizados. El organismo que regula ese sector es la Comisión Internacional del Atún Atlántico (ICCAT) y el país es parte como miembro no contratante.
Lo que se proyecta en este sector es contar también con un buque. Los trámites están en curso y se espera que este año ya navegue uno por esas aguas, ya sea por concesión como el Florentino o por uno propio con bandera boliviana.
El buque “Florentino” es monitoreado por el primer Centro Nacional de Monitoreo Satelital de Buques y Pesca. La tecnología que utiliza le permite hacer control y seguimiento cada dos horas del movimiento que realiza el barco durante el día. La actividad pesquera se realiza a 200 millas náuticas desde la costa hacia el mar.
El jefe de la Unidad Boliviana de Pesca Marítima, capitán de fragata Mirco Danilo Vargas, informó a La Razón que hasta el momento, Bolivia no ha recibido ninguna notificación de haber cometido ninguna falta en la actividad pesquera. Ese es un antecedente necesario y se pondrá en consideración en el CIAT.
Otro de los proyectos que se tiene planificado es implementar una planta procesadora de atún. Esto podrá concretarse una vez que se incrementen las capacidades en cuanto volumen de pesca que actualmente posee el país y subir la flota de buques. “Con 222 metros cúbicos, no es económicamente rentable una planta, no abastece un año”, afirmó. (04/07/2019)