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Círculo familiar intentó adulterar pruebas del caso del asesinato del dirigente de Blooming

Horas después del asesinato del vicepresidente de Blooming, Nelson Mauriel, y mientras se le practicaba la autopsia de ley, un grupo de familiares, cuyas identidades no fueron reveladas, intentó destruir evidencias del caso, entre ellas documentos y una computadora, reveló la Policía, que reforzó su equipo de forenses.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz, coronel Jhonny Aguilera, hizo la revelación en una entrevista en el programa A Todo Pulmón, de Cadena A, en la que detalló que se evidenció ese extremo tras la revisión de las imágenes de las cámaras de seguridad del negocio de la víctima.

“En la revisión de las cámaras internas que se realizan al negocio del señor, encontramos que a las 02.30, personas vinculadas a él estaban sacando documentos y computadoras que fueron colectados por la Policía hace 24 horas que están siendo ahora sometidas a estudios”, contó.

Luego matizó que “no quiero nombrar las personas que son observadas en el video de vigilancia porque no quiero mellar sus dignidades”.

El martes, La Razón informó en su edición impresa que la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) estableció que Mauriel tenía nexos con narcotraficantes italianos.

El director nacional de la FELCN, Maximiliano Dávila, indicó que hallaron otros indicios que por ahora se mantendrán en reserva con la idea de no afectar la investigación.

El 4 de junio, Mauriel fue acribillado en plena vía pública cuando subía a su vehículo tras haber asistido a una reunión. Este diario reveló que fue acribillado por “un ajuste de cuentas relacionado a temas de sustancias controladas”. Además que tiene antecedentes y estuvo encarcelado por este tema.

“Estas connotaciones nos permiten elaborar una serie de hipótesis que tienen que ser avaladas con la obtención de medios probatorios que están siendo obtenidos ahora, es más, hace unos minutos el comandante de la Policía me hacía conocer que en las siguientes horas se está reforzado este equipo con la llegada de cuatro peritos forenses que nos van ayudar primero a recrear el escenario del hecho y luego a la consecuente obtención de medio probatorios”, señaló Aguilera.

Para Aguilera, el caso es un “asesinato por encargo”, para demostrar esa hipótesis se allanaron cinco inmuebles con el fin de establecer vínculos entre el asesino y la víctima.

“Se sacaban documentos, así lo demuestran las cámaras, se transportaba una computadora que era de propiedad del difunto y es absolutamente relevante esto porque las relaciones que ha tenido el señor son las que nos van a llevar al autor”, insistió Aguilera.

Datos

55 segundos demoró el sicario para ultimar a Mauriel.

33 minutos esperó el asesino para que la víctima salga de su negocio.